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Día de la mujer
Tribuna
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Mil motivos

La derecha y la extrema derecha de este país se arremangan para pararle los pies a las mujeres

Iratxe García
Feministas gallegas el pasado fin de semana en un acto previo al 8M.
Feministas gallegas el pasado fin de semana en un acto previo al 8M.Eliseo Trigo (EFE)

Nos enfrentamos a una amenaza real: los derechos de las mujeres están en riesgo. La ola ultraconservadora se está extendiendo a lo largo de la Unión Europea, ondeando sus banderas habituales: la xenofobia, la intolerancia, el racismo, la homofobia… y también la sexista, dirigiendo ataques frontales a los derechos y libertades de las mujeres.

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Polonia intenta restringir aún más el derecho al aborto, Hungría elimina los estudios de género de las universidades, Bulgaria se niega a ratificar la Convención de Estambul… Y también a España ha llegado esa ola que ha dirigido uno de sus ataques más furibundos al movimiento feminista.

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De la mano del PP de Pablo Casado y de Ciudadanos de Albert Rivera, Vox ha irrumpido en el panorama político español reclamando que se derogue la ley integral contra la violencia de género, que se supriman las ayudas a las mujeres víctimas y que se conozca la identidad y cualificación técnica de los y las profesionales que trabajan en las unidades de violencia de género.

Estas propuestas se han topado con la contundente respuesta de gran parte de la sociedad pero, lamentablemente, estamos acostumbradas a que cada vez que gobierna la derecha, los derechos y libertades de las mujeres se ven amenazados. Cuestionan la existencia de estructuras patriarcales que impiden a las mujeres alcanzar una vida plena como ciudadanas de primera y, por tanto, rechazan la necesidad de leyes y medidas de acción positiva que acaben con la discriminación laboral, salarial y sexual de las mujeres. O quizá sí sepan de ese sistema patriarcal que actúa como un techo de cristal en todos los ámbitos de nuestras vidas, pero lo ven como algo natural, normal y deseable, y hacen todo lo posible por reforzarlo.

El último y desgraciado ejemplo nos lo ha proporcionado el renovado presidente del Partido Popular, Pablo Casado, que contrapone la autonomía de las mujeres para decidir sobre sus cuerpos y sus vidas, a la necesidad de tener hijos e hijas para sostener el sistema de pensiones. Y para ello se ha comprometido a retroceder 35 años y recuperar la ley del aborto de 1985, porque le parece que tenemos “excesivos” derechos.

Tenemos millones de motivos, uno por cada mujer que poblamos este planeta, para plantarles cara a quienes intentan que demos un paso atrás en la conquista de nuestros derechos

La derecha y la extrema derecha de este país se arremangan para pararle los pies a las mujeres, porque niegan, ignoran o están de acuerdo con que nosotras sigamos cobrando salarios y pensiones más bajos que los hombres, con que sigamos siendo mayoritariamente las que cuidamos de nuestros mayores y menores, con que tengamos más dificultad para encontrar trabajo o que salgamos a la calle con el miedo de que nos ataquen y violen, o que nos sigan matando también dentro de nuestras casas.

Tenemos mil motivos, millones de motivos, uno por cada mujer que poblamos este planeta, para plantarles cara a quienes intentan que demos un paso atrás en la conquista de nuestros derechos, nuestras libertades y nuestra dignidad.

Los Casados, Riveras y Abascales de turno comprobarán este 8 de marzo que lejos de amedrentarnos o rendirnos, las mujeres volveremos a las calles a decirles con claridad y contundencia que las mujeres no solo no vamos a dar ni un paso atrás sino que no pararemos hasta que la igualdad entre mujeres y hombres sea real e irreversible.

Iratxe García es presidenta de la delegación socialista española en el Parlamento Europeo.

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