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“¿Qué es ‘un’ Internet?”. Los delirantes intentos para explicar hace 25 años el nacimiento de la Red

¿Todo el conocimiento humano e infinitas posibilidades de comunicación a través de la pantalla de un ordenador? No fue tan fácil para una generación analógica entender, a mediados de los noventa, cómo el mundo estaba a punto de cambiar

Cabecera de un programa especial emitido por RTVE en abril de 1996.
Cabecera de un programa especial emitido por RTVE en abril de 1996.
Guillermo Alonso

Año 1985. Un anuncio de Telefónica (hoy Movistar) que comienza con un plano del espacio, una música épica y una voz masculina en off (la influencia de Carl Sagan y su serie Cosmos, estrenada pocos años antes, es indudable) lanza un misterioso mensaje: “Durante los próximos 15 años, algo maravilloso va a ocurrir. Mañana el hilo del teléfono convertirá la voz en luz, la luz en imagen, información, calidad de vida. Acercará culturas y ampliará la nuestra. Quedan 15 años y no podemos dejarlos pasar. […] Durante los próximos 15 años alrededor del teléfono algo maravilloso va a ocurrir. Telefónica. Faltan 15 años para el año 2000”.

Fue, probablemente, la primera vez que el gran público español tenía una pista de lo que se le venía encima con Internet. Algo habíamos oído, sí: sabíamos que los militares se comunicaban por medio de insondables ordenadores y en el cine ya habíamos visto a mucha gente complicarse la vida a través de un ordenador (por ejemplo en Juegos de guerra, de 1983). Pero la mayor parte del público se lo había tomado como un exotismo propio de Hollywood que nunca llegaría a nuestro salones.

"Vi que Internet me gustaba mucho. Puedo hablar con cualquier persona del mundo y buscar información de cualquier cosa. Se aprende mucho con las páginas web"

Un niño de 13 años en 1996

Llegó. En 1989 un tipo llamado Tim Berners-Lee desarrolló la World Wide Web (WWW) mientras trabajaba en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear, en Suíza). Berners-Lee, hoy de 63 años y caballero de la Orden del Imperio Británico, también creó el lenguaje HTML, el protocolo HTTP y las URL (o sea, las direcciones web). La WWW estaba concebida para compartir información y proyectos entre científicos y universidades de todo el mundo, pero cinco años después, en 1994, el CERN puso el software de la WWW a dominio público. Con esta herramienta al alcance de cualquier programador, nacía Internet tal y como lo conocemos hoy. Es probable que Berners-Lee fuese multimillonario si hubiese optado por cobrar por sus múltiples licencias. A cambio de eso, es enormemente querido.

Pero aquí llegaba lo complicado: Internet era algo que los informáticos e interesados por la tecnología ya conocían o de lo que al menos habían oído hablar. ¿Pero cómo explicar al público general una nueva herramienta que iba a cambiar las reglas del juego en la comunicación, las relaciones sociales, los negocios y la cultura?

Un vídeo de 1994 perteneciente al programa estadounidense Today, magazine matinal que la cadena NBC emite diariamente desde 1952, se ha hecho especialmente popular en años recientes por un segmento en el que tres de sus presentadores (incluida la hoy enormemente popular Katie Couric) intentaban explicar qué era una arroba y qué era Internet. El diálogo incluye partes tan jugosas como la siguiente:

Bryant Gumbel: Ese símbolo con una a y una especie de anillo alrededor…

Invitada: ¿Una arroba?

O esta otra:

Bryant Gumbel: ¿Pero qué es el Internet, en cualquier caso?

Katie Couric: Internet es… esa red enorme de ordenadores, una que se está expandiendo muchísimo ahora…

Un miembro del equipo que opina a lo lejos: Es una red de ordenadores gigantesca…

Invitada: ¿Es como un letrero en el ordenador?

Un miembro del equipo que opina a lo lejos: Es como un letrero en el ordenador, pero a nivel nacional. Son muchas universidades que se han unido…

Bryant Gumbel: …y otros pueden acceder a él…

Un miembro del equipo que opina a lo lejos: Y está haciéndose más y más grande…

Invitada: Fue realmente útil durante el terremoto porque mucha gente pudo comunicar a sus seres queridos que estaba bien cuando las líneas de teléfono estaban cortadas.

Katie Couric: ¿Pero no necesitas un teléfono para acceder a eso?

Invitada: No, no.

La periodista Katie Couric también es la protagonista de otra recopilación en la que dice frases tan proféticas como: “Tengo miedo de que si me suscribo a Internet me engancharé y no volveré a pasar tiempo con mi familia”. En un programa posterior, Couric parece haber tomado la decisión y suelta otra perla propia de Nostradamus: “He decidido no formar parte de Internet, porque creo que estamos inundados con información todo el tiempo, ¡no quiero más! ¿Nunca habéis sentido que es un bombardeo constante?”. Era, recordemos, 1994.

En otro programa estadounidense en el que se trata el tema el mismo año, en este caso de la PBS (la televisión pública), el presentador pregunta a un invitado del público: “Antes de nada, díganos: ¿qué es un Internet?”. Y tras una explicación, pregunta: “¿Y todo el mundo en nuestro país estará de algún modo enganchado al Internet en los próximos cinco, diez o quince años?”.

La televisión española empezó a hablar de la explosión de Internet en el hogar en 1996. En abril de ese año RTVE emitió un reportaje sobre esta nueva tecnología. Solo tres millones de españoles tenían por aquel entonces un ordenador en casa y una cantidad ni tan siquiera simbólica contaba con un módem. Sin embargo, desde ese programa ya avanzaban lo que iba a ser posible para los que se conectasen a las "autopistas de la información" (como nos gustaba un símil con las infraestructuras viales): "Trabajar desde casa conectados al ordenador del trabajo, consultar cualquier tipo de información sin necesidad de comprar libros y gastar papel, hacer la compra sin salir de casa... ¡así será el futuro inmediato!", anunciaba una entusiasta voz en off.

De los entrevistados en aquel reportaje, el que se muestra como un usuario más avezado de la nueva tecnología es Rubén, un niño de 13 años: "Mi padre me enseñó, me interesó, conseguí una cuenta y vi que Internet me gustaba mucho. Puedo hablar con cualquier persona del mundo y buscar información de cualquier cosa. Se aprende mucho con las páginas web".

Otra estudiante de informática ya dejó ver en el mismo reportaje lo que iba a hacer Internet con nuestras identidades y atisbó la llegada de los trolls. "El ordenador te ofrece el anonimato, puedes ser tú realmente como eres y no como eres normalmente en tu vida diaria".

Muy poco después, el 4 de mayo de 1996, EL PAÍS inauguraba su edición electrónica, esa que estás leyendo ahora, en una versión todavía en pruebas. "Las páginas de EL PAÍS Digital podrán no solo leerse, sino también cargarse en la memoria de su ordenador o imprimirse si se dispone de una impresora adecuada", se leía en una noticia en la edición impresa del 3 de mayo. En otra página del mismo ejemplar se informaba de que el lector que quisiera leer EL PAÍS en línea necesitaría "un ordenador personal, un módem de comunicaciones y un ratón para hacer posible la navegación".

La relectura y revisión de todos estos consejos y debates sobre aquel Internet rudimentario nos da ternura hoy, pero pensar en el futuro da vértigo: ¿cómo será dentro de 20 años un artículo similar a este titulado: 'Así usaban Internet en 2019'? Según la BBC, usted no buscará ese artículo, sino que ese artículo le buscará a usted. Para aquel entonces, el big data nos conocerá mejor que nosotros mismos.

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Sobre la firma

Guillermo Alonso
Editor web de ICON. Ha trabajado en Vanity Fair y Telecinco. Ha publicado las novelas ‘Vivan los hombres cabales’ y ‘Muestras privadas de afecto’, el libro de relatos ‘La lengua entre los dientes’ y el ensayo ‘Michael Jackson. Música de luz, vida de sombras’. Su podcast ‘Arsénico Caviar’ ganó el Ondas Global del Podcast 2023 a mejor conversacional.

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