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El hervidor de agua plisado como un vestido de alta costura

Lo ha creado para Alessi Michele de Lucchi, quien lo mismo hace máquinas de escribir que esta escultura doméstica tan útil como decorativa: tiene algo más de litro y medio de capacidad

Carlos Primo

Un objeto totalmente utilitario que podría pasar por una escultura. De hecho, esa es la especialidad de Alessi, una fábrica italiana de artículos de menaje que lleva desde 1921 trasladando el diseño de altura a las mesas y las cocinas de todo el mundo. En esta ocasión el objeto elegido es un hervidor eléctrico de agua firmado por Michele de Lucchi, un diseñador italiano que formó parte de los colectivos posmodernos Memphis y Alquimia y un nombre imprescindible en la industria desde hace cuatro décadas.

Aunque ha hecho de todo, desde edificios hasta máquinas de escribir (fue responsable de diseño en Olivetti), su especialidad es crear objetos domésticos amables y acogedores que adoptan la apariencia de juguetes. Aquí se ha inspirado en un elemento tan ajeno al diseño industrial como el plisado, una de las técnicas más antiguas del mundo y un recurso habitual en la alta costura, desde el misterioso vestido Delphos con que Mariano Fortuny deslumbró a las parisinas de la belle époque hasta las prendas laberínticas de Issey Miyake.

Quizás por eso De Lucchi haya decidido bautizarlo en francés y llamarlo Plissé. "Con el uso creativo y diestro del plisado, los diseñadores de moda dan forma a los tejidos y crean prendas que son casi esculturas", explica De Lucchi, que cuenta el modo en que nació este diseño: casi como un ejercicio de origami. "Esta pieza surgió plegando una hoja de papel y después fue desarrollada y producida por Alessi como un bello objeto sartorial", apunta en la nota de prensa que acompaña al lanzamiento. "Los pliegues crean la forma y la estructuran, porque una forma sin pliegues es solo un volumen sin forma. Los pliegues transforman sencillas hojas bidimensionales en objetos tridimensionale".

Este objeto tridimensional en concreto ya está a la venta (89 euros). Elaborado en resina termoplástica, está disponible en cuatro colores: blanco, gris, negro y rojo. Como todos los hervidores, sirve para tener el agua a punto para hacer té, infusiones o café. Pero, a diferencia de otros, este es además una obra de arte perfecta para lucir en el sitio más insospechado de la casa.

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Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

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