Conflicto y lenguas
Pese a la armonía que debería conllevar el reconocimiento de la diversidad lingüística en nuestra Constitución, unos cuantos se empeñan en hacernos creer que el catalán y el castellano se encuentran encasillados en dos bandos irreconciliables. Recientemente, en una clase de Derecho Constitucional en la Universidad Pompeu Fabra, un grupo de estudiantes se empeñó en que el profesor de dicha asignatura impartiera las clases en catalán, sin tener en cuenta a los estudiantes del resto de España e internacionales que, como es de suponer, no lo dominan. El debate se prolongó durante media hora, y durante ese periodo los pancatalanistas mostraron al castellano como una lengua que excluye al catalán. Parece que el esperpento en el que se encuentran las Universidades españolas tardará en desaparecer.— Luca Augello. Barcelona.