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El enigma de Georgina Rodríguez

La novia de Cristiano Ronaldo se ha convertido, en solo un año, en todo un personaje gracias a la fama del jugador. El pasado de la joven de 24 años está lleno de incógnitas

Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez, el pasado lunes en Lisboa.Vídeo: RAFAEL MARCHANTE (reuters) / epv
Mábel Galaz
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Hace 16 meses muy pocos conocían a Georgina Rodríguez, una joven veinteañera que llegó a Madrid con una maleta cargada de sueños y terminó trabajando de dependienta, y a veces poniendo copas en un bar, para poder pagarse el alquiler de su pequeño piso. Pero todo fue diferente el día en que Gucci la contrató para su nueva tienda en la llamada Milla de Oro de la capital. Uno de sus clientes más exclusivos se fijó en ella y, como si de un cuento se tratara, su vida cambió.

Testigos de esos días recuerdan como Cristiano Ronaldo se fijó pronto en ella y pidió que le atendiera. Que algo pasaba entre ellos era evidente, ya que el futbolista acudía cada vez más al establecimiento y ya directamente preguntaba por Gio — como él la llama—. Pero no fue allí donde intimaron. Ocurrió en una fiesta que dio Dolce&Gabbana, otra marca con tienda en la misma zona, a la que invitaron a los empleados de los locales cercanos. Sin un probador por medio Cristiano se lanzó abiertamente a la conquista y, según asistentes a esa cita, logró su propósito. Por esas fechas ya se sabía que el delantero del Real Madrid iba a ser padre de gemelos. Era la segunda vez que recurría a una gestación subrogada y en algunos campos de fútbol se oían cánticos que cuestionaban su sexualidad. Cuando los paparazis descubrieron la existencia de Georgina cercaron la esquina de la tienda en la que trabajaba. La situación se convirtió en insostenible para los clientes, molestos por la presencia de las cámaras. “No podía salir a atender ni con una caja de zapatos en la mano”, relata un testigo de esa situación. Gucci no le renovó el contrato tras poco más de un año como empleada. Pero Cristiano se preocupó de buscarle otro trabajo. Esta vez en un córner de Prada en El Corte Inglés. Tampoco duró mucho allí por el interés que despertaba su presencia. Para entonces, su relación con el futbolista había progresado. Se mudó a su casa, en la exclusiva urbanización de La Finca, y la pareja decidió tener un hijo.

Fue entonces cuando Georgina se convirtió en estrella. Sus redes sociales comenzaron a recoger sus progresos como socialité. Sus cenas con el jugador en restaurantes de moda, sus jornadas de compras en tiendas de lujo, sus viajes...Pero casi nada de su vida antes de Cristiano.

Gio nació hace 24 años en Argentina y a partir de los 12 años vivió en Jaca (Huesca). Su padre, Jorge Eduardo Rodríguez Gorjón, es de Avellaneda (Argentina) y vino a España por primera vez en 1984. En su país natal jugó en las divisiones inferiores del Racing de Avellaneda. Pero fue en Jaca donde se convirtió en el entrenador del Jacetano, de la Primera División Regional. Allí se le conoció como Menotti, por su parecido con el entrenador César Luis Menotti. Se enamoró de Ana María Hernández, de Águilas (Murcia), y con ella tuvo primero a Ivana María, que nació en Palamós (Girona) y luego a Gio.

Los padres de Georgina probaron suerte en el sector de la hostelería y abrieron una hamburguesería, La Esquina, ubicada en la zona de bares de Jaca, que todavía permanece activa pero con otros dueños al frente. El negocio no les fue bien y tampoco su matrimonio. Se marcharon de Jaca camino de Murcia y desde entonces la pista de la familia se difumina.

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Georgina ha dejado buenos recuerdos en la escuela de danza de Jaca donde coincidió con el patinador Javier Fernández. La describen como una niña alegre y educada, con sueños de ser algún día una gran bailarina.

El divorcio de sus progenitores marcó su vida. El padre de Georgina regresó a Argentina donde volvió a casarse y su madre se instaló en Roma, donde reside ahora. En las redes sociales de la novia de Cristiano hay contadas referencias a sus padres. Una de ellas la escribió el día en que nació Alana Martina, la niña que tuvo con el futbolista hace casi cinco meses. En Instagram habló de lo feliz que le hacía ver a su madre con su hija y añadía. “Amo a mis padres, amo a mi familia”. Quien siempre está junto a ella es su hermana Ivana, que se ha instalado también en la casa de Cristiano para ayudar a la pareja en el cuidado de sus cuatro hijos.

A sus 24 años y madre de familia numerosa, Georgina Rodríguez se ha convertido en un personaje que ocupa portadas todas las semanas y que sigue soñando, ahora con ser modelo aunque mientras se ha apuntado a un curso de contabilidad y aprenden a conducir. Cristiano muestra adoración por ella. Le dedica sus premios y presume de su vida cotidiana en pareja, algo que no hizo durante los cinco años que estuvo con Irina Shayk, una época en la que Gio trabajaba como babysitter en Inglaterra. Hay quien todavía no se cree al pie de la letra ni la historia de esta joven, que se define como “vividora de la vida, soñadora de los sueños”, ni la de Cristiano Ronaldo con ella. Pero de momento el cuento tiene feliz final.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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