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FIERAS DIVINAS
Columna
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Novedades

La moda como ciclo rápido impone un gusto cambiante, que afecta a la indumentaria y también al pensamiento y la literatura

Sombrero 'vintage'.
Sombrero 'vintage'.

El mundo gira a diferentes velocidades. Como modelo, viví el ritmo trepidante de la publicidad y la moda. Como estudiante, me sumergí durante largos y fructíferos años en edificios medievales habilitados con tecnología puntera. Allí, la innovación no se confunde con la novedad. Traspasar el umbral entre estos mundos es un auténtico viaje en el tiempo. Invertir cinco años en un doctorado abriendo una nueva área de conocimiento sin saber cuál será su aplicación es ser una friki en un mundo y una persona arriesgada y concienzuda en otro. Pasar cuatro años escribiendo un libro de divulgación que resume 20 años de investigación es una auténtica locura mercantil. Sin embargo, el avance del conocimiento y la elaboración de obras, artísticas, literarias y de pensamiento, requiere una cocción lenta, muy lenta, y una entrega desinteresada. Sus tiempos se alejan de la actual feria de las novedades.

A mí no me gusta cocinar. Requiere paciencia y la mía la ejercito en otros menesteres. No obstante, utilizo un paralelismo culinario para explicar a mis doctorandos en qué consiste un proyecto de investigación. Es como un buen caldo. Empieza con una olla muy grande, muchos ingredientes dispares, fuego, agua y tiempo. Termina ligado en un delicioso consomé. Por amor a la metáfora, todavía conservo el delantal de cocina de mis tiempos universitarios. Está muy gastado y no consigo dejarlo limpio, pero me duele desprenderme de él. Un atractivo estampado capta mi mirada en una tienda de diseño para el hogar. Lo admiro mientras entablo conversación con la dependienta, una simpática joven cubana a quien expreso mi apego al deteriorado mandil. Ella evoca con tanto orgullo y cariño el viejo delantal de su abuela isleña que resuelvo desgastar el mío completamente. Y va a tomar su tiempo.

No hemos sido modernas. Ni la familiaridad del trato es propia de las tiendas de diseño de consumo masivo, ni debe disuadirse a la clientela de la compra, ni yo estoy receptiva al cambio. Me resisto a la novedad por la novedad. Las tiendas de novedades que todavía quedan nos recuerdan dos sentidos diferentes de la palabra "moda": vestimenta y complementos y ciclo rápido de innovación-producción-consumo-descarte. La moda como ciclo rápido impone un gusto colectivo cambiante, que no solo afecta a la indumentaria, sino también al pensamiento y la literatura. Gira la noria. Me ato a mi viejo delantal. Prefiero quedarme quieta en mi cocina mental que marearme en el carrusel de las vanidades. Aquí no hay heroínas, pero tengo algo en la olla y así pienso tranquila.

@patriciasoley

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