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La tecnología es para ellas

#Sheisthecode es un programa de formación que pretende insertar en el mercado laboral a 50.000 chicas de 15 países africanos

Una mujer realiza su examen de ingreso al programa She is the code en Abiyán, Costa de Marfil, el 23 de marzo de 2016.
Una mujer realiza su examen de ingreso al programa She is the code en Abiyán, Costa de Marfil, el 23 de marzo de 2016.Daouda Coulibaly
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Miércoles, 23 de marzo de 2016. En las dos salas de reuniones de la Ong Akendewa de Abiyán, en Costa de Marfil, no cabe ni una persona más. Más de 50 jóvenes de entre 18 y 35 años realizan, totalmente concentrados, una serie de pruebas psicotécnicas. Han sido seleccionados después de pasar un primer filtro de 2.200 candidatos.

A lo largo de las horas van llegando unos candidatos tras otros para incorporarse a este ambiente estudiantil impregnado de estrés y nerviosismo. Dictado, cálculo rápido, redacción, entrevistas individuales y en grupo componen el menú. Cada uno de ellos quiere formar parte de She is the code, un programa de formación que, de acuerdo con el presidente y fundador de la organización, Jean-Patrick Ehouman, pretende promover la presencia de las mujeres en el campo de la tecnología pero haciendo especial hincapié en el liderazgo. Según él, las mujeres serían la solución de muchos problemas si fueran tenidas en cuenta. Una afirmación a la que se suma Audrey Ehouman, responsable de Patrimonio de la asociación. “Nuestro objetivo es facilitar a las mujeres las herramientas necesarias para desenvolverse por sí mismas”, afirma. El proyecto aspira a impartir formación a 50.000 jóvenes a través de 15 países de África. En la fase piloto, 100 jóvenes recibirán formación.

Delphine, de 34 años, es una de esas candidatas. Se empeña en aprobar las dos pruebas para poder acceder a la formación propiamente dicha. Han pasado ya algunos años desde que se vio obligada a dejar sus estudios porque sus padres no podían costearlos. Así que, para poder subsistir, y con un hijo a su cargo, se puso a trabajar de camarera en varios restaurantes hasta que un día se encontró con un amigo que le proporcionó un contrato temporal de telefonista en una empresa de su localidad.

Después de un año de trabajo, y cuando fue a solicitar un contrato indefinido, su amigo, contra todo pronóstico, le propuso tener sexo con él antes de conseguir un puesto fijo. Como se negó, Delphine fue despedida. Ahora, no quiere volver a vivir la misma experiencia. “Quiero formarme, tener un nivel de conocimiento aceptable para poder ganarme el pan con el sudor de mi frente sin esperar la ayuda de un hombre”, explica.

Quiero formarme para poder ganarme el pan sin esperar la ayuda de un hombre

Delphine, 34 años

El programa She is the code tendrá una duración de tres meses. Ofimática avanzada, marketing en redes sociales, emprendimiento e informática son las asignaturas que cursarán. Cuando finalicen los estudios, tendrán derecho a un empleo y a un mes de trabajo voluntario como formadoras de las recién llegadas.

Para Mariam Kone, de 27 años, la inmersión en el uso profesional de las tecnologías supone una gran oportunidad. Esta empresaria autónoma que trabaja en el ámbito publicitario cuenta con poner los beneficios de este aprendizaje al servicio de su joven empresa. “Gracias a esta formación aprenderé marketing digital y me abriré más al mundo”, dice.

Es necesario destacar que Akendewa es una organización no gubernamental que se fundó en agosto de 2009 y que trabaja para poner en marcha tecnologías de la información y la comunicación en África de manera general y en el territorio costamarfileño en particular. Además, los objetivos de esta ONG son el emprendimiento juvenil y la cultura de la paz a través de las nuevas tecnologías.

Traducción de Virginia Solans

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