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EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Jordi Hurtado, a la caza de Larry King

La televisión, un medio que ensalza y destruye con la misma facilidad, necesita de personajes emblemáticos

Rosario G. Gómez
Jordi Hurtado.
Jordi Hurtado.

En televisión, una de las máximas para fidelizar la audiencia es el tiempo. Muchos programas que han pasado por la pantalla como una exhalación tienden a argumentar que una retirada abrupta de la parrilla —generalmente porque carecen de la mínima calidad exigible— ha impedido que se consolidara el “hábito de audiencia”. Si una buena información necesita tiempo y dinero, la televisión requiere, ante todo, horas de antena. El presentador de TVE Jordi Hurtado lleva a sus espaldas 19 años ininterrumpidos presentando el concurso cultural Saber y ganar y ahora, una baja temporal mientras se recupera de “una pequeña intervención médica”, ha puesto en alerta a sus seguidores.

La cadena pública difundía esta semana una nota de prensa para informar de que a partir del 3 de mayo Hurtado sería sustituido por Luis Larrodera, elegido en su día por Chicho Ibáñez Serrador —uno de los grandes creadores de la televisión española— para conducir el mítico Un, dos, tres. Con este relevo queda desmentida aquella leyenda urbana de que las ediciones actuales de Saber y ganar están grabadas hace una década, que no deja de ser una más de las bromas que habitan en las redes sociales sobre la longevidad y el formidable estado físico de Hurtado. Lo cierto es que pese a que han transcurrido casi dos décadas desde que debutó en el formato, el presentador catalán transmite la misma frescura y energía del primer día.

De Jordi Hurtado se ha dicho en tono jocoso que es incombustible, que tiene la fórmula de la eterna juventud, que no envejece y es perenne. La versión hispana de Dorian Gray, el célebre personaje de Oscar Wilde en continua lucha contra el envejecimiento. Aunque apenas estará ausente de la pantalla “unas pocas semanas”, el millón y medio de espectadores que conecta Saber y ganar a la hora de la sobremesa le echarán de menos. Que se tome una baja médica demuestra que el programa de La 2 no está presentado por un robot ni el conductor es un holograma.

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Hurtado tiene el mérito de haber mantenido su imagen prácticamente intacta en cuatro lustros. Así como Ana Blanco (26 años dando la cara en el telediario) es la imagen de La 1, él es el icono de La 2 (o, al menos, el que más público conquista). Ambos han cultivado un estilo sobrio, profesional y sin estridencias. La audiencia les respeta y les respalda. Forman parte de la familia.

La televisión, un medio que ensalza y destruye con la misma facilidad, necesita de personajes emblemáticos. El legendario Larry King, uno de los periodistas más simbólicos de la pequeña pantalla, decidió en 2010 abandonar el espacio de entrevistas que había dirigido en el canal informativo CNN y por el que pasaron todos los presidentes de Estados Unidos desde Richard Nixon. El programa de King entró en el Libro Guinnes de los Récords por mantenerse 25 años en antena. Hurtado, que tiene justamente 25 años menos que King, podría destronarle sin problemas.

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