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El arte de regalar con éxito un disco de Grandes Éxitos

Las recopilaciones de 'hits' son a las navidades lo que las corbatas al Día del Padre: algo que codician quienes menos entienden de ello

Xavi Sancho
Freddie Mercury, el santo patrón de las compilaciones de Grandes Éxitos
Freddie Mercury, el santo patrón de las compilaciones de Grandes ÉxitosDALLE APRF /Cordon Press

Falta muy poco para esa época en la que millones de seres humanos compran por única vez en todo el año un disco, no para quedárselo sino para que se lo envuelvan para regalo. Y la mayoría de estos discos acostumbran a ser recopilaciones de grandes éxitos. No por nada, el único largo de la historia de Reino Unido que ha superado las seis millones de copias despachadas es el Greatst Hits de Queen, lanzado en 1981 y reeditado ad nauseam hasta colocarse en febrero de este año como el más vendido en las islas británicas. El segundo es el Gold, de Abba, otro eterno greatest hits.

La gente tiende a despreciar estos discos, pero hay grupos, como Abba, con los que una recopilación es la única forma sensata de escuchar más de media docena de canciones suyas seguidas Marc Burrows, periodista británico

“La gente tiende a despreciar estos discos, pero lo cierto es que hay grupos, como Abba, que solo tienen sentido como hacedores de singles, por lo que una recopilación es la única forma sensata de escuchar más de media docena de canciones suyas seguidas”, afirma el periodista británico Marc Burrows, para quien el desprestigio de este formato llegó en el momento en el que los álbumes dejaron de entenderse como una colección de canciones con alma de single y pasaron a tener cosas parecidas a un concepto, y a veces algo incluso peor. A pesar de ello, el hombre insiste: “Incluso en el caso de Radiohead, paradigma de banda en el que solo el álbum tiene sentido, su Best of sigue siendo la mejor manera de introducirse en su música”.

El disco recopilatorio puede afrontarse de forma cronológica –ahí se pueden denotar las fases por las que pasa el grupo, aunque casi siempre terminan resultando redundantes tras el sexto corte– o de forma aleatoria, saltándose cualquier solución de continuidad, asegurándose así de que quien lo escuche del tirón solo disfrute de canciones y pueda ahorrarse cualquier arrebato de análisis . Puede también lanzarse cada cuatro discos, que es lo que el canon sugiere, aunque cada vez más la industria ya no tiene la paciencia para eso. Existen discos de grandes éxitos donde su presentación en plural resulta harto optimista. “Según la obra del grupo creo que, al menos, debe haber una decena de temas seleccionables para poder empezar a hablar”, recalca Manuel Torresano, de Music As Usual, consciente de que Vanilla Ice o Tone Loc tiene en el mercado un best of.

También dicta la norma que es necesario incluir material inédito aunque, como recuerda Mark Kitkatt, capo del sello Everlasting, “si un material ha quedado inédito, por algo será”. Él diferencia entre recopilaciones vitales –en su caso, The Very best of Hot Chocolate, donde “no sobra ni falta una canción y no he tenido necesidad de comprar otro disco del grupo; es perfecto”– y otras que, realmente, no tienen sentido: “No necesito saber mucho más de Abba o The Carpenters de lo que me enseñan los pulquérrimos recopilatorios de sus singles. No se puede tener gran inquietud respecto a todos los artistas de la historia. Igualmente, no veo sentido en escuchar un greatest hits de Coltrane o Miles Davis. No tiene sentido hacer un greatest hits de The Fall, o de Funkadelic, por ejemplo. Ahora bien, uno con truco sería It's Alive, de The Ramones; las canciones de sus tres primeros álbumes tocadas el doble de rápido, y por ello, su mejor álbum”.

También dicta la norma que es necesario incluir material inédito aunque, como recuerda Mark Kitkatt, capo del sello Everlasting, “si un material ha quedado inédito, por algo será”

Esta Navidad llegan recopilaciones de Neil Diamond, Wilco, Selena Gómez o Carrie Underwood, y cada una cumple o deja de cumplir algunos de los preceptos básicos de todo esto. ¿Reina la anarquía en el grandes éxitos ahora que se despachan pocos discos, o ha llegado el momento de cambiar la ecuación a través de la que se componen? Kitkatt recuerda cómo el streaming y la libertad que otorga al oyente para escoger qué tema de cada álbum se desea escuchar, más allá de lo que el lanzamiento de singles imponga, puede cambiar radicalmente la ciencia de todo esto: “Como editor de discos, a través de los números de streaming veo que la canción más escuchada de, por ejemplo, Los Punsetes, se ha escuchado tres veces mas que la segunda, que en torno se ha escuchado el doble de veces que la tercera, y así paulatinamente y en progreso…”.

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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