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LA PARADOJA Y EL ESTILO
Columna
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¡Gracias, príncipe Harry!

"Unos se rompen las vestiduras, otros deberíamos plantearnos que es muchísimo mejor que una persona vinculada a una familia tan real practique el billar nudista antes de cumplir los 30 y no después"

Boris Izaguirre
Harry, tercero en la línea sucesoria al trono de Inglaterra, ha cultivado desde pequeño una imagen mucho más rebelde que su hermano Guillermo.
Harry, tercero en la línea sucesoria al trono de Inglaterra, ha cultivado desde pequeño una imagen mucho más rebelde que su hermano Guillermo.REUTERS

Antes, el fin del verano era agridulce, se alejaban las conquistas efímeras, se aproximaba una nueva temporada que asumíamos estresante, pero cargada de riesgos, un cierto porvenir. Ahora, en el primer verano del rescate, se acerca septiembre con angustia y la silueta de la directora Angela Merkel exigiéndolo todo en la vuelta al cole.

Sin embargo, también en estos calientes y silenciosos días de agosto hay esas noticias que empujan a ser más positivos. De verdad, si la crisis va a ser larga, ¿tenemos que vivirla siempre con este mal rollo, este agobio? ¿No hay destellos en la oscuridad? Sí, hay noticias agradables encubiertas entre las desagradables. Por ejemplo, el anuncio de la llegada inminente del “banco malo”, un organismo, una sociedad, un dispositivo… lo que sea, ideado para absorber, gestionar, digerir, como sea y con dinero público, las hipotecas pendientes en la España de las burbujas. Su llegada nos va sacudiendo un poco de la modorra estival. ¡También en las crisis se puede hacer dinero!

Hay nuevas y atractivas oportunidades de negocio: el banco malo y el casino. Ya hay quien se frota las manos. La vocación distraída y somnolienta del Gobierno con sus cambios de fecha en el estreno del nuevo banco ha provocado cierta ansiedad. Pero, reacios a dejarnos atrapar por la negatividad, deberíamos pensar en reunir tanto al banco malo y al sistémico en un casino. Como Eurovegas. Y… ¡a jugar!

Por eso debemos observar lo que ha hecho el príncipe Harry en su loco resacón en Las Vegas como algo que necesitamos asimilar antes que recriminar. Seamos, por una vez, sinceros: si Harry no se tomara estas libertades, escaparse a Las Vegas, desbarrar con sus amigotes y guardaespaldas de Scotland Yard, jugar al strip billiard –practicar el billar sin ropa– empapado de alcohol, sería una de las personas más incómodas de Reino Unido.

José Manuel Soria, ministro de Industria, y Cristóbal Montoro, de Hacienda, mantienen una disputa pública por la reforma energética.
José Manuel Soria, ministro de Industria, y Cristóbal Montoro, de Hacienda, mantienen una disputa pública por la reforma energética.GORKA LEJARCEGI

Aburrido, reprimido y soso, destinado a ser uno más en ese cajón de sastre de aristócratas desocupados que todos conocemos. Mientras unos se rompen las vestiduras reclamando comportamiento ejemplar, otros deberíamos plantearnos que es muchísimo mejor que una persona vinculada a una familia tan real practique el billar nudista antes de cumplir los 30 años y no después. ¡Cuanto antes, mejor! Porque si no lo hacen, pueden terminar cazando a lo loco o involucrados en negocios raros. El desparrame del príncipe nos lo ofrece atractivo en su pelirroja mala conducta y desnudez. Un varón con privilegios, pero sin frenos ante el abismo. Una metedura de pata, un descaro inoportuno que los tiempos que corren convierten en jarro de agua fría sobre el incendio.

La polémica ha encendido como un pebetero a la familia real inglesa, aliviado un poco a la nuestra y ahumado el magnífico dibujo dejado por los Juegos Olímpicos. Pero nos ha regalado un príncipe golfo, que tiene mucho seguimiento entre mujeres y varones. “Me gusta muchísimo más que su hermano”, comentan en los centros de belleza en Madrid. De seguro, Harry nos pedirá disculpas, pero debería soplarnos algún truco para triunfar en el strip billiard. Lo que también salta a la vista es que Scotland Yard, a cargo del cuidado del príncipe, no es lo que era. Se entiende que se diviertan junto al hijo de Diana, pero que no consigan requisar los móviles antes de la fiesta parece francamente inaudito. ¿Es que no han visto ni una película de James Bond estos policías?

También es una feliz coincidencia que el resacón de Harry en la capital del juego suceda mientras mantenemos el compás de espera para saber dónde quedará nuestra Eurovegas. ¿A qué español, noble o famoso, veinteañero o septuagenario, se le ocurrirá emular a Harry en nuestra autóctona Vegas? Mientras, se comenta la posibilidad de que quizá en una buena partida de billar sin ropa los ministros Montoro y Soria al fin consigan acabar su disputa sobre las energías renovables.

La imagen de la dramática restauración del 'Ecce Homo' de una iglesia de Borja (Zaragoza) por parte de una vecina del pueblo ha acaparado la atención en las redes sociales.
La imagen de la dramática restauración del 'Ecce Homo' de una iglesia de Borja (Zaragoza) por parte de una vecina del pueblo ha acaparado la atención en las redes sociales.

Decididos a buscar la noticia buena entre las malas, haciendo la crisis un pelín más llevadera, encontramos otra metedura de pata: la restauración radical por parte de la señora Cecilia Giménez, una vecina de Borja, en Zaragoza, de un Ecce Homo del siglo XIX en una iglesia de su localidad. La intervención sobre tesoros del arte clásico es una de las obsesiones de los artistas desde siempre y también del pensamiento posmoderno: ¡qué divertido es reinterpretar los clásicos! Allí están los británicos hermanos Chapman que, dejando en el aire el tema del copyright y la autoría, han intervenido brillantemente y con mucha polémica la serie Los horrores de la guerra, de Goya.

Por eso no deberíamos ser tan severos con la impulsiva artista octogenaria, que decidió restaurar el Ecce Homo sobre la pared de la iglesia dejándose llevar por su naturaleza, como el príncipe Harry, y terminó transformándolo en grafiti moderno para unos, un atentado para muchos y un churro para casi todos. Por eso ha triunfado en las redes sociales, porque tiene al mismo tiempo el tirón de lo ingenuo y lo atrevido. Quizá esta bienintencionada señora debería ser contratada por el ministro Wert para ocupar definitivamente el puesto de retratista oficial del Congreso, evitando así llegar a pagar miles de euros por los Ecce Homo de los ministros salientes. En el fondo, con el estropicio artístico y la llegada del banco malo en la cercanía de este septiembre, a todos se nos está poniendo cara de Ecce Homo.

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