Cruise y Holmes contraen matrimonio en un castillo a las afueras de Roma

Los actores Tom Cruise y Katie Holmes se han casado esta tarde en el castillo Odescalchi, de Bracciano, a 35 kilómetros al norte de Roma, en un enlace de fábula, entre pajes, banderas, antorchas, flores y multitud de amigos, muchos de ellos famosos cantantes y actores de Hollywood.

El actor Tom Cruise fue acompañado hasta el altar de la ceremonia por su padrino y mejor amigo, David Miscavige, máximo responsable de la Iglesia de la Cienciología, y la novia, la actriz Katie Holmes, por su padre, Martin Homes. En un comunicado difundido a los principales medios de comunicación estadounidenses, los representantes de los actores indican que ambos se casaron en una ceremonia oficiada por un ministro de la Iglesia de la Cienciología. En cuanto a la validez de la ceremonia, el comunicado indica que "como es costumbre entre las parejas que se casan fuera de Estados Unidos, oficializaron su matrimonio en Los Ángeles antes de salir".

El traje de la novia, cuya madrina de honor fue su hermana Nancy Blaylock, era un modelo palabra de honor con encaje tipo valencienne y bordado con cristales de swarovski, acompañado de un velo de tul color marfil y zapatos forrados en seda del mismo tono. Además llevaba un ramo de flores, también obra del diseñador Giorgio Armani, que incluía lirios de calla y hojas de galax.

Por su parte, el novio iba vestido con un esmoquin azul marino oscuro, con un cuello color marfil de seda de la misma tela, y a juego con el traje de la novia, según la nota. Los anillos eran de oro blanco de la casa Cartier

Tras la ceremonia, a la que asistieron unas 150 personas entre familiares y amigos, los novios cortaron un pastel de boda de chocolate blanco de cinco alturas decorado con rosas de mazapán, y Holmes se cambió el traje de novia por otro de noche color champán.

Expectación en Bracciano

La boda comenzó después de las seis de la tarde, y se supo que había concluido cuando se encendieron las numerosas antorchas colocadas en todas las almenas, ventanas, callejones y patios del castillo. El encendido, según los conocedores de los detalles de la boda, era la señal de que Tom y Katie eran ya marido y mujer, según la Iglesia de la Cienciología, a la que pertenecen los dos. Según ese rito, el esposo jura amor a la esposa, que a su vez le promete "hacerlo feliz". Además, regala a la esposa un gato y un peine, entre otros símbolos, mientras que el celebrante recuerda que "las mujeres necesitan vestidos, alimentos, tierna felicidad, collares, un peine, y probablemente un gato".

Cientos de personas hicieron guardia durante todo el día de ayer en los aledaños del recinto para poder captar una imagen o un gesto de alguna de las dos estrellas de Hollywood. Junto a los curiosos han sido muchos los periodistas desplegados en este pueblecito romano para cubrir una de las bodas del año. Cruise, con gafas de sol, ha saludado a la multitud cuando ha entrado en el castillo en el interior de una furgoneta negra Mercedes. La llegada de la novia se ha producido con anterioridad. En sus brazos llevaba a la pequeña Suri, la primera y hasta el momento única descendencia de la pareja.

Despliegue de seguridad

La ceremonia se ha celebrado en medio de fuertes medidas de seguridad. Sólo se ha permitido la entrada al recinto de los invitados, mientras que varios centenares de vecinos, curiosos y unos 250 periodistas y fotógrafos siguen el evento desde la plaza del castillo.

Las cámaras han captado la llegada de Will Smith y su esposa; Brooke Shields y su marido, Jim Carrey, Jennifer López y su marido Marc Anthony, Halli Berry, la cantante Kyllie Minogue, la mujer del jugador del Real Madrid David Beckhan, Victoria, entre otros. A la boda están invitadas 250 personas, entre las que los italianos son pocos. Se asegura que sólo han sido invitados el alcalde de Roma, Walter Veltroni; Giorgio Armani, el modista que la confeccionado los trajes de novios de la pareja y los de numerosos invitados, María Pace Odescalchi, la princesa dueña del castillo, y el cantante Andrea Bocelli, a quien se vio llegar al castillo y ha hecho declaraciones a la prensa.

Aunque en un principio se dijo que el cantante invidente cantaría el Ave María, Bocelli lo desmintió, asegurando que él es católico y dicha oración está ligada al cristianismo y no le parecía correcto cantarla para dos personas que militan en la Cienciología. En cambio, Bocelli aseguró que cantará al final en honor de la pareja.

La localidad de Bracciano, que se asoma al lago del mismo nombre, a 35 kilómetros al norte de Roma, y en especial los alrededores del castillo, amaneció prácticamente blindada: cinco controles de la policía impiden que curiosos, vecinos y periodistas se acerquen a las puertas de entrada, sobre todo a la secundaria que da a la plaza de la Preterina.

El sobrepeso de Tom

A los primeros invitados en llegar a Roma, Tom y Kate les ofrecieron la noche del jueves una cena en un restaurante romano. La prensa italiana comentaba que mientras los invitados disfrutaron de un espectacular banquete, Cruise tomó una ensalada porque su preparador personal lo tiene sometido a una severa dieta para quitarse algunos kilos de más que han obligado al diseñador Giorgio Armani a hacerle algunos ajustes al traje del novio. En cuanto a la novia, Holmes estaba tan indecisa que ha hecho a Armani confeccionar hasta cinco vestidos diferentes.

Algunos restaurantes han confeccionado menús especiales para la ocasión, con nombres de películas de Cruise, y un pastelero ha preparado hoy una gran tarta de cuatro pisos y en el último ha colocado las típicas figuritas de novios. En este caso, las de Tom y Katie. La tarta es de plástico, pero el pastelero lo que ha querido hacer, según ha dicho, es agradecer así a la pareja haber elegido Bracciano para casarse.

Se trata de la tercera boda para él y de la primera para ella, tras un noviazgo relámpago y el nacimiento de su hija Suri. Ella es primeriza y él tiene dos hijos adoptados con su ex mujer Nicole Kidman. Se desconoce si los novios venderán la exclusiva de la boda -sólo se ha publicado una foto de la niña y lo hizo la revista Vanity Fair-.