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'Batch cooking' de marzo: cocina una tarde y come toda la semana

¿Organizar el menú semanal te quita el sueño y de lunes a viernes no tienes tiempo? Aquí tienes muchas ideas de platos sencillos y sabrosos para cuatro personas que se preparan en una tarde.

Tiene sal negra porque se me terminó la sal normal
Tiene sal negra porque se me terminó la sal normalMÒNICA ESCUDERO

Queda poco para que la primavera empiece a asomar la patita y empezamos a tener ganas de vérsela: ahora queremos frutos rojos, ensaladas, días más largos y picnics; pero aunque todavía hay que esperar un poco para eso, podemos ir haciendo la transición entre estaciones, y disfrutar de ella. Todavía quedan noches para disfrutar de cremas, guisos y demás comida reconfortante, pero es muy posible que a mediodía disfrutemos de una sopa que se pueda tomar un poco menos caliente y estofados más ligeritos, donde la verdura y los cereales retocen con las legumbres (o directamente tomen su lugar).

Voy a aprovechar para hacer una declaración de amor a uno de los mejores inventos del mundo: el refrito de ajo con un aceite de oliva virgen extra, pimentón al gusto -para mí, una mezcla de ahumado y picante- y un buen vinagre (de Jerez para un acabado potente, de manzana si se va a usar para aliñar algo de sabor más suave). Prepararlo es un momento y no tiene más truco que retirar el cazo del fuego rápidamente al poner el pimentón, para que se tueste un poco pero no se queme. Pero hacer siempre de más y tenerlo en la nevera te ayudará a convertir cualquier verdura al vapor, pescado a la plancha o plato de legumbres en un manjar.

Muchas de las combinaciones de platos que proponemos son bastante intercambiables entre sí; algunas están escogidas por la necesidad de preparar al momento uno de sus ingredientes. Por ejemplo, los huevos a la plancha que acompañan la crema de verduras en una de las cenas, que podemos convertir igualmente en una buena opción para comer si los hacemos duros y los ponemos por encima (o los añadimos la ensalada de endivias). Esta semana tenemos un baile de ollas y cazuelas mayor de lo habitual, pero los tiempos de preparación son todos bastante cortos, así que en realidad el proceso es rápido: pasar la comida a las tarteras -que dejaremos abiertas hasta que baje un poco la temperatura-, darle un lavado a la olla y listos para el siguiente paso.

Los contramuslos de pollo al vino blanco, el guiso de boniato y maíz, la crema -ya que no lleva patata- o el bacalao con tomate son platos que podemos congelar sin problema y tomar hacia el final de la semana, e incluso, sobre todo en el caso del pollo que ocupa menos, doblar cantidades y vivir de rentas un par de comidas de la semana siguiente. Aunque las cantidades son bastante generosas, si crees que alguna comida se te queda corta aprovecha para añadir cualquier hortaliza o verdura cruda que tengas a mano; y esto también sirve para el siguiente escenario.

Si dejas algunos de tus básicos —en cada casa son diferentes— preparados en una bandeja dentro de la nevera, la persona dormida que eres por la mañana puede agradecerlo mucho. Ingredientes como huevos duros, algún queso fresco con cierto sabor -de cabra o de oveja, por ejemplo-, pepino o tomates cherry para comer en tostada o bocadillo te harán la decisión más rápida y fácil (preparar un poco más de la vinagreta de nueces de aliñar las ensaladas de la semana también te irá bien para esto, queda de muerte con aguacate y un puñado de rúcula). Cuanto más apetecible -para ti-, fácil de preparar y saludable sea lo que tienes a mano para picar, más difícil será que acabes zampando cualquier cosa que compres por el camino.

Otras buenas opciones para desayunar son yogur o kéfir, leche o bebida vegetal con copos de avena para tomar fría o caliente -tal cual o con un poco de chocolate con un 70% de cacao, coco rallado o en copos, cacao o pasas, orejones o dátiles picados, frambuesas o arándanos-, queso fresco o quark, fiambre casero de pollo, hummus o cualquier otro untable de los que hemos preparado por aquí. Las frutas de temporada como mandarina, kiwi o -a partir de mitad de mes aproximadamente, con suerte- fresas, también son ingredientes a tener siempre en cuenta.

Cenas

Comidas

Ingredientes

Fruta y verdura

  • 1 calabaza violín de 1,2 kilos
  • 11 cebollas
  • 6 berenjenas medianas
  • 750 g de tomates cherry
  • 4 calabacines medianos
  • 3 cabezas de ajo
  • 200 gramos de espinacas baby
  • 400 g de espinacas frescas
  • 3 manojos de espárragos verdes
  • 4 limones
  • 20 zanahorias
  • 300 g de corazones de alcachofa troceados (pueden ser congelados)
  • 4 pepinos
  • 2 pimientos
  • 1 kg de patatas nuevas
  • 300 g de champiñones
  • 2 boniatos grandes
  • 1 kg de guisantes (pueden ser congelados)
  • 6 endivias

Aves

  • Entre 12 y 16 contramuslos de pollo sin hueso
  • 8 huevos

Pescado

  • 1 kg de bacalao en dados grandes

Carne

  • 250 g de lacón
  • 1 hueso de jamón
  • 120 g de jamón en taquitos

Lácteos

  • 350 g de queso de tetilla

Además

  • Sal y pimienta
  • Aceite y vinagre
  • Hierbas provenzales
  • Vino blanco
  • 800 g de lentejas cocidas
  • Tomate frito (opcional)
  • 700 g de garbanzos cocidos
  • 1 lata de leche de coco
  • Pasta de curry (opcional)
  • Sésamo (opcional)
  • 1,2 kilos de tomate troceado en lata
  • Aromáticas al gusto
  • Pan integral
  • 800 g de judías blancas cocidas
  • Un tarro de tomate seco en aceite y hierbas
  • 1 kilo de maíz dulce cocido
  • 60 g de nueces
  • Pimentón al gusto

Instrucciones

1.
Encender el horno a 180 grados y poner en una de las bandejas una calabaza violín de aproximadamente 1,2 kilos con piel cortada, 3 cebollas enteras y 6 berenjenas medianas.
2.
En la otra bandeja, poner una bandejita con 500 gramos de tomates cherry, 4 calabacines medianos cortados en cuartos a lo largo y después en cuñas, entre 2 y 4 dientes de ajo pelados y picados, sal, pimienta, aceite y vinagre al gusto (una de las dos veces que los tomemos irán en formato ensalada con cuscús y espinacas frescas, así que mejor ser un poco generoso con el aliño).
3.
En una segunda bandejita, poner 3 manojos de espárragos verdes -más o menos un kilo, que quedarán en unos 800 gramos una vez limpios- a los que quitaremos la parte más dura doblando los espárragos con los dedos hasta que se rompan. Aliñar con un poco de zumo y ralladura de limón, sal, hierbas provenzales, sal y pimienta y llevar al horno al lado de los tomates y calabacines.
4.
Mientras se cocina, preparar una cazuela con 6 cebollas peladas y cortadas en tiras, un fondo de aceite y un poco de sal. Poner en una cazuela y llevar a fuego medio hasta que transparenten.
5.
Pasados 10 minutos, dar unas vueltas a los espárragos, y pasados 15 a los tomates y los calabacines, y dar la vuelta a las berenjenas (la parte de arriba, abajo). Los espárragos estarán listos en unos 20 minutos en total, los tomates en 30-40 y las berenjenas pueden tardar entre 45 minutos y una hora. La cebolla y la calabaza tardarán entre una hora y una hora y media (si se ponen en la parte de arriba del horno se tostarán ligeramente, lo que dará mejor sabor a la crema).
6.
Cuando las berenjenas estén listas, abrirlas por la mitad a lo largo y dejar que suelten el jugo. Después, distribuir por encima el el lacón en daditos y el queso de tetilla y gratinar ligeramente, sin pasarse, o después al calentarlo quedará duro. Hay tres mitades por persona en total: se puede tomar una mitad la comida y dos con la cena o al revés, dependiendo del hambre (o tomar la salomónica opción de servirse una y media cada vez).
7.
Cuando la cebolla transparente, separar la mitad en un bol y añadir 8 zanahorias ralladas o troceadas pequeñas. Dorar en una cazuela entre 12 y 16 contramuslos de pollo sin hueso -dependiendo del tamaño que tengan- cortados por la mitad previamente salpimentados, añadir la mitad de la mezcla de zanahoria y cebolla y unos 300 ml de vino. Dejar que se cocinen unos 10-15 minutos, destapando si es necesario después de los primeros cinco minutos para que el vino y los jugos se evaporen y la salsa coja cuerpo: los contramuslos ya estarán listos.
8.
Poner la otra mitad de la mezcla de cebolla y zanahoria en una olla con 300 gramos de corazones de alcachofa troceados -pueden ser congelados-, un hueso de jamón y medio litro de agua. Dejar hervir unos 15 minutos destapado; pasado ese tiempo añadir 120 gramos de jamón en taquitos y unos 800 gramos de lentejas ya cocidas (si se quiere, también 3 cucharadas de tomate frito). Dejar hervir todo 5 minutos más y listo.
9.
Sacar la carne de la calabaza asada con una cuchara y llevarla a una olla con la cebolla asada pelada y troceada, 600 gramos de garbanzos (reservar 100 enteros para decorar y dar textura), 1 litro de agua o caldo de verduras y una lata de leche de coco. Aliñar al gusto -con pasta de curry está buenísima-, llevar a ebullición cinco minutos y triturar. La crema está lista: decorar con los garbanzos reservados y, si se quiere, con un poco de sésamo o su aceite.
10.
Poner en un táper dos tazas de cuscús con dos tazas de agua, sal al gusto y un poco de aceite: la sémola se hidratará sola sin necesidad de calentarla.
11.
Dividir en dos la mitad de la cebolla reservada sin zanahoria. Poner una de las mitades en alguna de las cazuelas ya desocupadas con 1,2 kilos de tomate troceado, un poco de aceite, sal, pimienta y aromáticas al gusto y llevar a fuego medio hasta que el aceite empieza a separarse del tomate. Es el momento de añadir 1 kg de bacalao en trozos, desalado -si está al punto, tenerlo en cuenta a la hora de salar la salsa- y dejar cocinar destapado unos 10 minutos más para que la salsa se acabe de compotar. Es importante no recalentarlo muy agresivamente para que no se seque (y recomendable servirlo con un poco de pan para mojar).
12.
Añadir a la cebolla restante 300 gramos de champiñones cortados en cuartos y 2 boniatos grandes pelados y troceados (en trozos de unos 2 cm). Dar vueltas unos cinco minutos, añadiendo un poco más de aceite si fuera necesario. Añadir 400 ml de agua, especias al gusto y llevar a ebullición a fuego suave durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, añadir un kilo de maíz dulce cocido -si es de lata, con su líquido de cocción- y dejar hervir todo junto cinco minutos más.
13.
Preparar una vinagreta con 60 gramos de nueces picadas, 90 ml de aceite, sal, pimienta y vinagre al gusto. Reservar en la nevera para aliñar las endivias.
14.
Saltear 400 gramos de espinacas frescas hasta que pierdan volumen y triturarlos con 800 gramos de judías blancas cocidas, un tarro de tomate seco en aceite y hierbas -con todos sus aderezos- y un chorrito de agua bien fría hasta conseguir la textura deseada. Si el tomate no tiene ningún aderezo ácido, añadir limón o vinagre al gusto (el sabor subirá con el reposo).
15.
Cortar dos pepinos, cuatro zanahorias y un pimiento en palitos. Estas crudités en un tarro o bolsa de silicona bien cerrada aguantarán bien tres días en la nevera: en ese momento habrá que repetir el proceso con el resto para acompañar el untable el resto de la semana.
16.
Preparar una cazuela con agua salada. Llevar a ebullición y añadir 1 kilo de patatas nuevas peladas y troceadas. Cuando hierva de nuevo, contar cinco minutos y añadir seis zanahorias cortadas a lo largo en cuartos y después en dos o tres trozos y dos cebollas en láminas gruesas. Cuando hierva de nuevo, contar cinco minutos y añadir un kilo de guisantes congelados. Cuando hierva de nuevo, contar cuatro o cinco minutos y todo estará listo. Para acompañar la verdura, poner en un cacito 200 ml de aceite, llevar a fuego suave y cuando hierva añadir entre 4 y 6 ajos pelados y laminados. Cuando empiecen a dorarse, añadir pimentón al gusto, retirar del fuego para que no se queme y remover. Añadir vinagre y sal y devolver un par de minutos al fuego. Repartir el aderezo por la verdura bien escurrida.

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