La suerte de producir leche para los demás

Nació en Galicia en 1989, pasó su infancia entre Suiza y Estados Unidos, y desde 2006 vive su madurez como portuguesa. Leche Celta, con sede en Pontedeume (A Coruña), pasó de ser una empresa familiar a integrarse en la multinacional estadounidense de alimentación Dean Food, para acabar en manos de la lusa Lactogal. Un viaje que le ha dado suerte a esta empresa agroalimentaria, que hoy cuenta con 356 empleados y que ha visto cómo sus ventas crecían en el último año, pese a la caída del 7,2% del consumo de leche líquida en 2022 respecto a 2021, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Frente a los 234 millones de euros facturados en 2021 con pérdidas de 589.045 euros, en 2022 la cifra se elevó hasta casi los 300 millones y el resultado neto volvió a los números verdes con un beneficio de 1,14 millones. Unas cifras que suponen casi la tercera parte de las ventas totales de Lactogal que, en 2002, alcanzaron los 994,9 millones de euros.

Leche Celta despachó el pasado año 365.000 toneladas de producto en forma de leche, nata, batidos o mantequilla (todas en España, ya que la exportación no entra en sus planes), que llegan desde sus tres plantas ubicadas en Galicia, Cantabria y Ávila, y de sus tres marcas, Celta, la estrella de la casa, La Vaquera y Campobueno. Para 2023 sus previsiones apuntan a incrementar la producción en un 10% y a subir los beneficios también un 10%. Un vaticinio sujeto a los vaivenes de la situación mundial. “Es un momento de incertidumbres, vivimos en un entorno complejo, incierto, poco predecible, aunque la evolución de los costes y de la energía se están empezando a comportar mejor. Nos amenazan los conflictos mundiales, pero también el cambio climático. Todo afecta al consumo y a su mantenimiento”, explica Álvaro Calderón, director de Operaciones de Leche Celta.

Mientras el futuro se configura, Leche Celta reconoce que, de momento, tiene en la marca de distribuidor la gallina de los huevos de oro, que concentra el 75% de sus ventas. “El incremento del precio de la leche y la situación inflacionaria han provocado un trasvase de cuota de venta de marcas de fabricantes a las de distribuidor. Esto nos ha favorecido. Aunque también hemos sufrido la bajada de ventas de Celta, nuestra marca más conocida, en un 7% en 2022″, subraya Calderón.

Para el desarrollo y comercialización de la marca blanca, Leche Celta creó años atrás la sociedad Iberleche, que vendió más de 235 millones de euros el pasado ejercicio. Hasta hace unos meses compartía accionariado y gestión con la asturiana Capsa Food (Central Lechera Asturiana), que asumía un 34%, del que se desprendió recientemente. Una unión que se realizó para plantar cara a las grandes del sector como Lactalis (Puleva, El Ventero…) y conseguir contratos generosos con las cadenas de supermercados más importantes del país para elaborar su marca blanca.

Ahora, con Capsa fuera de su tablero, parece que ni la situación de Leche Celta ni su objetivo van a cambiar. “Había una estrategia común y ya no la hay. Se ha producido un cambio amistoso”, afirma el directivo. De momento, la sociedad Iberleche va a seguir en activo y, según el ejecutivo, van a tirar solos para adelante. “Es una herramienta útil y lo va a seguir siendo. Nunca se sabe si la estrategia puede cambiar y contaremos con otro socio en algún momento”, añade. Por ahora, sigue atendiendo a sus clientes a través de esta sociedad; clientes entre los que se encuentran los grandes del panorama de la distribución como El Corte Inglés, Carrefour, Eroski o Dia, aunque su mayor comprador es la cadena alemana Lidl para su marca Milbona.

Con un plan estratégico que se extiende hasta 2024 y siempre con la leche como referencia, alrededor de la que ha desarrollado una amplia gama de productos (leches básicas, frescas, pasteurizadas, enriquecidas…), Leche Celta ha decidido diversificar el negocio con el queso. Un producto que tendrá en la factoría de Ávila su centro de elaboración (una planta en la que ya se transforman 80.000 toneladas de leche UHT, sobre todo para marca de distribución) y para la que han destinado 1.800 metros cuadrados. La inversión asciende a 13 millones de euros. “Somos relevantes en líquido y damos el salto a sólidos. Es un impulso importante para nuestro mercado que se centra en España y Portugal”, señala Calderón. Nuevos productos de cuatro categorías: blancos pasteurizados, porciones y culinario, loncheados y fundidos rallados, aunque esta última tendrá su centro de producción en Portugal.

La nueva división se gestó a finales de 2022 y sus productos estarán en los lineales en el primer trimestre de 2024, tanto con la marca Celta como con la de distribuidor. Con 71 empleados en la actualidad, a los que se sumaran 35 nuevos puestos en 2025, la capacidad de producción estimada para el queso será de 12.000 toneladas.

Natas y bechameles

No solo es el queso su nueva apuesta. También van a aumentar su cartera con natas y bechameles con envases sostenibles e innovadores “porque no existen en el mercado”, apunta. Una apuesta por la innovación que les define desde sus comienzos, cuando fueron los pioneros en comercializar la leche en envases de 2 y 1,5 litros, hasta entonces desconocidos en el mercado.

También en mantequilla van a dar un salto en lo que a formatos se refiere. Con la fábrica de Pontedeume como centro de operaciones, van a lanzarla en tarrinas con capacidades desde 200 gramos hasta 1 kg, que llegará al mercado en 2024 con la marca La Vaquera. “Es un producto que sirve para transformar la materia grasa excedente, ya que si no lo haces tienes que venderla a otras industrias. Nos parece que tiene interés, complementa el negocio y es bueno diversificar”.

Por otra parte, la coruñesa ha destinado una partida de 7,9 millones de euros a su apuesta por la sostenibilidad. Pondrá en marcha un sistema de autoconsumo con energía renovable y de descarbonización. También en unos meses presentarán su botella 100% reciclada, mientras siguen apostando por el incremento del plástico reciclado en sus botellas o por los envases sin aluminio.

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