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El Tesoro demuestra la ‘tacañería’ de los bancos

Las entidades financieras hacen oídos sordos al éxito de la demanda de deuda pública y no piensan subir a corto plazo el interés de sus depósitos

Banco de España Tesoro
Colas junto a la sede del Banco de España el pasado 3 de febrero para comprar letras del Tesoro.Carlos Luján (Europa Press) (Europa Press)

Las familias españolas tienen más de un billón de euros en depósitos, según las cifras de cierre de 2022 del Banco de España. La mayor parte de ese dinero está en barbecho o, lo que es lo mismo, no genera a sus propietarios ningún tipo de rendimiento. Así que las largas colas de los últimos tiempos ante algunas de las sucursales del Banco de España de personas con intención de comprar letras del Tesoro se explican fácilmente. Entre un tipo de interés del 2,5% y hasta casi un 3% según los plazos que ofrece nuestra deuda pública nacional y, en general, un 0% de los depósitos, la diferencia es significativa. Aunque sea insuficiente para compensar el alza de los precios, un 5,9% en tasa interanual.

Desde las primeras imágenes de esas largas colas han pasado ya varias semanas y los bancos que operan en nuestro país, al menos los más grandes y conocidos, pese al alza de los tipos de interés —el Banco Central Europeo los subió de nuevo a principios de febrero hasta situarlos en el 3%—, no parecen darse por aludidos. No se los ve tentados, al menos a corto plazo, de iniciar ninguna guerra en el terreno de los depósitos. Como señalan desde iCapital en su informe Tendencias 2023, riesgos y oportunidades para los mercados financieros, “el fenómeno va a continuar, pues la banca no cambiará su postura de no pagar por el pasivo de sus clientes”. Desde su punto de vista, esta falta de remuneración, “salvo escasas excepciones y frecuentemente nada sencillas de acceder”, es la que permite que las letras del Tesoro aparezcan como “un oasis de seguridad y rentabilidad para el ahorrador/inversor español”.

En el otro lado se sitúan los bancos, básicamente extranjeros y de menor reconocimiento, que sí empiezan a jugar esta partida. Algunos ejemplos desde la plataforma online Raisin: BluOr Bank, de Letonia, paga un 3,06% anual a 12 meses; YouUnited, de Francia, un 3,25% anual pero exige 24 meses de permanencia, y la italiana Banca Prometo, un 3,43% a tres años.

Liquidez suficiente

Las entidades financieras españolas, según reconocen sus responsables, tienen, en general, suficiente liquidez y prefieren apostar por ofrecer a sus clientes más conservadores otros activos financieros, básicamente fondos de inversión de renta fija, monetarios o garantizados, con comisiones que, en principio, les resultan más jugosas. Lo más reciente en el escaparate es el Fondo Naranja de ING, con un 4% a dos años; el de Ibercaja, que invierte en deuda pública española e italiana con una rentabilidad objetiva del 2,15% TAE; el de Gestifonsa, la gestora de fondos de Grupo Caminos, que ha lanzado un fondo de rentabilidad objetivo con una tasa anual equivalente (TAE) no garantizada del 2,24% en un plazo de 18 meses para los clientes de Banco Caminos y Bancofar o los de Mutuafondo Deuda Española y CaixaBank Deuda Pública 2024, centrados en los activos públicos no solo nacionales sino también básicamente italianos.

La otra pata de la estrategia a corto plazo de la banca española es empezar en todo caso a jugar de nuevo la baza de las cuentas corrientes, con rendimientos que para un año se pueden acercar al 2% y con un cierto premio si se domicilian las nóminas. Entre las compañías aseguradoras también hay cierto movimiento: incluso alguna empresa se atreve con el lanzamiento de seguros de ahorro con rendimientos garantizados algo inferiores al 3% pero a plazos de tres años.

La próxima subasta de letras del Tesoro se celebrará, para plazos de 6 y 12 meses, el próximo 11 de abril; para 3 y 9 meses, el 18 de ese mismo mes, aunque en ambos casos se emitirán efectivamente tres días más tarde. Desde hace unos días ya se pueden presentar las correspondientes solicitudes de compra de estos títulos, si bien no habrá que entregar a cuenta el 2% del importe solicitado (o el 100% si se hace un depósito previo) hasta uno o varios días antes, según se haga vía cheque conformado, bancario o efectivo o cheque no conformado. Estas solicitudes se pueden presentar en cualquiera de las sucursales del Banco de España, con cita previa (realmente difíciles de conseguir), hasta las dos de la tarde del día anterior a la subasta; a través de internet: www.tesoro.es (con ciertos problemas técnicos desde hace semanas) o en cualquier intermediario financiero (que cobrará su correspondiente comisión).

Peticiones mínimas

Las peticiones de letras del Tesoro pueden ser desde 1.000 euros y hasta cinco millones por postor (siempre en múltiplos de 1.000) y, a su vez, del tipo competitivas: el suscriptor fija el tipo de interés que desea obtener (en tanto por ciento con tres decimales) o no-competitivas: éste no fija el tipo de interés, y se atiene al medio ponderado resultante de la subasta. En la última, el tipo medio de las letras a 3, 6, 9 y 12 meses quedó establecido en el 2,494%; 2,675%; 2.938%; y 2,813%, respectivamente, respectivamente.

A la hora de invertir en cualquier activo es importante tener claro que una cosa es la rentabilidad nominal y otra el rendimiento real. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado esta semana el dato definitivo de inflación correspondiente al mes de enero de 2023. Los precios subieron en tasa interanual (últimos 12 meses) un 5,9%. Esto es lo que ha pasado; lo que vaya a suceder con la inflación en los próximos 3, 6, 9 o 12 meses es simplemente un misterio. Y ojalá alguien tuviera alguna certeza al respecto, porque realmente el dato es relevante para calcular si invertir en letras del Tesoro con tipos medios en todos los plazos inferiores al 3% permite o no obtener un rendimiento real.

Hace unos días, la Comisión Europea actualizó sus previsiones económicas al respecto; en el caso de España, situó en el 4,4% la inflación en 2023 y el 2,3% para 2024. Con estos datos, invertir hoy por hoy en letras del Tesoro no ofrece una rentabilidad real; o más bien la ofrece negativa, más allá de un punto y medio porcentual en prácticamente todos los plazos.

Para Luis Alberto Iglesias, de Value School, si bien la falta de remuneración de la banca a sus depósitos justifica el interés por las letras del Tesoro, éstas son, a su juicio, una “inversión con un atractivo relativo” porque, tal y como él alerta, incorporan “una pérdida segura de poder de compra” solo justificable para ahorradores de perfil conservador y aversos al riesgo.


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