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La música vuelve a sonar para Amadeus

La empresa de tecnología especializada en viajes se beneficia de la vuelta a la normalidad tras la pandemia, sube en Bolsa y retomará el pago de dividendos

Amadeus viajes
Sede de Amadeus en Madrid.

Si las empresas encarnaran a personajes literarios, Amadeus podría ser la Dorothy que sigue las baldosas amarillas hacia la ciudad de los beneficios. La compañía que crearon hace 36 años Air France, Iberia, Lufthansa y SAS para conectar a los proveedores de viajes con las agencias en tiempo real ha sufrido tres años de pesadilla por el impacto de la pandemia en las líneas aéreas y en el turismo. El desplome obligó a ajustar los costes y a suspender el reparto de dividendo durante tres ejercicios. El entorno ha cambiado. No faltan las sombras, pero Amadeus está a punto de doblar la esquina de la pandemia y volverá a pagar a los accionistas. “Nuestro consejo de administración determinará a finales de este mes la propuesta de aplicación de resultados, que será sometida a la aprobación de la junta de accionistas en junio”, confirma la compañía.

En 2020, Amadeus fue uno de los valores que más sufrieron los efectos de la covid-19. Ese año, la caída llegó a ser del 52%, con un mínimo anual de 35,22 euros. Hoy cotiza en torno a los 60 euros y la situación es distinta. La empresa ha aguantado y 2023 puede ser el año de la recuperación definitiva y la vuelta a los beneficios tras las pérdidas de 2020 (505 millones) y 2021 (122,6 millones). La industria aérea volverá a ser rentable este año por primera vez desde 2019, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Para 2023, la IATA proyecta un beneficio neto de 4.465 millones de euros, con más de 4.000 millones de pasajeros transportados. Para Amadeus, la recuperación de la actividad de las aerolíneas es agua de mayo. Ahí encuentra el 80% de su negocio.

En el área de servicios al turismo, los números son aún mejores. Las grandes cadenas hoteleras, entre ellas las españolas, han dejado definitivamente atrás la pesadilla pandémica. Las empresas hoteleras españolas facturaron el pasado año 12.500 millones de euros, el doble que un año antes y un 10% por encima del nivel precovid.

La buena marcha del sector ha sacado brillo a las cuentas de Amadeus. Hasta septiembre, todos los segmentos de la compañía mejoraron resultados, pero fueron especialmente positivos en el segmento hotelero. Los ingresos totales en el trimestre alcanzaron los 1.217 millones de euros, el 86,8% de los registrados en el mismo periodo de 2019; pero en el área hotelera, los ingresos llegaron al 99,2% de los niveles prepandemia. Buenas noticias para una compañía en cuyo capital no hay un accionista principal —la mayoría son grandes gestoras como BlackRock, Capital Research o Massachusetts FJ— y que mantiene un elevado porcentaje de acciones que se negocian libremente en Bolsa (free float).

Los inversores están muy atentos al cambio de aires. La cotización de Amadeus lleva una subida acumulada en 2023 superior al 17% y más de un 26% desde los mínimos anuales de septiembre de 2022. Según Íñigo Isardo, de Link Securities, “la evolución indica un cierto nivel de sobrecompra, en línea con el resto del mercado, también bastante sobrecomprado”. La gran prueba está en Semana Santa y verano. “Si se confirma la recuperación del sector”, apunta el analista, “Amadeus puede seguir consolidando sus subidas en el segundo semestre de 2023″.

No todo el camino está despejado. JP Morgan ha identificado algunas de las sombras: menos viajes de negocios; frenazo en el crecimiento económico por la guerra; más competencia de compañías como Lufthansa, que intentan promover sus propios canales; iniciativas como Google Flight, también con sus propios canales, y, por último, la consolidación y fusiones de líneas aéreas que “podrían dañar los volúmenes o el poder de fijación de precios de Amadeus”. La posibilidad de que se produzcan concentraciones obedece a que muchas empresas —aerolíneas, hoteles y agencias— han salido financieramente tocadas de la crisis.

Hueco en el metaverso

En sus informes sobre la compañía, JP Morgan también anota un elemento interesante en la estrategia de Amadeus: su negocio cada vez está más orientado al soft­ware. Álvaro Blasco, analista de ATL Capital, destaca cómo la compañía ha ido ampliando los nichos de actividad. “Lo último”, explica, “ha sido el lanzamiento de soluciones para el metaverso. Puede ser una inversión que lleve tiempo rentabilizar porque el metaverso va despacio y requiere dinero, pero puede tener éxito”. A principios de año, Amadeus y la plataforma de innovación The Wise Dreams anunciaron un acuerdo para lanzar el proyecto denominado Triportation para llevar la inteligencia artificial, la realidad virtual y el metaverso al sector del turismo. Triportation instalará puntos de realidad virtual en las agencias de viajes para que el comprador-viajero pueda recrear de forma anticipada aquello que contrata.

Amadeus presume de que su principal ventaja competitiva es su tecnología. Hasta septiembre de 2022, la empresa destinó 718 millones a I+D, un 31,4% más que en el mismo periodo de 2021. El esfuerzo le ha permitido, entre otras operaciones, lanzar una solución de viajes para empresas, junto con Microsoft (Proyecto Cytric Easy) e integrar su negocio de pagos en una nueva entidad (Outpayce), activa desde principios de año. En un paso más allá, ha solicitado una licencia de dinero electrónico al Banco de España, lo que permitirá a los clientes efectuar operaciones de pago en otros establecimientos.

El futuro no está libre de amenazas para el negocio, pero las bases de la compañía son sólidas. Así lo cree Iván San Félix, de Renta 4: “Está bien preparada, con una deuda neta en niveles de 1,4 veces su ebitda. Un nivel relativamente bajo, aunque es cierto que sin haber pagado dividendos”. San Félix apunta que “siempre que han estado en la parte baja [de deuda] se han decantado por hacer adquisiciones”. Una posibilidad abierta.

Amadeus se reserva más detalles hasta la presentación de resultados prevista para el próximo día 24 de febrero. Pero reitera que los buenos resultados operativos, “la sólida actividad comercial [acuerdos recientes con Lufthansa o Ryanair] y la recuperación del volumen de viajes permiten confiar en el futuro”. En esa línea, Juan Tuesta, analista de Bankinter, considera que la compañía ha sabido capear una “época durísima” y sin graves consecuencias. “A finales de 2023 o principios de 2024 deberíamos ver ya un Amadeus con el mismo negocio, a nivel volumen, que tenía antes de la pandemia”. Una buena marcha que, en su opinión, “no se traducirá a corto plazo en operaciones de gran calado”.

Dependerá, en todo caso, de cómo evolucionen los precios y la situación internacional. Javier Serrano, experto de Afi, estima que la inflación, “si bien continuará elevada, será menor que la de 2022″. Miel sobre hojuelas; algo bueno que puede ser aún mejor. “Si una inflación muy elevada en 2022 no impidió el crecimiento del turismo en todos los indicadores, llegada de turistas, gasto y empleo, no creo que este elemento sea un problema de cara a 2023″, concluye Serrano.

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