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It closet, la ‘start-up’ de ropa de segunda mano que capitaliza la pereza

La empresa facilita a los particulares la venta de sus prendas usadas y se apoya en ‘influencers’ como Paula Gonu

Pablo Rodríguez (izquierda) y Gonzalo Marijuan, junto a parte del equipo de la empresa.
Pablo Rodríguez (izquierda) y Gonzalo Marijuan, junto a parte del equipo de la empresa.
Pierre Lomba

El mercado de segunda mano está en auge. Pero tiene un gran obstáculo: la pereza. Fotografiar tus pertenencias; subir las imágenes a una plataforma; aguantar a regateadores y, por último, empaquetar y enviar, son obstáculos que disuaden a muchos usuarios de vender sus prendas. Pablo Rodríguez y Gonzalo Marijuan, dos madrileños de 26 años, supieron verlo. Son cofundadores de It closet, una plataforma de ropa de segunda mano que gestiona desde la recogida hasta la entrega de las prendas, y que vende la ropa de influencers que acumulan millones de seguidores en las redes. Esperan cerrar 2022 con una facturación de alrededor de 200.000 euros, que pretenden quintuplicar este 2023, hasta el millón.

Rodríguez y Marijuan estudiaron administración de empresas —este último junto a relaciones internacionales— y se habían planteado emprender varias veces. La idea inicial, muy lejana de lo que es ahora, surgió en septiembre de 2019 en una fiesta. A los pocos días abandonaron sus trabajos en consultoría. “Si te querías deshacer de algo y te daba pereza, íbamos nosotros. Llegamos a vender un coche”, cuentan en su oficina compartida en Madrid. Con el tiempo, fueron acotando el concepto hacia la ropa de mujer, que vendían en otras plataformas a cambio de una comisión.

Poco antes de la pandemia entraron en Lanzadera, la aceleradora para emprendedores de Juan Roig, dueño de Mercadona. Aunque la idea era buena, necesitaba de mucha infraestructura para llevarla adelante. Además, con la pandemia, dejaron de contar con las plataformas de venta de segunda mano, que funcionaban a través de establecimientos físicos donde llevar los paquetes. “Para mantenernos en Lanzadera había que seguir creciendo. Teníamos que montar una tienda”, afirma Marijuan.

Lanzaron la web y, para conseguir visibilidad, enfocaron su negocio hacia lo que ahora sustenta su marca: las influencers. “A nuestra web no entraba nadie. Nos dijimos, tenemos influencers que conocemos un poco y ellas tienen capacidad de generar tráfico ¿por qué no les pedimos que lo hagan?”. Entre marzo y abril de 2020 habían vendido unos 200 euros, y el primer día de empezaron a apoyarse en inflluencers sus ventas pasaron a 1.000 euros y entraron 10.000 personas en la web.

Ahora, venden para más de 360 influencers como Paula Gonu (dos millones de seguidores en Instagram) que les dan una visibilidad muy difícil de alcanzar sin pagar grandes cantidades en publicidad. Conseguida la demanda, el reto es satisfacerla: “Tenemos un problema”, comenta Rodríguez, “nos dirigimos a un porcentaje enano del mercado: mujeres que compran segunda mano y que son de tallas XS o S. Queremos abrirnos a hombres y mujeres de todas las tallas”. El objetivo es conseguir a través de procesos automatizados de inteligencia artificial prendas de un mismo modelo con diferentes tallas. Con ocho trabajadores, esperan ser rentables este año.

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Sobre la firma

Pierre Lomba
Redactor de la sección de Economía. Graduado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y la Sorbona de París. Después de ejercer la abogacía, realizó el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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