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Shakers, la empresa que conecta a nómadas digitales con sus empleadores

La start-up madrileña espera facturar cinco millones este año a través de un servicio de recursos humanos para multinacionales

Shakers
De izquierda a derecha, los fundadores de Shakers: Adrián de Pedro, Héctor Mata y Jaime Castillo.Pedro Márnez

“Mirábamos a nuestro alrededor y veíamos que el mercado laboral estaba viviendo un tsunami bestial, la gente, sobre todo la más joven, de medios digitales, estaba anteponiendo la flexibilidad frente a la estabilidad. Hacer 8 ó 10 años de carrera en la misma empresa había dejado de ser sexy y pensamos en la posibilidad de conectar ese nuevo estilo laboral freelance con empresas que valoran mas el talento frente a la presencialidad. Así nació Shakers”. Lo cuenta Hector Mata, consejero delegado y cofundador en 2019, junto con Jaime Castillo y Adrián de Pedro, de esta start-up, que crece en contrataciones y que ha pasado de los tres a 23 empleados. El año pasado estiman, a falta del cierre contable, unos ingresos de tres millones de euros (un año antes fueron 432.000 con unas pérdidas de 30.000 euros, según consta en el Registro Mercantil). Quieren facturar cinco millones en 2023.

En su camino tiene mucho que ver el encierro domiciliario por la pandemia y la necesidad del teletrabajo, pero la tendencia ya venía de antes. Según el Foro Económico Mundial, ya hay 150 millones de freelances digitales por el mundo, que generan un volumen de negocio nada despreciable. El propio Mata, madrileño de apenas treinta años, ya era unos de esos autónomos viajeros hace diez años, cuando inició su primer emprendimiento (una agencia de viajes online) y por eso dice entender muy bien este perfil. “Nosotros nos sentamos con el freelance y atendemos a sus tres principales necesidades. Se basan en atender a proyectos de calidad, sentirse solo ­—porque necesita formación y una comunidad— y cobrar a tiempo”, expone el empresario.

La firma se encarga de todo el papeleo, hacer facturas, conseguir clientes, firmar contratos, reclamar los pagos e incluso adelantarlos cuando las empresas pagan a 60 días. A cambio, entrar en la bolsa de “freeworkers” de Shakers, como los llama Mata, tiene su proceso. Solo lo consigue el 8% de los candidatos (todos deben ser autónomos). Solo pueden acceder si les invita otro freelance que ya está dentro, tienen que conseguir reseñas de sus empleadores previos, y superar una verificación de datos desarrollada por Shakers. Dicen que la fórmula está funcionando “porque las empresas más innovadoras entienden que los buenos trabajadores empiezan a valorar este estilo laboral y prefieren contratar talento sin fronteras, ahorrarse meses en procesos de selección y poder monitorizar en remoto el trabajo de sus empleados”, explica el empresario. Glovo, Caixabank, Netflix y otras grandes empresas ya figuran en su cartera de clientes, a quienes cobran una cuota del 15% sobre el acuerdo económico al que llegan con el freelance (este no paga nada).

Para llegar a este punto, empezaron “pateando la calle’ y ofreciendo sus servicios a diestro y siniestro. “Farlabo, del sector cosmético, fue una de las primeras y su impulso fue muy importante”, recuerda el fundador de la start-up. Después se centraron en la captación de capital porque “una empresa tecnológica necesita mucha inversión al principio para desarrollar su producto. Nosotros empezamos con unos 50.000 euros propios y trabajamos gratis el primer año, claro”. Pero enseguida lograron levantar dos rondas de financiación de casi dos millones de euros (a pesar de que repartir beneficios a corto plazo no está en agenda), otro medio millón de euros en ayudas del Ministerio de Industria, 250.000 de red.es, y 300.000 euros más de Enisa, “que tiene unas ayudas buenísimas en condiciones ventajosas” avisa a navegantes Mata y profundiza: “Tenemos una grandísima oportunidad como país. Somos el lugar al que todo el mundo se quiere venir de vacaciones y a jubilarse. Atraigamos a todo ese talento que puede trabajar en remoto y pongámoselo fácil. En España ser autónomo tiene muchos impedimentos aparte de las altas cuotas, y eso es ir en contra de lo que esta ocurriendo en el mercado laboral. Portugal, por ejemplo, ya ha lanzado la visa para trabajadores digitales para atraer ese talento”.

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