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Los emprendedores se enfrentan a un otoño difícil para la financiación de sus proyectos

Inversores y empresarios debaten en el LP Forum, organizado por IE University y South Summit, sobre el impacto de la subida de los tipos

LP Forum
Participantes en LP Forum, organizado por IE University y South Summit.Oriol Conesa Fabregues

Con la ley de start-ups pendiente de aprobarse en el Congreso, el otoño promete ser caliente para las empresas emergentes españolas. Sin embargo, el debate en torno a esta norma está opacando otra discusión, la de cómo resolver la menor disponibilidad de financiación por el alza de la inflación y de los tipos de interés. Una situación que puede complicarse aún más si los denominados inversores institucionales —fondos de pensiones, aseguradoras y fondos soberanos, entre otros— reducen los recursos que destinan al capital riesgo. Así lo creen varios emprendedores y firmas de venture capital que se reunieron en el evento LP Forum, organizado en Madrid por IE University y South Summit.

De momento, es algo que no está ocurriendo. Aunque el capital riesgo invertido en start-ups en el mundo cayó en el segundo trimestre un 23%, hasta 108.500 millones de dólares (111.200 millones de euros), según un análisis de CB Insights; al menos en EE UU, referencia para el ecosistema emprendedor, las firmas de venture capital captaron entre enero y marzo más dinero que nunca, 73.800 millones de dólares, de acuerdo con un informe de Pitchbook y la asociación nacional estadounidense de capital riesgo. En este sentido, “lo fundamental es que las start-ups no olviden que el buen inversor está centrado en el impacto de la tecnología y en el tiempo de conversión de la idea en negocio”, según Juan José Güemes, presidente del centro de emprendimiento e innovación de IE University.

Abundó en la idea Martín Varsavsky, fundador de cinco compañías milmillonarias, entre ellas ­Jazztel, y ahora socio en un limited partner o LP, inversores institucionales interesados en el capital riesgo, a quienes estuvo dedicado el foro. “Los mercados hoy piensan a corto plazo. No más allá de los próximos tres años. Está bien. Pero nosotros no podemos dejar de desarrollar tecnología para dentro de diez”, afirmó desde su faceta de emprendedor. Y como inversor, habló de cómo navegar entre la miríada de propuestas: “Busquen en aquellos que ofrecen buenos trackings [diferenciales de rentabilidad], especialización y conocimientos útiles para sus propios negocios”.

Relación

El foro centró buena parte del debate en la relación entre fondos y emprendedores. “Lo habitual en un LP es que busque un lucro legítimo, pero a una minoría, sobre todo corporaciones, eso les preocupa tanto como el conocimiento que pueden obtener”, declaró Aquilino Peña, socio de Kibo Ventures. Y Carmen del Campo, jefa de innovación de Mutua Madrileña, añadió que también es dual la impresión de estos ante el capital riesgo: “Hay quien deja hacer, pero nosotros preferimos saber qué se está haciendo”. Se refería al mayor escrutinio público que enfrentan quienes están en el primer eslabón de la cadena de financiación. “No veréis nunca una portada de un diario con una inversión controvertida de Kibo Ventures, pero sí si quien realiza esa operación es Mutua Madrileña”, señaló.

Otro tema candente es la inversión del capital riesgo socialmente comprometida. Carlos Fisch, socio de Andromeda, el fondo verde que acaban de lanzar Seaya Ventures, Iberdrola y el Instituto de Crédito Oficial, entre otros, mencionó la “creciente necesidad de impacto” como una de las razones detrás del proyecto. “El clima”, señaló, “es la mejor opción para satisfacer esa demanda con la garantía de un buen retorno”. Dotado con 300 millones de euros, Andromeda cuenta con tres temáticas, descarbonización, economía circular y cadena de valor alimentaria, y el respaldo de haber invertido en emergentes verdes de éxito como Wallbox, que fabrica cargadores para coches eléctricos y cotiza en la Bolsa de Nueva York.

El foro se celebró en un momento en el que las start-ups españolas enfrentan una situación ambigua. Su financiación ha caído respecto al primer semestre de 2021 un 8,4%, hasta 1.971 millones de euros, según la Fundación Bankinter, y un tercio de ese dinero lo captaron entre cuatro empresas, lo que indica que la caída de financiación para la mayoría es aún más abultada. Se trata del contrapunto negativo a un otoño en el que verán recogidas finalmente parte de sus demandas gracias a la tramitación de la nueva ley.

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