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Siemens Gamesa es una máquina de quemar consejeros delegados

El fabricante de turbinas eólicas registra pérdidas de 400 millones y nombra a su tercer responsable en cuatro años por la mala marcha del negocio

Siemens Gamesa
Pala de una turbina eólica en la fábrica de Siemens Gamesa en Inglaterra.PAUL ELLIS (AFP)

El año ha comenzado complicado para el fabricante hispano-alemán de turbinas eólicas, Siemens Gamesa. Las pérdidas en el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2022 alcanzaron los 403 millones de euros, con caídas en los márgenes, problemas de suministro de piezas por la pandemia y aumento de sus costes logísticos y de materias primas. Además, su facturación bajó el 20%, hasta los 1.829 millones en el trimestre en comparación con igual periodo del pasado año. Para afrontar con aires renovados esta difícil situación, la compañía cesaba este febrero a su consejero delegado, Andreas Nauen, y lo sustituía por otro hombre de la casa, Jochen Eickholt —cogerá los mandos el próximo 1 de marzo—, su tercer cambio de máximo ejecutivo en cuatro años.

Previamente a presentar sus cuentas trimestrales, Siemens Gamesa había lanzado un profit warning (advertencia sobre menores beneficios de los previstos), el tercero en el último año. Y es que la situación no es la más boyante, en general, para las llamadas energías renovables. En el mundo de los molinos productores de electricidad hay mucha competencia, se han paralizado algunos proyectos y tampoco ayuda el hecho de que la Comisión Europea haya bendecido a la energía nuclear y al gas natural como verdes.

La firma española Gamesa se estrenó en el mercado en octubre del año 2000. Sus siguientes hitos importantes fueron la fusión con Siemens Wind Power en 2017 dando lugar a la actual compañía, así como la salida de la eléctrica Iberdrola del accionariado en 2020. Actualmente, Siemens Energy es la propietaria del 67% de las acciones y el 33% se reparte entre fondos e inversores minoristas. Siemens Gamesa da trabajo a cerca de 26.000 empleados, tiene presencia en 90 países y se mueve entre los líderes mundiales del sector. El último estudio de Global Wind Energy Council (GWEC) correspondiente a 2019 le sitúa como el segundo fabricante mundial de turbinas eólicas, con una cuota de mercado del 15,7% —solo por detrás de Vestas, con el 18%—, es el tercer fabricante de aerogeneradores terrestres y, por último, es líder en aerogeneradores marinos.

Álvaro Navarro, analista de Mirabaud, explica el complicado momento que vive todo el sector de fabricantes eólicos y apunta como problema propio de Siemens Gamesa los retrasos en el arranque de su plataforma terrestre 5X, la más potente del mundo en la producción de electricidad. Este experto destaca como elemento más positivo su liderazgo en aerogeneradores marinos, que le permiten una posición casi de oligopolio, y considera como reto más inmediato mejorar las cuentas en su actividad terrestre, el actual lastre de sus resultados.

Por su parte, un reciente informe de Credit Suisse recoge una visión positiva a medio plazo sobre la compañía por una recuperación de márgenes en la actividad terrestre, su liderazgo en el segmento marino y por una mayor demanda de sus clientes, ya que “el encarecimiento de las turbinas se compensa con creces con los precios más altos de la energía y los PPA (acuerdo de venta de energía), y esto debería conducir a una mayor demanda”, explican. Y el banco suizo añade como principal riesgo que “cualquier defecto de la turbina en el negocio en alta mar sería muy negativo”. Ángel Pérez, analista de Renta 4, destaca en las cuentas del primer trimestre la contribución positiva de la eólica marina así como la división de servicios (básicamente, mantenimiento), que registra un margen superior al 20% pese a la situación global, “aunque nos mantenemos prudentes y vigilantes sobre la marcha de la compañía”.

Una división de servicios que los expertos de Berenberg consideran clave para la empresa en los próximos años. “El negocio de servicios es el motor de crecimiento a largo plazo y está en niveles récord de cartera de pedidos y ofrece márgenes superiores al 20%. Se espera que represente más del 50% del beneficio de explotación incluso después de que la eólica terrestre se haya recuperado, y debería crecer rápidamente a medida que aumenten las instalaciones”, indican. También Goldman Sachs pronostica una buena marcha de Siemens Gamesa a largo plazo pese a las pérdidas previstas este año e incorpora la posibilidad de fusiones como un revulsivo de un sector muy competitivo y atomizado.

El consejero delegado saliente, Andreas Nauen, explicó en la reciente rueda de prensa de presentación de resultados el firme compromiso de Siemens Gamesa para volver a la rentabilidad, incluso realizando ajustes de plantilla si fuera necesario. También indicó que los problemas en la cadena de suministro estaban afectando únicamente a la nueva producción de turbinas y no a las reparaciones de las ya existentes, y, por último, consideró necesario la distribución de riesgos entre el resto de beneficiarios de la energía eólica “para mantener esta energía como la más barata: no necesitamos subsidios”, puntualizó. Dentro de los planes de recortes de Siemens Gamesa para elevar sus márgenes está también la posibilidad de vender sus instalaciones eólicas y centrarse únicamente en la fabricación de los molinos. Unas promociones de parques en el sur de Europa que representarían ingresos de alrededor de 300 millones de euros.

Ruido de opa

Aránzazu Cortina, analista de Bankinter, explica que las actuales dificultades de la compañía están teniendo un impacto en sus finanzas, desde posiciones de caja neta a una deuda financiera neta de 1.097 millones de euros en el primer trimestre, frente a los -207 millones del cierre de 2021. “Aunque cuenta con líneas de crédito por 3.166 millones de euros y sin problemas de vencimientos, una posición financiera sólida es relevante para la mejor financiación de los proyectos de la cartera”, explica. Por eso, Cortina considera una prioridad que mantenga la calificación de investment grade (grado de inversión) en su deuda.

La acción ha caído en Bolsa el 48% en el último año y han comenzado los rumores sobre una posible opa de exclusión por parte de Siemens Energy. Esta posibilidad es para Credit Suisse “estratégicamente atractiva”. Para el analista de Mirabaud, Álvaro Navarro, la operación se justifica en unificar el consejo de administración, el domicilio social y también en una mejora de la estructura de costes al unificar pedidos.

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