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Casi 3,7 millones de turistas tienen casa en España y aportan más de 6.300 millones al PIB

El turismo residencial generó más de 105.000 empleos en 2022 y su contribución directa a la economía superó la de la industria textil o la de la madera, según un informe de la patronal promotora y PwC

Turismo PIB España
Edificios de viviendas en la playa ibicenca de Figueretes, en una imagen de archivo.Mónica Torres
José Luis Aranda

El turismo es un sector capital para la economía española. El país superó el año pasado su récord histórico de visitantes, más de 85 millones de personas que llegaron de sus países para pasar unos días en hoteles, campings o apartamentos de alquiler en España. Pero también en sus propias casas. Los extranjeros suponen un componente importante para el mercado inmobiliario, y la principal patronal de promotores (APCEspaña) quiere que las Administraciones “tomen conciencia de ello”. Para ello ha encargado un estudio a la consultora PwC en el que le ha pedido que calcule el impacto que el turismo residencial tiene sobre la economía española. Fruto de ese análisis, se ha concluido que los turistas que vienen a una casa propia, tanto a través de la propia compra de la vivienda como en el gasto que hacen después, aportan 6.351 millones al PIB tanto en impacto directo, como indirecto e inducido. Si se mira solo el directo (más de 2.700 millones), el sector supera a la industria textil o a la de la madera y corcho.

El informe, presentado este jueves, calcula asimismo que el impacto en términos de empleo supera los 105.000 puestos de jornada completa (casi 58.000 de ellos, de manera directa). Y en términos de recaudación fiscal alcanza los 3.249 millones, de los que más de 1.800 millones proceden de la construcción de obra nueva.

La estimación, que Anna Merino, directora de Estrategia y Economía en PwC, ha defendido como “muy rigurosa”, parte de un doble análisis. Por un lado, el impacto que cada año genera la compra de vivienda por parte de turistas. Por otro, lo que generan luego de manera recurrente al disfrutar de esa vivienda. La principal fuente de obtención de datos ha sido la estadística registral y las encuestas de llegada de turistas y gasto turístico del INE. Pese a que Merino ha considerado que el informe antes ha “infraestimado que sobrestimado” el impacto real del turismo residencial, no se oculta que en términos de compraventas 2022 fue un año excepcional. Según los registradores de la propiedad, se alcanzó el récord histórico de compra por parte de extranjeros, con más de 88.000 operaciones, aunque esta cifra no discrimina entre residentes y no residentes.

Para calcular el impacto que genera la construcción y venta de casas, se han tenido en cuenta las 13.000 ventas que eran de obra nueva, mientras que las de segunda mano solo se contemplan a efectos de recaudación de impuestos. Todo ello arroja una contribución (directa, indirecta e inducida) de 1.785 millones de euros al PIB, 27.500 empleos y 2.045 millones en ingresos fiscales. En términos de valor añadido bruto, esta parte supone alrededor de un 30% de lo que el turismo residencial aporta a la economía española.

En cuanto al disfrute de las viviendas, esto se plantea como una actividad recurrente (la compra se hace una sola vez, pero luego se visita la casa repetidamente a lo largo del tiempo). Por ello se ha mirado cuántos visitantes declaran en la encuesta de fronteras del INE que llegan a España por motivos de ocio y que se van a alojar en una casa propia. Para 2022, eso arrojó una cifra de 3,7 millones, que se reparten de manera relativamente desestacionalizada durante el año (aunque los 443.000 de julio son casi dos veces y media más que los 180.000 de enero). Es una cifra inferior a los años prepandemia, cuando se superaban los cuatro millones, pero la cifra de gasto turístico fue muy pareja. Con esos datos, se estima que el gasto de los turistas residenciales ronda los 4.517 millones de euros. Y este tiene un impacto total en términos del PIB de 4.565 millones, 78.000 empleos y una recaudación fiscal de 1.204 millones.

El estudio se circunscribe a 2022 porque todavía no se dispone en las fuentes consultadas del detalle suficiente para hacer el mismo análisis en el pasado ejercicio. No obstante, señala que “es muy probable que el impacto del turismo residencial para España en 2023 sea superior” al del año previo. El motivo es que, aunque la compra de vivienda por extranjeros cayó ligeramente según los datos preliminares, las llegadas y el gasto turístico se dispararon. “Podemos intuir que cuando lo saquemos el impacto será más elevado”, ha dicho Merino. Por su parte, Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de APCEspaña, ha expresado su intención de repetir este análisis en años venideros. La idea surgió en la patronal promotora, ha explicado, “en un momento en que se escucharon distintas voces de prohibición de venta de viviendas a extranjeros”. Tanto Podemos como Sumar han planteado en los últimos años medidas de este tipo, que algunos países como Canadá han puesto en marcha para intentar atajar la escalada de precios. El Gobierno de Baleares incluso creó una comisión para estudiar la idea en la etapa en que lo presidía Francina Armengol.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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