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Política monetaria

El presidente de la Reserva Federal elude concretar fechas para la primera rebaja de los tipos de interés

Powell admite ante el Congreso de EE UU que un retraso a la hora de suavizar la política monetaria del banco central tendría también consecuencias

María Antonia Sánchez-Vallejo
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, declara ante el comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes, este miércoles en Washington.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, declara ante el comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes, este miércoles en Washington.MICHAEL REYNOLDS (EFE)

La inflación, y por extensión el estado de la economía, son temas prioritarios en la campaña electoral de EE UU. Aunque el desempleo está en mínimos, los salarios suben y el gasto se mantiene con fuerza, muchos votantes demócratas, y más aún los republicanos, consideran que la economía no va bien. Por eso la comparecencia hoy y mañana de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, ante el Congreso ha acaparado toda la atención horas después del supermartes electoral. De Powell se esperaba cualquier señal de un futuro recorte de tasas de interés, que los analistas consideraban inminente pero que, a juzgar por el último dato de inflación conocido -la medida favorita de la Fed, publicada la semana pasada-, podría retrasarse al menos hasta el verano.

En declaraciones proporcionadas a la prensa antes de su comparecencia de hoy ante la Cámara de Representantes -mañana declarará ante el Senado-, Powell ha dicho que cree que el banco central comenzará a bajar los costes de endeudamiento en 2024, pero que todavía se necesita una “mayor confianza” de que la inflación está controlada antes de aprobar un recorte. El mercado había reaccionado positivamente ya antes de su comparecencia. El precio de los bonos del Tesoro -que se mueve en sentido inverso al de la rentabilidad- subieron y las acciones tecnológicas lideraron el repunte de la renta variable, con el Nasdaq 100 superando los resultados de la sesión anterior. Ello revierte el desplome de los dos últimos días, en los que valores como Apple y Microsoft sufrieron un varapalo.

“Creemos que nuestra tasa de política [monetaria] es probable que haya alcanzado su punto máximo para este ciclo de ajuste”, dijo Powell ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara. “Si la economía evoluciona en general como se espera, es probable que sea apropiado comenzar a marcar de nuevo la política de restricción en algún momento de este año”, es decir, habrá bajada de tipos, pero sin fecha precisa en el calendario.

La próxima reunión de la Reserva Federal tendrá lugar los días 19 y 20 de marzo, pero pocos inversores esperan que su comité de política monetaria apruebe una bajada entonces. Los mercados miran a la reunión de junio como la fecha más probable para el primer recorte de tipos, y apuestan a que el banco central baje el precio del dinero tres o incluso cuatro veces de aquí a finales de año.

“Reducir la restricción de la política demasiado pronto o en exceso podría dar lugar a un retroceso de los progresos que hemos observado en la inflación y, en última instancia, requerir una política aún más restrictiva”, previno Powell acerca de un recorte demasiado prematuro de tipos. También admitió que esperar demasiado podría entrañar riesgos, dado que “reducir la restricción de la política demasiado tarde o demasiado poco podría debilitar indebidamente la actividad económica y el empleo.”

El impreciso plazo dado por Powell es interpretado como una señal de que no comparte las opiniones de los halcones de la Fed, limitándose a repetir su afirmación de enero de que es probable que los recortes de tipos se produzcan “en algún momento de este año”. Los analistas aprecian un ligero contraste entre lo apuntado por Powell y la postura de algunos otros funcionarios en las últimas semanas de que es más probable que los recortes de tipos se produzcan “más adelante este año”. La lectura del comportamiento del mercado laboral en febrero, que se conocerá este viernes, será otro dato a tener en cuenta, tras la sorprendente pujanza registrada en enero. Los expertos prevén que la creación de empleo el mes pasado oscile alrededor de los 140.000 puestos.

Powell y los gobernadores regionales de la Fed están tratando de encontrar un delicado equilibrio a la hora de decidir sus próximas medidas políticas. El banco central subió los tipos de interés 11 veces consecutivas entre marzo de 2022 y julio de 2023, elevándolos a una horquilla de entre el 5,25% y el 5,5%, donde se encuentran actualmente. Esto ha encarecido las hipotecas, los préstamos a empresas y otros tipos de préstamos, contribuyendo a frenar una economía que, por lo demás, mantiene un impulso considerable.

Aunque la inflación ha descendido notablemente con respecto a 2022, aún se mantiene por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal (2023 cerró en el 3,4%). La medida de inflación preferida por el banco central subió un 2,4% anual en enero, muy por debajo de su máximo de casi el 7%. Pero, eliminados los precios más volátiles de alimentos y combustibles, la medida, que ofrece a la Fed una lectura más clara de la tendencia de inflación, subió un 2,8%. El índice de precios al consumo (IPC), medida separada pero relacionada, se mantiene ligeramente más elevado.

La inflación es un asunto altamente explosivo para las aspiraciones a la reelección de Biden. Trump ha vuelto a arremeter en campaña contra el presidente por los altos precios, una realidad que también contribuye a aupar al republicano en las encuestas. Los datos objetivos, no obstante, demuestran la alta tasa de empleo, prácticamente pleno; la subida de los salarios y la buena marcha del consumo, pese a los precios. Todo ello ha empujado a los analistas a encerrar en el cajón la palabra más temida, recesión, y a apostar claramente por un aterrizaje suave de la economía.

Powell fue preguntado también sobre la propuesta de adquisición de Discover Financial Services por parte de Capital One por 35.300 millones de dólares, una fusión que uniría a dos de las mayores compañías de tarjetas de crédito de EE UU y marcaría el mayor acuerdo en lo que va de año. La Administración de Biden es conocida por su férrea postura antimonopolio. “Creo que estamos en contacto regular con el Departamento de Justicia sobre lo que está pasando con su revisión de las prácticas de fusión. Sobre la posible fusión que ha mencionado, no hemos recibido ninguna solicitud, así que realmente no hay mucho que decir”, ha respondido Powell.

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