John Hoffman, organizador del Mobile World Congress: “En las guerras, la tecnología está en el corazón del conflicto”

En las sombras que se ciernen sobre el mundo —con guerras como las de Ucrania y Gaza, y con la incertidumbre que generan avances como la inteligencia artificial—, la tecnología tiene un papel crucial: es un elemento clave en los conflictos, y en la vida civil avanza tan deprisa que cuesta seguir el ritmo. La semana que viene, Barcelona se convertirá un año más en la capital de los debates tecnológicos, con la celebración del Mobile World Congress (MWC) entre el lunes y el jueves, al que se espera que atiendan cerca de 100.000 personas. John Hoffman (Michigan 67 años), el director de la GSMA, la patronal de la industria del móvil que organiza el encuentro, es consciente de las preocupaciones que generan los desarrollos tecnológicos, pero él se centra en las oportunidades. También es un espectador privilegiado de los cambios que han ocurrido en Barcelona: empezó a dirigir el congreso en 2007, y ha visto pasar alcaldes, gobiernos, huelgas y hasta el procés. Pese a los rumores sobre su retirada, lo descarta: “No me iré a ninguna parte”.

Pregunta: ¿Qué novedades habrá en este Mobile?

Respuesta: Tendremos importantes novedades en Open Gateway [una iniciativa de la GSMA, anunciada el año pasado junto con las grandes empresas de telecomunicación que permitirá a los desarrolladores utilizar redes móviles abiertas para crear aplicaciones], muchos debates sobre inteligencia artificial, internet de las cosas, big data... Innovación en dispositivos, un espacio dedicado al talento, y el doble de tamaño en el salón de emprendimiento 4YFN, que cumple 10 años. Y un programa ministerial muy importante, con la mayor reunión de ministros fuera de la ONU, para ayudar a los gobiernos a entender asuntos cómo la inteligencia artificial. Hay que buscar caminos para innovar, pero también para proteger.

P: Este congreso cada vez va menos de móviles. ¿Cómo lo imagina dentro de cinco o diez años?

R: Sí, este año el 60% de los temas serán verticales y el 40% irán sobre móviles. La conectividad está en el centro de todo, es lo que lleva a la transformación digital, que está en proceso: empezó con “quiero hacer una llamada”, luego “quiero enviar un mensaje”, y luego se movió a por ejemplo “quiero usar el dinero en mi móvil”, con la digitalización de los bancos. Ahora se mueve a las manufacturas, el transporte, el comercio, la educación, el gobierno... Tiene un futuro potencial ilimitado. Así que en cinco años creo que veremos este tipo de cosas. En 10 años es más difícil hacer previsiones, pero creo que nos moveremos hacia la nueva generación de 5G, veremos actividades inmersivas, o drones que tienen la capacidad de entender el espacio y entregarte un paquete en el balcón. Asusta, pero también es excitante.

P: Y mucha inteligencia artificial.

R: Será enorme, no solo lo que vemos ahora, también cómo lo usaremos, cómo impactará en los negocios, en las manufacturas, en el comercio... Creará cosas que todavía no podemos comprender.

Este año será genial. Creo que tendremos quejas de que habrá demasiada gente

P: ¿Se ha recuperado la GSMA de las pérdidas de la pandemia?

R: Sí, fuimos afortunados. Teníamos un negocio bien estructurado desde el punto de vista financiero. La pandemia nos asestó un golpe, porque nuestros ingresos están basados en los congresos, así que en 2020 tuvimos un agujero importante, pero vinimos en 2021 y en 2022, y el año pasado fue realmente el momento de recuperación. 2024 será genial, realmente creo que tendremos quejas sobre que habrá demasiada gente.

P: ¿Recuperaremos el nivel de 2019, con 109.000 asistentes? ¿Hay un tope en cuánto puede crecer el congreso?

R: No hay máximo más allá de lo que permite el espacio, que siempre se puede gestionar. En 2019 teníamos dos congresos, uno en Fira de Barcelona en Montjuïc y otro en las instalaciones de Fira en L’Hospitalet. Ahora lo hemos juntado todo en esta última, y creo que en estas instalaciones habrá más gente que nunca, entre 95.000 y 100.000 personas.

P: ¿La asistencia de congresistas asiáticos se ha recuperado tras la pandemia?

R: Se ha recuperado y muy bien. China se abrió el año pasado justo antes del congreso, y aún fue difícil para ellos conseguir visados, pero para este año estamos viendo una representación fuerte de China, y de todo el mundo, son más de 200 países.

P: Estamos en plena sequía en Cataluña. ¿Cómo se hará para que los congresistas no derrochen agua?

R: Lo bueno es que el gobierno catalán está invirtiendo en desaladoras, es una forma cara de producir agua potable, pero genera cierta capacidad. Nosotros estamos advirtiendo a los congresistas para que sean conscientes y respetuosos con el uso del agua, y en el congreso hemos limitado el consumo. Es una situación difícil y tenemos que adaptarnos. Es complicado, habrá mucha agua embotellada. ¡O tendremos que beber cerveza y vino!

P: Hace unos días, se le echó en falta en la presentación del congreso. ¿Está pensando en retirarse?

R: No, es cierto que estoy en la cuesta abajo de mi carrera, pero Barcelona y el MWC tienen un sitio muy especial en mi corazón, así que mi intención es venir aquí todavía muchos años.

P: ¿Cómo le iría al congreso sin usted?

R: ¡Muy bien! Tenemos un gran equipo, no es solo una persona, es GSMA, todos los socios que participan... Pero no tengo pensado irme a ningún lugar pronto.

P: Ahora que el MWC renovó con Barcelona hasta 2030 y más allá, ¿ve a la ciudad más tranquila, o que haya perdido el espíritu competitivo?

R: También cuando teníamos contratos y plazos, todo el mundo estaba bien. Lo que hace a este congreso tan especial es que nos sentamos, hablamos de las cosas de hoy y del futuro, tenemos una colaboración público-privada. El gobierno de Shanghai vino en otoño a preguntarnos cómo lo hacíamos. Hace más de una década dijimos “esto tiene que ser más grande y mejor”, para que fuese un agente transformador, que deje un legado y que nos haga trabajar juntos. La fundación Mobile World Capital nos permite hacer esto, y también la colaboración con los alcaldes Xavier Trias, Ada Colau y ahora Jaume Collboni. Solo existe aquí y queremos replicarlo en otros sitios.

P: Es el primer congreso con Collboni como alcalde, ¿cómo se trabaja con él?

R: Jaume ha trabajado con nosotros muchos, muchos años, así que tenemos una gran relación.

P: ¿Sigue hablando con Colau?

R: Sí, hace unos meses que no la veo, pero estos días espero verla. Tenemos una buena relación, y también con Trias, los tengo entre mis contactos y hablamos a menudo.

La competición entre Madrid y Barcelona es sana, porque nadie pierde, todos avanzan

P: Madrid organizará también un gran premio de Formula 1. Usted que lo ve desde fuera, ¿le parece que hay competición entre las dos ciudades?

R: ¡Es sano! La competencia siempre lleva a la innovación, a la recompensa si ganas y a la decepción si pierdes. Pero creo que en este caso es una competición sana porque al final nadie gana o pierde, todos avanzan. Nosotros tenemos una gran relación con Madrid, más fuerte que nunca. El rey Felipe VI está muy involucrado con el MWC, y también el presidente Pedro Sánchez.

P: ¿Qué ha cambiado en Barcelona en todos estos años que ha venido?

R: Ha habido muchos cambios en estos 19 años. Muchos de los edificios que nos rodean ahora mismo no estaban construidos. Este año tendréis la Copa del América de vela, cosa que centrará más la atención en Barcelona como una gran ciudad. Muchos de los cambios han sido para bien, por ejemplo lo que hacía la exalcaldesa Colau de devolver la ciudad a los ciudadanos y fomentar otros medios de transporte. Hemos visto mucho esfuerzo en el transporte público y esto debe continuar.

P: ¿Ha visto cambios en la ciudad desde que gobierna Collboni? Hay quien dice que está más limpia.

R: Puede que haya visto esto, sí. Gobernar es difícil, hay muchas opiniones y tienes que intentar satisfacer a todos. Pero sí que creo que la ciudad se estaba volviendo un poco polvorienta, y había que darle lustre. Este es un gran congreso para que la gente venga y visite la ciudad, y chico, tienes que poner todo lo que esté en tu mano.

Acogemos a Israel igual que a todos los países, excepto Rusia, que tiene sanciones internacionales

P: ¿Este año continúa el veto a empresas rusas tras la invasión de Ucrania?

R: Las sanciones vienen impuestas por los gobiernos, y nosotros solo las seguimos. Seguirán mientras estén impuestas. Nosotros no decidimos, seguimos las sanciones internacionales.

P: ¿Y en el caso de Israel, hay sanciones por su invasión en Gaza? ¿Cómo es su relación con las empresas israelíes?

R: La delegación israelí ha estado con nosotros desde hace muchos, muchos años, son muy activos, ya que la innovación es muy importante en Israel, y mucho de lo que se hace en nuestro sector se hace ahí. Les acogemos igual que a otros países. Es una situación muy difícil, nosotros no nos involucramos en conflictos regionales hasta que escalan. Si se imponen sanciones, obviamente las seguiremos, pero ahora mismo no las hay. Todo el mundo es bienvenido excepto Rusia por las sanciones impuestas.

P: El mundo se está ensombreciendo con guerras y conflictos. ¿Qué papel tiene la tecnología en ello?

R: Desafortunadamente la tecnología se ha usado siempre en los conflictos, desde cuando las guerras eran cuerpo a cuerpo y se inventaron las armaduras, hasta los cañones y rifles, y hasta las armas nucleares. La tecnología siempre ha estado en el corazón del conflicto. Nuestra tecnología no se desarrolla para el conflicto, pero a la vez la habilidad de comunicarse es muy importante. La conectividad es un elemento crítico.

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