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El mercado laboral arranca el año con dudas: destruye 231.000 empleos y el paro sube en 60.400 personas

El total de desempleados se sitúa en 2.767.860, mientras que el número de afiliados cae en 231.000 hasta los 20,6 millones, la cifra más alta en este mes en 17 años

Un repartidor cargaba varias cajas con fruta en Toledo, este viernes.Foto: EFE | Vídeo: EPV
Gorka R. Pérez

2024 ha comenzado con preocupación en el mercado laboral. El número de parados creció en algo más de 60.400 personas en enero, hasta situarse en un total de 2.767.860 desempleados. Se trata, sin embargo, de un volumen inferior no solo al registrado en el mismo mes de 2023, sino al de los 16 eneros anteriores. Al mismo tiempo, la afiliación también se vio castigada, con 231.000 trabajadores menos que en diciembre, aunque los 20.604.761 cotizantes totales son medio millón más que en el arranque de 2023, y la cifra más alta para este periodo desde 2007.

No obstante, la destrucción de empleo en enero, algo habitual en este mes por el fin de la campaña navideña, es una de las mayores de la serie histórica ―la más alta desde 2013, sin contar el año de la pandemia― y ensombrece la evolución del mercado laboral, que hasta ahora se había mostrado exuberante. Habrá que estar atentos a los próximos meses para constatar si la destrucción de empleo de enero es una mera corrección o esconde un cambio de tendencia. Tomando como referencia el dato de afiliación desestacionalizado, la cifra total sería de 20.881.293, 38.357 más que en diciembre, y el mejor dato desde 2001.

Para BBVA Research, el arranque del año es “positivo”, puesto que, de acuerdo con sus estimaciones descontando el componente estacional, el número de afiliados habría crecido en 39.000, 3.000 más que en diciembre. Desde el centro de análisis de Funcas valoran que la tasa de temporalidad desestacionalizada haya descendido en tres décimas porcentuales con respecto a diciembre hasta el 13%, un punto por debajo de lo que se registró al inicio del año pasado (14%).

De acuerdo con las estadísticas facilitadas este viernes por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, el empleo no sufrió tanto el comienzo de curso como en arranques precedentes. En casi todas las categorías de los dos informes, la lectura de los resultados repite un mismo patrón: los números empeoran respecto a los de diciembre del año pasado, pero son mejores que los registrados en los mismos meses de enero de otros ejercicios.

Algo que se explica por el buen comportamiento del mercado de trabajo durante el año pasado, y que ha servido de colchón para contener el primer golpe de 2024. Así se refleja tanto con el volumen de parados —que no registraba un cómputo de desempleados tan bajo en este momento desde 2008—, como con el de afiliados medios, que a pesar del mordisco —el más elevado desde 2020—, son 523.000 más que un año antes. “En términos porcentuales la caída es del 1,11%, muy similar a la del ejercicio anterior, e incluso a la de 2020. Que el volumen sea más alto en términos absolutos es consecuencia de que la afiliación total está en cifras desconocidas”, ha explicado el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez. “No apreciamos signos de ralentización. Si miramos la afiliación diaria, la situación es de plena normalidad”, ha completado.

En el desglose de los datos generales se reproduce también la misma dicotomía. Por ejemplo, en el paro femenino: a pesar de que el número de mujeres desempleadas se incrementó en casi 42.000, su volumen total —1,7 millones—, se encuentra en el nivel más bajo desde 2008. Sigue habiendo más mujeres que hombres sin un empleo (60%), pero también hay más trabajadoras cotizando que hace un año (9,7 millones, casi 300.000 más).

“Cantidad y calidad en la creación de empleo siguen siendo una de las principales características del cambio estructural que se consolida en nuestro mercado laboral. Destaca especialmente este comportamiento entre las mujeres”, ha celebrado la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz. “Hay más mujeres que nunca trabajando y sus bases de cotización crecen más que las de los hombres. De esta forma avanzamos en la reducción de la brecha de género”, ha completado. Esta correlación de resultados se extiende al colectivo de trabajadores jóvenes, menores de 25 años, que también se encuentra en el mínimo de una serie histórica que se remonta hasta 2001, a pesar de haberse incrementado en algo más de 7.000.

“Los datos son positivos y nos muestran que las políticas llevadas a cabo funcionan. Pero no nos conformamos. Mientras haya un miembro de una familia en paro, seguiremos trabajando. Mientras los derechos no estén garantizados, seguiremos trabajando”, ha celebrado, por su parte, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

La caída del empleo se concentró, singularmente, en tres actividades económicas concretas: aquellas relacionadas con el empleo (-9.360 puestos), en los servicios de alojamiento (-1.628) y en la Administración Pública (-1.373). Por sectores, el aumento del paro se sintió muy intensamente en los Servicios, con un aumento del 3,03% (58.721 parados más); y solo marcó un descenso en la construcción, aunque porcentualmente poco trascendente (-0,58%, unos 1.234 puestos). La estacionalidad inherente a este momento del calendario, en el que concluyen las altas de refuerzo para muchas compañías, se ha hecho sentir también en el volumen de contratos. Se firmaron casi 1,2 millones, 15.000 menos que en diciembre, aunque la mayoría de ellos fueron de carácter indefinido —más de medio millón, el 42%—, y prácticamente 5 de cada 10 a tiempo completo.

Varios retos

Uno de los retos a los que se enfrenta el mercado laboral en 2024 tiene que ver con si será capaz de resultar permeable para un colectivo de demandantes de empleo que está bordeando los tres millones, y que se mantiene apartado. Otro desafío será el de tratar de corregir la ralentización en la creación de nuevos puestos de trabajo que venía arrastrando en los dos últimos cuatrimestres de 2023.

“Casi dos años después de la entrada en vigor de la reforma laboral, se acentúan sus efectos positivos en la estabilización del empleo y la mejora de su calidad”, señala el documento de Seguridad Social. “En conjunto, ahora hay casi 3,1 millones de afiliados más con contrato indefinido que en diciembre de 2021, el último mes antes de la entrada en vigor de la reforma”, amplía. “El porcentaje de afiliados con contrato indefinido se sitúa en el 87%, su máximo histórico, creciendo 17 puntos desde la reforma laboral.

Bajan los autónomos, pero siguen siendo más

El colectivo de autónomos también ha comenzado el año con un volumen inferior a como terminó 2023. Según los datos del Ministerio de Seguridad Social, en enero había registrados al RETA 3.327.419 trabajadores por cuenta propia. Son casi 17.000 menos que en el mes anterior, pero cerca de 20.000 más que en el último mes de enero. El número de trabajadores afectados por ERTE se mantiene en los 11.000, que siguen suponiendo el 0,1% de los afiliados.

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Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
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