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La Reserva Federal de EE UU mantiene los tipos, pero empieza a preparar el terreno para una rebaja

Powell pide paciencia para los recortes del precio del dinero y descarta en la práctica que puedan empezar en la reunión de marzo

Jerome Powell, durante la rueda de prensa de este miércoles.
Jerome Powell, durante la rueda de prensa de este miércoles.JIM LO SCALZO (EFE)
Miguel Jiménez

La política monetaria de Estados Unidos está en pleno punto de inflexión. La Reserva Federal cree que ya ha subido los tipos de interés todo lo que necesitaba para controlar la inflación. Este miércoles ha mantenido los tipos en el 5,25%-5,5%, su máximo en casi 23 años, vigentes desde julio. Ahora se aproxima el momento de bajarlos. El presidente del banco central, Jerome Powell, ha empezado a preparar el terreno para ello, pero también ha pedido paciencia. El comité de política monetaria no tiene la suficiente confianza en que la batalla contra la inflación esté ganada. “El comité no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo [de tipos de interés] hasta que haya adquirido una mayor confianza en que la inflación avanza de forma sostenible hacia el 2%”, ha dicho Powell, repitiendo el mensaje del comunicado emitido poco antes por la Reserva Federal.

“Creemos que nuestro tipo de interés oficial ha alcanzado probablemente su nivel máximo en este ciclo de endurecimiento”, ha admitido Powell de una forma explícita en la rueda de prensa posterior a la reunión. “Y que si la economía evoluciona como se espera, probablemente será apropiado considerar la posibilidad de reducirlo en algún momento de este año. Pero la economía ha sorprendido a los pronosticadores de muchas maneras desde la pandemia y el progreso en curso hacia nuestro objetivo de inflación del 2% es incierto, y seguimos muy atentos a los riesgos de inflación”, ha señalado. “Estamos dispuestos a mantener durante más tiempo el actual rango objetivo para el tipo de los fondos federales si resulta apropiado”, ha advertido el presidente de la Reserva Federal.

Que la Reserva Federal cree que los tipos bajarán este año no es ningún secreto. Las previsiones de los propios miembros del comité, actualizadas en diciembre, apuntaban a una rebaja de 0,75 puntos durante este año hasta el final del ejercicio. La cuestión es cuándo y a qué ritmo. Las apuestas estaban divididas. El mercado concedía probabilidades a que llegase un primer recorte en marzo, pero tras la advertencia de Powell de este miércoles, esa posibilidad se difumina.

La mayoría de los analistas se inclinan por esperar rebajas trimestrales de 0,25 puntos a partir del segundo trimestre, empezando en la reunión de mayo o en la de junio. El mensaje de Powell es consistente todavía con ese escenario. De hecho, en la rueda de prensa, Powell lo ha traducido como que resulta “improbable” y fuera del “escenario base” que haya una rebaja de tipos en la reunión de marzo, pero sin descartar que llegue en el primer semestre. Sus palabras han provocado una fuerte caída de las Bolsas estadounidenses, la mayor en cuatro meses. El S&P 500 ha cerrado con un descenso del 1,61%, mientras que el Dow Jones ha cedido un 0,82% y el Nasdaq 100, un 1,94%.

“A medida que se suavizan las tiranteces del mercado laboral y prosiguen los avances en materia de inflación, los riesgos para la consecución de nuestros objetivos de empleo e inflación se van equilibrando”, ha explicado Powell. “Sabemos que reducir la política monetaria demasiado pronto o en exceso podría dar lugar a un retroceso de los progresos realizados en materia de inflación y, en última instancia, requerir una política aún más restrictiva para volver a situar la inflación en el 2%. Al mismo tiempo, reducir la política o desviarla demasiado tarde o demasiado poco podría debilitar indebidamente la actividad económica en el empleo”, ha añadido.

“La economía ha avanzado a buen ritmo hacia los objetivos de nuestro doble mandato”, ha dicho Powell, en referencia a sus metas de lograr el máximo empleo posible con estabilidad de precios. “La inflación ha disminuido desde sus máximos sin un aumento significativo del desempleo. Son muy buenas noticias”, ha concedido, pero para luego subrayar que “la inflación sigue siendo demasiado alta”, que “el progreso en curso para reducirla no está asegurado” y que “el camino a seguir es incierto”.

La economía creció en el cuarto trimestre un 0,8% trimestral y un 3,1% interanual, mostrando una sorprendente fortaleza. En el conjunto del año, el producto interior bruto (PIB) aumentó un 2,5%, según la primera estimación publicada el jueves pasado por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio. Mientras, el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal se desaceleró hasta el 2,9% en diciembre, situándose por debajo del 3% por primera vez desde principios de 2021, según los datos publicados el viernes por el mismo organismo.

Cuando a Powell le han preguntado sobre si había logrado el aterrizaje suave de la economía, ha preferido ser prudente: “Ciertamente, estoy animado, y estamos animados, por los progresos, pero no declaramos la victoria en absoluto en este momento”. Pero mientras que en otras ocasiones había señalado que sería necesario provocar “algo de dolor” a familias y empresas debilitando el crecimiento, ahora su tono ha cambiado: “Queremos un crecimiento fuerte. Queremos ver un mercado laboral fuerte. No queremos un mercado laboral más débil. Queremos que la inflación siga bajando como lo ha estado haciendo en los últimos seis meses”, ha dicho.

En los últimos dos años, el precio del dinero se ha encarecido algo más de cinco puntos, el endurecimiento de la política monetaria más agresivo desde la década de 1980, precisamente para contrarrestar la inflación más alta en cuatro décadas. El banco central lleva sin mover los tipos desde julio del año pasado, pero Powell se las ha arreglado para mantener la tensión. En muchas ocasiones ha señalado que más importante incluso que el nivel máximo que alcanzase el precio del dinero en este ciclo de endurecimiento de la política monetaria lo es por cuánto tiempo se mantienen los tipos altos.

Avalancha de emisiones del Tesoro

El Tesoro de Estados Unidos ha actualizado este miércoles sus estimaciones de nuevas emisiones de deuda y la conclusión es que saldrá al mercado una avalancha de nuevo papel en los próximos meses. La primera cita es la semana que viene. El Tesoro prevé colocar 121.000 millones de dólares en deuda para hacer frente a un vencimiento de unos 105.100 millones del próximo 15 de febrero, de modo que logrará financiación neta por unos 15.900 millones de dólares. El Tesoro emitirá en tres subastas, los días 6, 7 y 8 de febrero, títulos a tres años por 54.000 millones de dólares, bonos a 10 años por 42.000 millones de dólares y a 30 años por 25.000 millones de dólares.

También ha habido un aumento de los objetivos de emisión de los meses de febrero, marzo y abril. El Tesoro tiene previsto aumentar el tamaño de las subastas a 2 y 5 años en 3.000 millones de dólares al mes, a 3 años en 2.000 millones de dólares al mes y a 7 años en 1.000 millones de dólares al mes.  Como resultado, los tamaños de las subastas a 2, 3, 5 y 7 años aumentarán en 9.000, 6.000, 9.000 y 3.000 millones de dólares, respectivamente, a finales de abril de 2024, según ha anunciado. Estados Unidos ha ido aumentando su deuda como consecuencia del déficit federal, que se situó en 1,7 billones de dólares el pasado ejercicio.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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