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Enagás estima en 1.000 millones la inversión en España del corredor europeo del hidrógeno

El gestor del sistema proyecta unas exportaciones de 1,5 millones de toneladas al año al resto del continente ya en 2030

Ignacio Fariza
El consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, este miércoles en Madrid.
El consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, este miércoles en Madrid.

El 40% de la inversión proyectada para alumbrar el H2Med, la infraestructura que está llamada a dar salida al futuro excedente ibérico de hidrógeno verde a partir de 2030 y permitir que este llegue a los países del norte de Europa, se ejecutará en España. Esa es, al menos, la previsión desvelada este miércoles por el operador único del sistema gasista español (Enagás, participada en un 5% del Estado), que calcula en 1.000 millones de euros el coste de la obra en suelo español, desde donde partirán dos ramales: una modesta conexión con Portugal y el llamado BarMar, el tubo que unirá Barcelona con Marsella.

El reparto de los costes es, aún, una incógnita. El proyecto cuenta con el apoyo entusiasta de Alemania, España y Portugal y con un respaldo mucho más tibio por parte de Francia, que lo ha condicionado a que su hidrógeno generado con energía nuclear pueda fluir en igualdad de condiciones con el renovable procedente de la península Ibérica. Y debería recibir el respaldo del Parlamento Europeo en marzo, según ha expresado este miércoles la directora general de Política Energética del Ejecutivo comunitario, Cristina Lobillo.

A partir de entonces se sabrá la cuantía exacta que sale de las arcas comunitarias y cuánto tienen que poner los Estados miembro implicados y los operadores del sistema. Hace justo un año, en la puesta de largo del proyecto, Francia, España y Portugal confiaban en que la UE acabaría sufragando la mitad de los 2.500 millones proyectados para toda la infraestructura.

Al coste total de la infraestructura hay que sumar la parte puramente española de la futura red de hidrógeno. Esta fracción, que no está incluida como tal en el H2Med, es fundamental para asegurar la correcta inyección de este gas renovable en la red, tanto para asegurar que llega a las industrias españolas que lo requieran como para dar salida a los excedentes. Enagás calcula en 3.700 millones de euros el coste de esa infraestructura, parcialmente sufragada por la UE. La construcción de nuevos almacenes subterráneos sumará otros 1.200 millones de gasto.

Exportaciones ya en 2030

El escenario central de los técnicos de Enagás —teniendo únicamente en cuenta los proyectos “con mayor madurez”— pasa por que España sea capaz de producir 2,5 millones de toneladas al año de hidrógeno verde en 2030, con un consumo interno de un millón. Eso quiere decir que habría alrededor de 1,5 millones de toneladas listas para su exportación, el 75% de la capacidad prevista del H2Med. En el escenario base —que considera únicamente los proyectos “cuyo foco se centra principalmente en consumo nacional”—, las exportaciones potenciales caen hasta 600.000 toneladas al año.

Para 2040 —con un consumo interno ya de 1,5 millones de toneladas, a medida que la industria vaya agregando nuevos usos de este vector energético clave en sectores de difícil descarbonizar—, el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, cree que por la red española discurrirá también hidrógeno producido en Marruecos y en Argelia. Ambos países norteafricanos tienen un vastísimo potencial de generación fotovoltaica y, por tanto, también de hidrógeno renovable. Y son recurrentemente señalados como potenciales competidores futuros de España y Portugal.

“Es un tren que España no debe dejar pasar, tampoco desde el punto de vista de la oportunidad industrial”, ha subrayado la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfica, Teresa Ribera, durante su participación en el II Día del Hidrógeno auspiciado este miércoles por Enagás en Madrid. “Y Europa tiene mucho que ganar en esta nueva economía del hidrógeno, tanto en lo ambiental como reduciendo la dependencia del exterior”. En esa misma línea, el director financiero del operador gasista alemán (OGE), Frank Reiners, se ha referido a España como un futuro “gigante del hidrógeno verde”.

El optimismo de las cifras y del análisis general de los ponentes contrasta con el reciente aviso de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) de elevada mortandad de proyectos de producción. Hace tres semanas, el poderoso brazo energético de la OCDE calculaba que solo el 7% de los planes de inversión anunciados hasta la fecha estarían realmente operativos en 2030.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.
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