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El BCE ve “probable” empezar a recortar los tipos de interés a partir de verano

Lagarde enfría las perspectivas de los mercados, que apostaban por una primera bajada en marzo

Carlos Cuerpo
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, saludando al ministro español de España, Carlos Cuerpo.OLIVIER HOSLET (EFE)
Lluís Pellicer

El Banco Central Europeo (BCE) empieza a superar ya los tabúes del último año al empezar a esbozar un calendario para las bajadas de tipos de interés. La presidenta de la autoridad monetaria, Christine Lagarde, aseguró este miércoles que es “probable” que la institución decida rebajar el precio del dinero a partir de verano. Se trataría de la primera bajada después de un ciclo de diez subidas consecutivas, que dejaron las tasas en el 4,5%.

A punto de guardar silencio ante la reunión de la semana que viene del BCE, los miembros del Consejo de Gobierno han ido dirigiéndose a unos mercados que preveían bajadas de tipos incluso en marzo. La bajada de la inflación, que ha sorprendido a los halcones, y las pobres perspectivas de crecimiento, que abren la brecha con Estados Unidos, llevan a los consejeros a plantearse cuándo empezar a sacar a la economía del frigorífico. El alza de precios de diciembre se situó en el 2,9%, todavía por encima del objetivo del BCE del 2% pero por debajo de las expectativas de los mercados.

Hasta ahora, Lagarde siempre había evitado pronunciarse sobre las especulaciones del mercado. En esta ocasión, ha respaldado a quienes creen que este año arrancará la senda bajista de los tipos. Sin embargo, ha expresado sus “reservas” ante la amenaza de que la inflación pueda repuntar. De hecho, las tensiones en el Mar Rojo han complicado de nuevo el comercio mundial. A pesar de que los precios de la energía siguen a raya, el precio de los fletes sí se ha disparado. “Estamos diciendo que dependemos de los datos y todavía hay cierta incertidumbre y hay algunos indicadores que no están anclados en el nivel en el que nos gustaría verlos”, sostuvo la francesa en una entrevista a Bloomberg.

El BCE quiere observar, de hecho, cómo se han trasladado las presiones inflacionistas a los salarios y los márgenes empresariales. Y en concreto, si las empresas han podido absorber esos incrementos después de haber aprovechado las subidas de precios para hacer crecer sus beneficios. Por ello, los consejeros se han esforzado hasta ahora a que los mercados asuman que las bajadas no serán tan inmediatas como creen. El economista jefe del Eurobanco, Philip Lane, sostuvo el sábado en una entrevista con Corriere della será que la reunión de junio, en la que habrá nuevas previsiones de los economistas, será clave para el descenso que en los próximos meses debe emprender el BCE. En el otro extremo, el gobernador del Banco de Austria, Robert Holzmann —habitualmente el más duro entre los halcones— dijo que no veía bajadas este año.

Números rojos en las bolsas

Lagarde se situó este miércoles más cerca de su economista jefe, pero lejos de los mercados, que siguen viendo recortes en los próximos dos meses. “No ayuda a nuestra lucha contra la inflación”, afirmó la francesa. También el gobernador del Banco de los Países Bajos, Klaas Knot, criticó esa ansia de los inversores por un menor precio del dinero. “Los mercados se están adelantando, está bastante claro, y el problema para nosotros es que al final eso podría volverse contraproducente”, afirmó en una entrevista con la CNBC.

Si bien Lagarde señaló el camino hacia las bajadas de tipos, esa demora se trasladó a los mercados durante la jornada de ayer. El Eurostoxx 50 cayó el 0.97% al término de la jornada. El Dax alemán, por su parte, se depreció el 0,88%. La misma tónica se advirtió en París (0,96%), Milán (0,72%) o, incluso, Londres (-1,4%). En este cintexto de caídas generalizadas, el Ibex no fue menos y cedió un 1,26%. La mitad del recorte se debió al comportamiento de cuatro valores: Santander Cellnex, Inditex e Iberdrola.

La deuda soberana también se encarecía: el bono alemán a diez años se situaba en el 2,24%, frente al 2% de principios de 2024. El bono español por su parte se sitúa en el 3,24%, frente al 2,99% de arranque de año, mientras que el rendimiento del bono alemán a una década se sitúa en el 2,31%, frente al 2% previo.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.
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