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Alemania rescata con 7.500 millones a Siemens Energy para cubrir el agujero de Gamesa

La filial energética del gigante industrial registra las mayores pérdidas de su historia: casi 4.600 millones. Berlín ofrecerá garantías a los bancos que participen en el esquema financiero y que la empresa pueda seguir trabajando en sus pedidos

Palas de turbinas eólicas de la fábrica de Siemens Gamesa en el muelle de Hull (Reino Unido), el 9 de agosto.
Palas de turbinas eólicas de la fábrica de Siemens Gamesa en el muelle de Hull (Reino Unido), el 9 de agosto.Darren Staples (Bloomberg)
Ignacio Fariza

Tras varias semanas de rumores, idas y vueltas, se impone la única solución posible para el futuro de Siemens Energy: la inyección de dinero público vía avales. El Estado alemán rescatará a la filial energética del gigante industrial con sede en Múnich con 7.500 millones de euros en garantías financieras que permitan a la empresa seguir adelante con sus pedidos y para cubrir el agujero creado por los constantes problemas en Siemens Gamesa, el fabricante español de aerogeneradores que integró plenamente en su paraguas a finales del año pasado.

El esquema del rescate, comunicado a primera hora de la mañana de este miércoles por la propia compañía, es como sigue: el Gobierno germano avalará 7.500 millones de euros de un importe total de 12.000 millones de euros de garantías. De esa cantidad, 11.000 millones irán a parar a Siemens Energy “a través de un consorcio de bancos”. A cambio, el Estado “recibirá de Siemens Energy un pago estándar de mercado”, según explica la empresa en la nota remitida a los inversores. Los 1.000 millones de euros restantes serán aportados por otro consorcio financiero dirigido por el mayor banco de Alemania, Deutsche Bank.

“Hemos tenido que recurrir al Gobierno alemán porque nuestra cartera de pedidos, la mayor de Europa, supone un reto para nuestros bancos y necesitamos un instrumento que nos permita recurrir a estas garantías si hay problemas”, ha subrayado el consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch, en una conferencia de prensa. El Estado, ha dicho, “cobrará como si fuera una aseguradora”.

“Teníamos que encontrar una solución, y diría que lo hemos hecho”, deslizó el martes, sintéticamente, el ministro alemán de Economía, el verde Robert Habeck.

Las mayores pérdidas de su historia

Pese a la buena marcha de sus negocios convencionales —fabricación de turbinas de gas y redes, así como servicios energéticos para industrias—, que cerraron el ejercicio fiscal 2023 (de octubre a octubre) en positivo, las abultadas pérdidas de Siemens Gamesa dispararon las pérdidas de Siemens Energy hasta los 4.588 millones de euros. El fabricante de aerogeneradores perdió, él solo, 4.439 millones en el periodo, por mucho los mayores números rojos de su historia, según las cifras comunicadas este miércoles al mercado.

“Los resultados son una enorme decepción para nosotros, aunque estén en línea con las expectativas que ya habíamos comunicado al mercado”, ha reconocido el primer ejecutivo de la empresa. “Siemens Gamesa va a tardar un poco más de lo pensado inicialmente en entrar en rentabilidad. No se ha constatado ninguna otra fuente de errores en los últimos meses”. Con todo, el ejecutivo ha defendido una vez más la compra de la compañía española como una forma de diversificación de su negocio y de entrar en el segmento de las renovables.

Las pérdidas de Siemens Gamesa antes de “partidas especiales” rondaron los 4.300 millones. De cumplirse la hoja de ruta de Siemens Energy, esta cifra debería ir reduciéndose en los próximos años: 2.000 millones en 2024 y alrededor de 1.000 en 2025, para regresar a la rentabilidad ya en 2026. Es dos años más tarde de lo previsto hasta ahora, como ha reconocido Bruch. “Gamesa tiene que estabilizarse, solucionar sus problemas y mejorar su estructura de costes, pero tiene importantes oportunidades de mercado. Seguimos confiando en la eólica y no vamos a salir corriendo”.

Preservar la cartera de pedidos

El objetivo del rescate es que Siemens Energy logre sobreponerse a sus problemas más inmediatos de tesorería y que pueda satisfacer la enorme cartera de pedidos que tiene pendientes, valorada en unos 112.000 millones de euros según las cifras aportadas este miércoles. “Debido a la larga duración de los proyectos en el sector energético, las garantías de pagos anticipados, de cumplimiento o los bonos de garantía son instrumentos habituales de la industria. Aunque (...), en la práctica, rara vez se recurre a ellas”, reconoce la propia Siemens Energy.

El esquema financiero también involucra a Siemens, el gigante industrial con presencia en multitud de sectores que tiene casi el 32% del capital de su rama energética y que lleva meses inyectando dinero prácticamente a fondo perdido. Tanto la matriz como la filial han pactado “una estructura que cubre el riesgo teórico de impago de las garantías” y que incluye una prenda de acciones.

El cambio de actitud de la dirección de Siemens en los últimos tiempos, cansada de asumir constantes pérdidas, ha sido clave para forzar el rescate. “Los sobrecostes [en la línea de fabricación de aerogeneradores de Siemens Energy] nos han sorprendido”, reconocía en julio pasado el consejero delegado de Siemens, Roland Busch, en una entrevista con EL PAÍS. “No, porque ya habían hecho dos profit warnings [avisos al mercado de que los resultados serían peores de lo estimado] exactamente por las mismas razones y pensábamos que [el problema] había terminado”.

En lo que va de año, Siemens Energy ha perdido casi la mitad de su valor bursátil. Una sangría que le convierte en el valor con peor desempeño de todo el Dax, el principal índice de la Bolsa alemana.

Un operario de Siemens Gamesa monta la sección de una pala de un aerogenerador en Cuxhaven (Alemania), el 31 de enero.
Un operario de Siemens Gamesa monta la sección de una pala de un aerogenerador en Cuxhaven (Alemania), el 31 de enero.Hauke-Christian Dittrich (dpa/ picture alliance/ Getty)

El papel de España en el rescate

Dado que el origen de muchos de los problemas está en Siemens Gamesa, la filial española de aerogeneradores de Siemens Energy que tiene buena parte de sus empleados en la Península, el Gobierno de coalición en funciones anunció a última hora de la tarde de este martes que también estaba “trabajando en una posible línea de avales bancarios para nuevos contratos en el exterior”.

Esta línea adicional contaría con la cobertura de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce), “por cuenta del Estado”. Para que cristalice este acuerdo, fuentes ministeriales confirman estar “en conversaciones” tanto con la empresa con sede en Zamudio (Bizkaia) como con “los bancos potencialmente interesados”. Este miércoles, la directora financiera de Siemens Energy, María Ferraro, ha confirmado que Madrid formará parte de la operación. Fuentes ministeriales consultadas por este diario han rehusado aportar una cifra concreta.

“El futuro de Siemens Gamesa en España es una prioridad para el Gobierno español”, apuntan las citadas fuentes el Ministerio de Industria, que afirman estar en “continuo contacto con los sindicatos con el objetivo de proteger el empleo y las capacidades productivas”. “La empresa es clave y debe jugar un papel importante en la soberanía energética”, zanjan las autoridades españolas.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.
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