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España busca la fórmula (mágica) para batir el récord de turistas

El mayor reparto de los viajes durante todo el año acerca al sector a superar los registros históricos de 2019

Dos turistas observan a los surfistas en el municipio tinerfeño de Puerto de la Cruz, el pasado 27 de septiembre.
Dos turistas observan a los surfistas en el municipio tinerfeño de Puerto de la Cruz, el pasado 27 de septiembre.Alberto Valdés (EFE)

El turismo encara la recta final del año con la expectativa de batir récords. La llegada de turistas hasta el momento —57,7 millones entre enero y agosto, solo un punto por debajo de la cifra de 2019—, la creciente desestacionalización, con un reparto mayor de los viajes durante todo el año, y las buenas previsiones para lo que resta de curso alientan la expectativa de que 2023 supere el récord anual alcanzado antes de la pandemia (83,7 millones). La evolución positiva de la actividad se produce a pesar de que los dos mercados tradicionalmente más potentes, el británico y el alemán, se están recuperando, pero por debajo de la media.

Existen varias señales que dan prueba de la desestacionalización. Una de las más claras es que en varios meses a comienzos de año ya se batieron las máximas de 2019: en enero se igualaron, mientras en abril (Semana Santa) y mayo se superaron los niveles prepandemia, según los datos de la encuesta de movimientos en frontera (Frontur) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Mientras, el buen tiempo ha alargado de facto el verano hasta septiembre y lo que va de octubre, como se puede ver claramente en las fotos de bañistas tomando el sol en pleno otoño en las playas del norte de España.

Para los próximos meses, las expectativas son “sólidas”, según la plataforma internacional de reservas hoteleras SiteMinder. Las cifras de reservas actuales están, según sus datos, un 20% por encima del mismo periodo de 2019. “Destaca el creciente peso de los viajeros internacionales año tras año, que representan el 64% de las llegadas en octubre, el 67% para en noviembre y el 58% en diciembre y alcanza el 74% en enero, probablemente porque los huéspedes extranjeros planifican con más antelación”, apunta Sara Padrosa, directora para España de SiteMinder. El turismo nacional se mantiene estable.

Las empresas del sector no se atreven aún a afirmar con rotundidad que se está produciendo una desestacionalización, pero los datos avanzan, por lo menos, un cambio de tendencia. Exceltur —la asociación que engloba a las principales compañías turísticas—, recoge en un informe presentado esta semana varios fenómenos que pueden suponer el germen de un cambio de modelo: por un lado, prevé un “alargamiento” de la temporada veraniega. En un entorno pesimista para el final de año, la demanda resistirá, defienden desde las patronales, que esperan un invierno especialmente bueno en Canarias.

Además, desde Exceltur apuntan a una transformación en el empleo hacia una menor temporalidad, y no solo por los efectos de la reforma laboral de 2021: la proliferación de los contratos fijos discontinuos, esperable de un sector estacionalizado, no ha perjudicado a los contratos indefinidos a tiempo parcial o completo, que representan más de dos tercios del total. De los 142.000 empleos creados por empresas relacionadas con el turismo en el último año, 71.000 son fijos a tiempo completo, lo que indica que las empresas prevén necesitar mano de obra no solo durante las temporadas altas. “Es un cambio estructural”, defendía este martes Óscar Perelli, director del Área de Estudios e Investigaciones de Exceltur.

Con todo, los representantes del sector prefieren mantenerse prudentes: “Es cierto que en septiembre y octubre ha habido más flujos turísticos, el tiempo ha ayudado muchísimo, pero también es cierto que mientras las personas tengamos los mismos calendarios, eso va a perjudicar mucho”, apuntaba Perelli, que ponía como ejemplo la semana blanca de Francia, un periodo vacacional que se reparte de forma diferente entre territorios para favorecer los flujos turísticos. Para el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, el proceso pasará por hacer atractivos destinos de sol y playa en momentos “donde las condiciones no son para bañarse”: “En muchos lugares de España que climáticamente pueden tener temporada alta caben otras actividades: jugar al golf en la Costa Brava en noviembre es un lujo para un noruego”.

Más visitas a ciudades

Son los turistas procedentes de los países nórdicos los que menos han recuperado el nivel de llegadas en lo que va de año: en el acumulado hasta agosto están un 14% por debajo de 2019. Los alemanes y los británicos se sitúan un 7% por debajo. En cambio, los viajeros de Bélgica, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Portugal, Estados Unidos y Suiza están por encima de las marcas conseguidas antes de la pandemia. El decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Europea, Francisco García Pascual, explica que “el turismo este año va a toda máquina” y este año, si sigue así la tendencia, se batirán récords. El crecimiento del turismo de gran ciudad (Madrid y Barcelona sobre todo), que no solo se centra en el sol y playa, y a las islas Canarias, refuerza la idea de una mayor desestacionalización.

“El turista llega en cualquier época del año”, explica. También influye el avance del turismo rural y que, en parte, para ajustar el gasto, cada vez más turistas nacionales viajan a casas de familiares y a pisos de alquiler por días. El experto considera más acertada la estadística —todavía experimental— que elabora el INE con datos de los teléfonos móviles de desplazamientos, tanto de turistas internacionales como nacionales, y prevé que el año acabe, si continúa el ritmo actual, con 88 millones de llegadas de visitantes extranjeros y 178 millones de desplazamientos de residentes en España.

El sector se ha convertido en uno de los motores de la economía española tanto en 2022 como en 2023, gracias a la creación de empleo que ha supuesto y que se han alcanzado cifras récord de ingresos. La fortaleza de la demanda aguanta, a pesar del golpe que está suponiendo la inflación para los hogares, las subidas de tipos de interés y las hipotecas, y que hoteles y aerolíneas han subido los precios durante este tiempo. El año comenzó con previsiones optimistas de que se podrían superar las máximas de llegadas de 2019, año que se toma como referencia para medir la recuperación tras los dos años de profunda crisis que estallaron con la pandemia.

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