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Las grandes tecnológicas siguen reinando: son seis de las diez mayores empresas del mundo

Aunque Microsoft y Apple tropiezan en sus resultados, el sector domina ampliamente la lista por valor en Bolsa, y fía su futuro a la inteligencia artificial

Tecnología Apple Microsoft
Una mujer utiliza su móvil junto a una tienda Apple en Nueva York, el pasado 14 de abril.MIKE SEGAR (REUTERS)
Álvaro Sánchez

La temporada de resultados ha despejado cualquier duda sobre la capacidad de las grandes tecnológicas para navegar en aguas inflacionistas. Muy al contrario, hacen más claro su dominio cada día que pasa. El siglo empezó con Microsoft a la cabeza de las empresas más valiosas del mundo, pero el estallido de la burbuja de las puntocom arruinó temporalmente las colosales expectativas de todo el sector. Tras el derrumbe, las energéticas General Electric, ExxonMobil, PetroChina o Aramco ocuparon el trono provisionalmente. Pero aunque la petrolera saudí sigue en el grupo de cabeza, el resto ha perdido comba frente a una nueva generación que se alimenta de una materia prima menos tradicional que la electricidad, o el crudo, pero igual o más lucrativa.

Las mayores máquinas de generar dinero y más dinero son hoy las dueñas de las redes sociales y aplicaciones de mensajería donde discurre la conversación global, las que diseñan los móviles, tabletas y ordenadores más avanzados, las que entregan en un visto y no visto las compras hechas a golpe de clic u ofrecen alojamiento en la nube y millones de respuestas a cualquier consulta. Esto es: Meta, Apple, Microsoft, Amazon y Alphabet. Ellas, junto al fabricante de microchips Nvidia, copan seis de las diez primeras plazas en la clasificación planetaria por valor en Bolsa, liderada por la compañía de la manzana.

Los resultados presentados estos días por las cinco grandes big tech —a Nvidia le toca a finales de mes— no han cambiado un ápice ese panorama, más bien lo refuerzan tras un inicio de año titubeante en que fueron noticia sobre todo por los despidos masivos en el sector, aunque dejan ganadoras y perdedoras.

Meta, muy tocada por sus desastrosas inversiones en un metaverso que no acaba de arrancar, ha vuelto a ilusionar. Ha lanzado una nueva red, Threads, para competir con la desconcertante Twitter —ahora rebautizada X— de Elon Musk, y anda embarcada en crear nuevas herramientas de inteligencia artificial generativa: el mes pasado anunció CM3leon, capaz de producir imagen a partir de un texto y viceversa. Su principal negocio, la publicidad digital, carbura otra vez. En el primer semestre, la propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp facturó 60.000 millones y ganó 13.498 millones (un 4,6% menos). Sus acciones acumulan una revalorización superior al 150% en lo que va de año, tras un 2022 para olvidar.

El cofundador y consejero delegado de Meta, Mark Zuckerberg.
El cofundador y consejero delegado de Meta, Mark Zuckerberg.Justin Sullivan (getty)

En el bando de las que han salido bien paradas de la presentación de sus cuentas también está Amazon. La plataforma de comercio electrónico ha reducido costes con la salida de 27.000 empleados. Esa redimensión, aunque pueda parecer gigantesca, no lo es tanto si se tiene en cuenta que aún tiene en nómina a casi 1,5 millones de trabajadores. Pero le ha ayudado a superar las previsiones de beneficios de los analistas: obtuvo unas ventas de 134.400 millones de dólares (un 11% más) y un beneficio neto de 6.700 millones en el segundo trimestre. Sube más de un 60% en el Nasdaq desde el 1 de enero.

A su consejero delegado, Andy Jassy, no parece preocuparle que otros lleven la delantera en el desarrollo de proyectos de inteligencia artificial (AI), porque confía en que muchas acaben utilizando los servicios de la nube de Amazon. “Dentro de Amazon, cada uno de nuestros equipos está trabajando en la creación de aplicaciones generativas de inteligencia artificial que reinventan y mejoran la experiencia de sus clientes. Pero si bien crearemos varias de estas aplicaciones nosotros mismos, la mayoría serán desarrolladas por otras empresas. Y somos optimistas en que la mayor parte de estas se construirán en Amazon Web Services”.

Andy Jassy, consejero delegado de Amazon
Andy Jassy, consejero delegado de Amazon.Mike Blake (REUTERS)

La tercera triunfadora de este mes ha sido Alphabet. La dueña de Google o YouTube entre otras, se anotó unos ingresos de más de 74.600 millones de dólares (un 7% más), y unos beneficios de 18.400 millones (15% de mejora). Ambos crecen gracias al negocio publicitario y en la nube. Su mayor gasto del trimestre fue en servidores y en inteligencia artificial, esa gallina de los huevos de oro en la que convergen todas las miradas de las tecnológicas —y los temores a ser desbancadas por nuevos actores que den con la tecla—. Repunta un 45% en Wall Street en lo que va de 2023.

Las dos únicas grandes que han visto teñirse de rojo sus acciones tras presentar sus cuentas han sido Apple y Microsoft. La primera sufre por la caída en ventas de su producto estrella, el iPhone, pese a que es más popular que nunca en China, donde todavía crece y mantiene su potencial al ser su penetración menor que en sus mercados occidentales. Sus ventas totales entre abril y junio recularon un 1,4%, hasta los 81.800 millones de dólares —su tercera contracción interanual consecutiva—, pero los títulos de la firma aguantan y suben un 47% este ejercicio, rozando los tres billones de dólares de capitalización bursátil.

Sede francesa de Microsoft en Issy-Les-Moulineaux, un suburbio de París, en una fotografía de 2018.
Sede francesa de Microsoft en Issy-Les-Moulineaux, un suburbio de París, en una fotografía de 2018.GERARD JULIEN (AFP)

La creadora de Windows, por su parte, vio retroceder sus beneficios un 0,5% hasta los 72.361 millones de dólares, al acusar la ingente inversión que está acometiendo en inteligencia artificial. Microsoft es consciente de que los 10.000 millones desembolsados para hacerse con una participación en OpenAI, dueña de ChatGPT, no bastan, y ha preferido sacrificar beneficios a corto plazo para seguir ganando terreno en AI. Una estrategia muy habitual cuando se da prioridad a ganar cuota de mercado para imponerse a la competencia —durante años, por ejemplo, Amazon perdió dinero porque buscaba fidelizar una masa de clientes—. Aun así, Microsoft obtuvo ingresos récord al cierre de su año fiscal, que terminó en junio, apoyada en tres grandes patas: la división de productividad, que incluye las ventas de Office y LinkedIn, la de la nube, y la de computación personal, que incluye Windows, Bing o la consola Xbox. Gana un 38% en Bolsa en 2023.

El espectacular crecimiento de este selecto grupo de tecnológicas plantea diversas cuestiones. Su capacidad de ir absorbiendo empresas para ganar tamaño e invertir en nuevas innovaciones ha propiciado que su peso en los principales índices bursátiles estadounidenses sea desmesurado, con lo que se han vuelto vulnerables a cualquier traspiés que sufran. Además, todas ellas llevan años en la lupa de los reguladores, especialmente de Bruselas, por sus prácticas anticompetitivas. Equipadas de enormes reservas de efectivo y bases de datos, dan asimismo tímidos pasos para expandirse en sectores como el financiero. Este mismo año Apple ofreció un depósito remunerado al 4,15% que abría la puerta a una competición directa con los bancos por el efectivo.


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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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