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QEV, la sustituta de Nissan en Barcelona, prevé estrenarse en la Bolsa de Ámsterdam el 3 de octubre

La sociedad cierra la fusión con Spears y asegura que tiene ya cartas de intenciones para vender más de 9.000 vehículos

QEV
Joan Orús, consejero delegado de QEV, la empresa que lidera el proyecto para sustituir a Nissan en la Zona Franca.CRISTÓBAL CASTRO
Dani Cordero

QEV Technologies, una de las compañías a las que se ha encargado sustituir a Nissan en la fábrica de la Zona Franca de Barcelona, ha sellado esta pasada noche su fusión con Spear, lo que permitirá lograr recursos para su plan de inversión y cotizar en la Bolsa de Ámsterdam, previsiblemente el 3 de octubre, según los planes que constan en una presentación preparada por Spears. La compañía, que hasta ahora ha fabricado coches de competición y que tiene sobre la mesa el reto de producir en serie vehículos, está valorada actualmente en 209 millones de euros. Su intención es facturar entre 60 y 80 millones de euros en 2023 (el año pasado ingresó 13,4 millones), de los que 55 ya estarían asegurados en órdenes comprometidas de compra. Entre sus objetivos se encuentra alcanzar en un año el equilibrio entre ingresos y gastos. El pasado ejercicio perdió 5,6 millones de euros.

La operación se realiza a través de las denominadas SPAC, compañías de propósito especial de adquisición que están pensadas para agilizar las salidas a Bolsa. Spear está promovida por las gestoras de fondos AZ Capital y STJ Advisors, que consideran a QEV una empresa “de alto crecimiento”. La sociedad saltará al parqué holandés bajo el nombre QEV N.V, si bien asegura que mantendrá domicilio fiscal, sede y operaciones en Barcelona.

En los próximos años tendrá que demostrar su capacidad para asumir el reto de llenar la fábrica de la Zona Franca de Barcelona (y de Montcada i Reixac) que cerró Nissan, donde existe una capacidad de producción de 180.000 vehículos, aunque a partir de 2027 su previsión se sitúa en las 16.000 unidades y 1.000 millones de euros de facturación. Para hacerlo posible hará una inversión de 143 millones de euros, entre los que se encuentra el pago de 30 millones por la adquisición de activos de Nissan, como el uso de determinadas patentes. Compartirá esas instalaciones con Btech, que prevé ensamblar furgonetas bajo la marca Ebro y autocares a través de una gama de seis productos diferentes. El proyecto de QEV, sin embargo, es producir también furgonetas eléctricas, pero en este caso bajo su marca Zeroid. Ambas empresas tendrán que demostrar que pueden vender esos vehículos. De momento, se ha asegurado la venta de 1.011 unidades a Bimbo en México, de las que ya se han entregado 211, y tiene cartas de intenciones de compra con posibles clientes para colocar 9.500 vehículos más. Asimismo, para colmar de capacidad las instalaciones barcelonesas cuando antes negocia con dos empresas, una americana y otra china.

La compañía defiende que se va a producir una explosión de demanda en el mercado de furgonetas eléctricas, con gran apoyo público, y que el uso que podrá realizar de las antiguas instalaciones de Nissan le permite un menor impacto de costes por inversiones que competidores de nuevo cuño como la estadounidense Rivian.

“El mercado de vehículos comerciales ligeros y autobuses eléctricos se está acelerando a un ritmo vertiginoso a medida que las empresas tratan de electrificar sus flotas y suministrar sus productos y servicios de forma sostenible”, ha señalado el consejero delegado de QEV, Joan Orús. Según sus previsiones, en 2025 habrá un mercado de furgonetas eléctricas de un millón de unidades, mientras que en 2027 se contempla un negocio de 74.700 millones de euros en ese campo y de 16.900 millones de euros en autobuses eléctricos.

Ayudas públicas

La salida a Bolsa se dilatará en el tiempo, ya que antes los accionistas de Spear tienen que aprobar la operación en una junta que no se celebrará hasta el 23 de setiembre. “Consideramos que QEV tiene ante sí un futuro apasionante y fructífero a largo plazo y estamos deseando ayudarla a que alcance sus objetivos”, ha afirmado John St. John, coconsejero delegado de Spear.

QEV tiene asegurados 41 millones de euros de ayudas públicas a través del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del vehículo eléctrico (PERTE-VEC) y prevé conseguir otros 15 millones a través del plan de ayudas MOVES y 20 millones más en las nuevas ventanas que se han abierto del PERTE al vehículo eléctrico.

La fusión supone un cambio relevante en el reparto del accionariado que, antes de la salida a Bolsa, supondrá que el fondo de inversión Inverready controle la compañía con un 37% de las acciones, seguido por Nad Capital. Joan Orús y Juan Fernández, cofundadores de la empresa, pasarán de controlar un 11% y un 9% de las acciones a un 6% y un 5%, respectivamente. Ambos estarán en el consejo de administración, a quienes previsiblemente se les sumarán Derek Whitworth, Elisa Sanchini y Miriam Van Dongen como independientes y Carlos Conti en representación de Inverready.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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