Enagás gana 54,6 millones hasta marzo, un 21% menos, pero mantiene su objetivo de beneficios para 2023

Enagás, el gestor del sistema gasista español, cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 54,6 millones de euros, un 21% menos frente a los 69,3 millones, tanto por una menor aportación de sus participaciones internacionales como por una merma en los ingresos de su actividad principal: el transporte de gas en España (-6,2%) por el recorte aplicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre su remuneración. La compañía, sin embargo, mantiene su objetivo de ganar entre 310 y 320 millones en 2023, según ha comunicado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El gestor del sistema gasista español ha aprovechado la presentación de resultados hasta marzo para comunicar al regulador el cierre de la venta del 50% de la sociedad mexicana Gasoducto de Morelos por 95 millones de euros a la gestora de fondos australiana Macquire. La operación, anunciada a finales de 2021, deja una plusvalía de unos 40 millones en la cuenta de resultados de Enagás.

La deuda neta cerró marzo en 3.477 millones de euros, un 16% menos que un año antes pero también ligeramente superior a los 3.469 millones en los que terminó 2022. Su coste financiero ha subido con fuerza en los tres primeros compases del año, al pasar del 1,8% al 2,7%.

Sin embargo, Enagás tiene algunos mecanismos de protección: el 80% de su deuda es a tipo fijo, por lo que su sensibilidad a las decisiones de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) es relativa; y, tras la amortización de un bono de 400 millones en marzo, no tendrá más vencimientos “relevantes” en lo que resta de 2023. El primer trimestre echó el telón con 3.352 millones de liquidez en caja, entre tesorería y líneas de crédito no dispuestas.

El doble de exportaciones a Francia

La venta de gas natural a Francia se duplicó con creces en los tres primeros meses de 2023, en los que registró un aumento del 104% para marcar un récord histórico de 3 teravatios hora (TWh). Este incremento sin precedentes tiene una doble explicación: una coyuntural —las huelgas en Francia, que han frenado las operaciones de recepción y regasificación de gas natural licuado (GNL, el que viaja por barco)— y una más bien estructural —el mayor apetito de los países del centro y el norte de Europa por el gas que entra por la península Ibérica tras la ruptura con Rusia—.

Las mayores ventas al resto de Europa, recargas de buques incluidas (+124%), no se tradujeron, en cambio, en un menor llenado de los depósitos españoles de gas. Al contrario: estos cerraron la campaña 2022-2023 en el 78%, cumpliendo el hito de llenado impuesto por Bruselas con cinco meses de antelación: hoy ya rozan el 88%, según las cifras de Gas Infrastructure Europe (GIE). En gran medida, gracias a la mayor llegada de barcos metaneros y a la benevolencia de las temperaturas, con un invierno particularmente suave.

Ligera recuperación de la demanda

Entre enero y marzo, la demanda española de gas natural continuó su trayectoria claramente decreciente en comparativa anual, con un descenso del 7% frente al primer trimestre de 2022. Sin embargo, sí empezó a dar algunas muestras de recuperación respecto a los tres últimos meses del año pasado, con un aumento del 4,3% liderado, en gran medida, por el tirón “del refino y de las industrias química y farmacéutica”. Tras reducir su actividad en gran parte del año pasado, como respuesta a la escalada sin parangón del gas, estos sectores han recuperado prácticamente los niveles de producción precrisis. El precio de este combustible ronda hoy los 40 euros por megavatio hora (MWh) en el mercado holandés TTF, el que sirve de referencia en Europa, muy lejos de los casi 350 euros que llegó a costar el verano pasado.

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