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La Seguridad Social contempla un incremento del 20% de las pensiones máximas en 2065

El ministerio de José Luis Escrivá propone un aumento mayor en las bases máximas que en las pensiones más altas. Para corregir esta falla en la contributividad, recoge un aumento adicional importante a partir de 2051

reforma pensiones
Un jubilado lee el periódico en un parque de Madrid.Jaime Villanueva
Emilio Sánchez Hidalgo

El principal objetivo de la reforma de las pensiones que plantea el Ministerio de Seguridad Social es aumentar los ingresos del sistema para hacer frente al desafío del envejecimiento y la jubilación de la generación del baby boom. Para ello se plantean varias herramientas, entre las que destaca el aumento de las bases máximas de cotización a un ritmo mayor que el de las pensiones máximas. Sin embargo, el proyecto de José Luis Escrivá recoge un instrumento para empezar a compensar esta diferencia: contempla un aumento adicional de las pensiones máximas del 20% entre 2051 y 2065, según el borrador de la reforma al que ha tenido acceso EL PAÍS.

Ahora, una persona cotiza por los primeros 4.495,5 euros al mes que cobra. Si su salario está por encima de esta ya elevada cifra, no sigue cotizando por la diferencia restante, independientemente de lo alta que sea. De forma paralela, hay una pensión máxima de 2.819,18 euros al mes. Estos dos topes, con matices, afianzan el principio de contributividad del sistema: cada uno va a recibir en el futuro una pensión de acuerdo con las contribuciones que ha aportado durante su vida. Ese principio, que hasta ahora mantenía una relación entre bases y pensión máxima de en torno al 60%, ahora se ha visto alterado. Las bases máximas ya son superiores a la pensión máxima por otro principio clave, el de solidaridad con las rentas más bajas. Pero, pese a ello, hay un tope y una relación entre ambos conceptos.

El proyecto del Ministerio de Seguridad Social plantea un mayor aumento de las bases máximas que de la pensión máxima, lo que repercutirá en que la contributividad se diluirá aún más con el paso del tiempo. El borrador de la reforma propone que las bases máximas crezcan de 2024 a 2050 conforme al IPC, más 1,2 puntos porcentuales fijos anuales. Sin embargo, las pensiones máximas aumentan de 2025 a 2050 sumando 0,115 puntos acumulativos al IPC. Es decir, la cotización de las rentas altas crecerá más rápido que las bases.

Así, los que más ganan aportarán más al sistema sin recibir una compensación equivalente. Con todo, el proyecto de la Seguridad Social contempla una herramienta para corregir este desfase entre 2051 y 2065: recoge un incremento adicional que empieza en el 3,1% en 2051 y termina en el 20% en 2065. Entonces “se valorará en el marco del diálogo social la conveniencia de mantener el proceso de convergencia hasta alcanzar un incremento total de 30 puntos porcentuales”, detalla el texto del departamento que dirige José Luis Escrivá.

Pelea generacional

Los aumentos de las pensiones máximas suelen generar mucho ruido político y activan la pelea generacional, contraponiendo esas retribuciones con los bajos salarios españoles, en comparación con los de otros países europeos. A muchas personas les resulta muy llamativo que un pensionista pueda ingresar 2.819,18 euros al mes, cuando el salario mínimo es de 1.080 euros mensuales; el mediano de 1.757 euros; y el medio de 2.086. Sin embargo, la pensión media (1.137 euros) está igual de lejos de estos montantes salariales que esa pensión máxima. La mayoría de las pensiones es de una cuantía muy inferior a ese tramo alto.

Esta reforma articula más vías para aumentar los ingresos: una cuota de solidaridad a los salarios más altos del 1% en 2025 que irá subiendo 0,25 puntos al año hasta llegar al 6% en 2045; y un alza del mecanismo de equidad intergeneracional: en vez de ser de 0,6 puntos, se dobla hasta 1,2 en 2050, a un ritmo de crecimiento de una décima al año. Este mecanismo puede crecer aún más si se desvía el gasto en pensiones y el Congreso de los Diputados no pacta una solución: subirá de forma automática para asegurar un incremento en las cotizaciones, equivalente a un 20% del exceso de gasto sobre las proyecciones previstas por el Gobierno.

Con este aumento de los ingresos, el Gobierno quiere financiar varias políticas que mejoran la cobertura del sistema, entre las que destaca el incremento de las pensiones mínimas y de las no contributivas. El Gobierno propone medidas para que la mínima, tomando como referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo, alcance entre 2024 y 2027 el 60% de la renta mediana correspondiente a un hogar de dos adultos; y que la no contributiva crezca hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal. También hay medidas específicas para corregir la brecha de género y cubrir mejor las lagunas de cotización, las etapas de jornadas parciales, excedencias o desempleo, que afectan en mayor medida a las mujeres.

Este lunes por la tarde continúa la negociación de las pensiones en el Ministerio de Seguridad Social, en un encuentro al que están convocados sindicatos y patronal.

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Sobre la firma

Emilio Sánchez Hidalgo
Redactor de Economía. Empezó su trayectoria en EL PAÍS en 2016 en Verne y se incorporó a Sociedad con el estallido del coronavirus, en 2020. Ha cubierto la erupción en La Palma y ha participado en la investigación de la pederastia en la Iglesia. Antes trabajó en la Cadena SER, en el diario AS y en medios locales de su ciudad, Alcalá de Henares.

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