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Renfe acelera sus planes para entrar en solitario en Francia antes de verano

La compañía terminará de formar en los próximos meses a una veintena de maquinistas y denuncia trabas administrativas: “Cuando ellos quisieron operar en España, nosotros les abrimos las puertas”

Un AVE de Renfe en la estación de Lyon, a punto de salir hacia Barcelona este lunes.
Un AVE de Renfe en la estación de Lyon, a punto de salir hacia Barcelona este lunes.EUROPA PRESS

Dos meses después del divorcio entre Renfe y su homólogo francés, SNCF, la compañía española pretende recuperar las líneas transfronterizas donde prestaban servicio conjuntamente a mediados de 2023 con la formación de maquinistas y la obtención del certificado de seguridad de sus trenes. Estas actuaciones también persiguen penetrar en el mercado galo en los próximos años con contratos de alta velocidad, al igual que han hecho Ouigo e Iryo en varias líneas nacionales, y de cercanías.

Esta será la primera vez que Renfe opere líneas en solitario en Francia, tras las disputas y acusaciones de pérdidas económicas por parte de SCNF. En concreto, se espera reanudar la conexión Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella antes de verano y la línea París-Lyon antes de que acabe el año, según indicaron la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y su homólogo francés, Clément Beaune, en la cumbre hispanofrancesa el pasado enero.

La alianza de casi una década con el operador ferroviario francés se rompió oficialmente el 10 de diciembre, cuando se prestó el último servicio conjunto. Desde entonces, la línea de alta velocidad Barcelona-París es gestionada únicamente por la compañía gala, mientras que las otras dos conexiones no prestan servicio. Renfe y SCNF gestionaban estas conexiones internacionales a través de Elipsos, una sociedad creada en 2013.

El certificado de seguridad y la formación del personal: las dos “trabas” francesas

“Hemos conseguido todos los permisos en un tiempo récord, pese a las trabas francesas”, ha celebrado el gerente de operaciones de alta velocidad internacional de Renfe, Juan Ricardo Zambrana, durante un viaje de pruebas en el trayecto Barcelona-Lyon este lunes.

La Agencia Francesa de Seguridad concedió un certificado a la operadora española a finales de diciembre tras obtener los derechos de circulación, pero solo para operar en las rutas entre Lyon y Marsella con Perpiñán, por lo que Renfe debe obtener otra autorización para operar en toda Francia. “En cambio, cuando ellos quisieron operar en España, nosotros les abrimos las puertas”, ha recriminado Zambrana, ya que Ouigo no tuvo que pasar por este doble procedimiento.

En España circulan dos operadores que compiten con Renfe: SCNF, a través de Ouigo (empresa de alta velocidad de bajo coste), e Iryo, participado por Air Nostrum, Globalvía y Trenitalia. En Francia, desde la apertura de las líneas de alta velocidad a la competencia a finales de 2020, solo ha admitido a Trenitalia con tramos entre París, Lyon e Italia. Ouigo compite desde mayo de 2021 entre Madrid y Barcelona y, desde hace unos meses, entre Madrid y Valencia.

Respecto al otro requisito, la formación de los maquinistas y del personal de intervención en el reglamento ferroviario francés, Renfe prevé tener capacitados a un equipo de 25 y 21 profesionales respectivamente “en las próximas semanas” para llegar a mediados de año. De hecho, ya está realizando recorridos con los trenes vacíos.

La estrategia internacional de Renfe

Renfe pretende que el 10% de sus ingresos provengan de mercados internacionales en cinco años, según su Plan Estratégico. Para ello, pretende obtener contratos tanto para líneas de alta velocidad como de servicios públicos de Cercanías. Dentro de la apuesta europea, donde participa en la futura línea de alta velocidad entre las capitales bálticas y Bruselas, el Consejo de Administración de Renfe ha aprobado abrir una sucursal en Francia. Zambrana ha asegurado que los trayectos que gestionaban con SCNF “son viables económicamente” en un plazo de dos o tres años a pesar de que el antiguo aliado de Renfe sostenía que eran deficitarios.

Normalidad entre Figueres, Girona y Barcelona

El recorrido Barcelona-Lyon comprende cinco horas de duración a lo largo de 500 kilómetros -la mayoría en alta velocidad- con paradas intermedias en Girona, Figueres Vilafant, Perpiñán, Narbona, Montpellier, Nimes y Valence.

Respecto a las conexiones catalanas, Renfe asegura que ha “suplido la ausencia de SNCF” en la línea Avant Figueres-Girona-Barcelona, donde mantiene 13 frecuencias por sentido y ha aumentado las plazas al 15%, hasta las 42.500.

Renfe cerró las cuentas de 2022 con pérdidas de 108 millones de euros, mientras que en 2021 los números rojos fueron de 362 millones. El año pasado recuperó 114 millones de clientes hasta alcanzar los 436 millones de viajeros anuales.

La ruptura entre operadores se ha producido en un momento donde la Unión Europea desea encarecer las tasas que pagan las aerolíneas por las emisiones contaminantes en los vuelos dentro del continente para favorecer alternativas más limpias, como el tren. La Comisión Europea dio el visto bueno a la propuesta del gobierno francés de prohibir los vuelos domésticos de corta duración si hay una alternativa a menos de dos horas y media en tren, que forma parte del proyecto de ley del clima del Ejecutivo.

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