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¿Puede Netflix cambiar las condiciones de tu suscripción sin incumplir la ley?

La medida no supone una modificación en las condiciones de los contratos, según la plataforma. Los usuarios deben poder cancelar su contrato si no están de acuerdo con el nuevo modelo

Fotografía de archivo que muestra una vista del logo de Netflix en un teléfono móvil.
Fotografía de archivo que muestra una vista del logo de Netflix en un teléfono móvil.SEDAT SUNA (EFE)
Selina Bárcena

La compañía de entretenimiento Netflix ha declarado el fin de las cuentas compartidas. La plataforma estadounidense —que durante 2022 declaró por primera vez una pérdida de suscriptores—, publicó un comunicado esta semana en el que avisaba a sus clientes de una modificación que restringirá el uso de cuentas compartidas entre miembros que no residan en la misma casa. El gigante del entretenimiento explica a este diario que esta actualización “no supone una modificación en los términos del contrato”, ya que una de las cláusulas que se recogían en los términos y condiciones iniciales advertía que las cuentas estaba dirigida a los hogares. Los expertos recuerdan, no obstante, que los usuarios deben poder acceder fácilmente tanto a las opciones de prorrogar como cancelar su contrato si no están de acuerdo con este nuevo modelo.

Según Irene Becerra, directora legal de la plataforma Reclamador.es, respalda el argumento de la empresa. “Netflix, por la tarifa abonada nos va a ofrecer exactamente el mismo servicio, sólo que ha limitado y reforzado el cumplimiento de sus propios términos y políticas”.

Esta decisión, que ya habían tomado antes otras plataformas digitales como Spotify en 2019, ha generado desconcierto entre los usuarios. Incluso la propia compañía ha llegado a reconocer en Twitter la confusión inicial que ha generado la medida. Sin embargo, en las condiciones iniciales de los contratos se especificaba: “Las personas que no convivan contigo deberán suscribirse y crear su propia cuenta para ver Netflix”. Por lo que las nuevas condiciones estarían orientadas a garantizar el cumplimiento de las normas iniciales, apunta la multinacional. Hasta el momento, la compañía conocía el uso que los abonados hacían de las cuentas, incluso llegó a promocionarlo en sus redes con un tweet que rezaba “Amar es compartir contraseña”.

Con la nueva política, solo los usuarios de los planes estándar o premium pueden añadir subcuentas para personas que no residan en el domicilio, por un importe de 5,99 euros al mes cada una. Dentro de los términos de uso, la compañía especifica que cualquier cambio en el precio debe ser notificado por correo electrónico y en un mensaje dentro de la aplicación “al menos 30 días antes de la fecha de facturación en la que se producirá el incremento”. Aunque según el gigante del entretenimiento “los precios de los cuatro planes de suscripción que ofrece Netflix no han experimentado ninguna modificación, si no que se ofrecen nuevas prestaciones”.

Para verificar que los usuarios de la plataforma residen en el mismo domicilio, Netflix pedirá que se establezca una dirección IP de referencia a la que se conectan los dispositivos. La empresa ha puntualizado que “los suscriptores tienen hasta el 21 de febrero para establecer su ubicación principal”. En cuanto a los dispositivos que no formen parte de un hogar o de una ubicación principal, desde la empresa señalan que “eventualmente, recibirán un mensaje en el servicio tras esa fecha”.

Protección de datos

La información que se requiere de los usuarios es una cuestión delicada. Según Irene Becerra, “para que entre dentro de un marco legal, la compañía, como responsable del tratamiento de nuestros datos, debe informar de cada uno de los usos y finalidades de los mismos”. Además, Becerra puntualiza que “en ningún caso, podrá recabar más datos de los estrictamente necesarios para llevar a cabo la finalidad perseguida, en este caso el control del uso de la cuenta”. En este caso, Netflix ha aclarado que no recopilará datos GPS para establecer nuestra ubicación exacta, sino que utilizará la dirección IP para determinar una ubicación general (ciudad, provincia y código postal).

Controlar el uso que los abonados hacen de la cuenta también requiere, según la abogada, que los usuarios puedan acceder fácilmente tanto a la opción de prorrogar el contrato, como a la de darse de baja, en caso de no estar conformes con el nuevo modelo. De lo contrario, se podría incurrir “en una maniobra de patrones oscuros”, concluye.

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