_
_
_
_
_

Bruselas aumenta la protección del aceite de oliva con un nuevo reglamento

La norma mantiene la posibilidad de mezcla con otros aceites vegetales y rechaza la venta de graneles

Botellas de aceite en un supermercado.
Botellas de aceite en un supermercado.EUROPA PRESS

La Comisión Europea aplicará desde esta semana una nueva reglamentación sobre el aceite de oliva. Con ella pretende, por un lado, defender la calidad y la transparencia en la elaboración y comercialización del producto. Y por otro, evitar el fraude y la desinformación a los consumidores. Bruselas ha visto necesario cambiar la anterior norma, de hace más de una década, en coordinación con organizaciones del sector como el Consejo Oleícola Internacional.

El Ejecutivo europeo mantiene la posibilidad de que el aceite de oliva se pueda vender mezclado con otros aceites solamente vegetales, si bien continúa dejando la puerta abierta a que esa decisión la adopten cada uno de los países miembros. Los grandes países productores de la UE, como España, Italia y Grecia, mantienen la prohibición de la mezcla a las industrias ubicadas en sus territorios que quieran comercializarla en el país.

Sin embargo, los productores sí pueden hacer la mezcla siempre que sea para la exportación a otros países comunitarios donde esté permitida su venta. Eso implica que teóricamente podrían llegar a las estanterías, pues España no puede prohibir la entrada de un aceite de mezcla que haya sido elaborado en otro país comunitario. Pero en la práctica, ni las industrias ubicadas en España elaboran este tipo de aceites para exportar, ni llega España el elaborado en otros países, dada la escasa aceptación de los consumidores hacia este tipo de variedad. Hace varias décadas hubo un intento desde el grupo Lever, sin resultado

Para proteger la calidad de los aceites y evitar el riesgo de contaminación o fraude, especialmente elevado en momentos como el actual de precios altos, Bruselas mantiene la prohibición de la venta de aceite a granel, lo que lleva la contraria a algunos grupos ecologistas, que ven en este tipo de venta un remedio contra el uso masivo de los plásticos.

Para dar mayores garantías sobre la calidad del producto a los consumidores y evitar los fraudes, la Comisión contempla reforzar los sistemas de cierre de los envases para impedir su rellenado y la correcta legibilidad de la información en el etiquetado. Dado que la luz y el calor afectan a su calidad, reclama que en el mismo etiquetado se advierta de ese riesgo a los consumidores para que lo tengan en cuenta a la hora de almacenarlo. Y para evitar inducir a error a los consumidores, en los productos alimenticios que contengan aceite de oliva, en la etiqueta debe figurar el porcentaje exacto que contiene, y en las conservas que lo tengan, señalar su porcentaje en relación con el peso del producto.

En España, el sector cuenta desde hace un año con nuevo Plan Nacional de Trazabilidad coordinado por el Ministerio de Agricultura y gestionado por las comunidades autónomas para hacer un seguimiento del mismo desde la producción en origen, tratamientos, rendimientos y elaboración, hasta los lineales de la tiendas de distribución. Se busca así proteger la calidad, evitar el fraude y defender a los consumidores. Este plan recoge además el refuerzo del seguimiento de todos los movimientos del aceite, especialmente de los graneles, exigiendo guías de origen y destino, para evitar viejas situaciones de fraude. Así como la prohibición del uso de las palabras virgen y virgen extra a otros aceites no sean de oliva o el “refresco” o mezcla de un aceite virgen de campaña con aceites viejos de oliva.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_