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Grifols admite que su caída en Bolsa complica la opción de ampliar capital para reducir la deuda

El grupo farmacéutico ganó hasta septiembre 188 millones de euros, un 30% menos por los costes que arrastra de la adquisición de Biotest, aunque creció en ventas un 9,5%

Josep Catà Figuls
Grifols caída en Bolsa
Complejo industrial de Grifols en Irlanda.

Grifols sigue arrastrando su crisis de cotización por la elevada deuda que acumula. La multinacional farmacéutica dedicada a los hemoderivados ha comunicado este martes, en los resultados financieros correspondientes al tercer trimestre, que el contexto de la caída de sus acciones en Bolsa (de un 47% en lo que va de año y de un 74% desde su máximo, en febrero de 2020) “no favorece una potencial ampliación de capital”. Esta era una de las opciones que estaban sobre la mesa de la compañía para rebajar la deuda, después de que los recientes cambios en la cúpula (con la sustitución del presidente no ejecutivo Víctor Grifols Roura por Steven F. Meyer, que asume la presidencia ejecutiva) no hayan conseguido calmar a los mercados, nerviosos por el ritmo lento de desapalancamiento del grupo, cuyo pasivo asciende a 9.380,9 millones de euros. La empresa destaca que el desapalancamiento “es la principal prioridad” y que está evaluando alternativas para “optimizar la amplia base de activos globales”. En otras palabras, abre la posibilidad de vender alguno de sus negocios. La Bolsa ha reaccionado a los resultados de Grifols con un nuevo desplome del 3,7% de la acción, aunque la caída se ha ido moderando durante la mañana.

Los resultados financieros del tercer trimestre muestran que, entre enero y septiembre, el grupo obtuvo un beneficio neto de 188 millones de euros, lo que implica un recorte en las ganancias del 30% con respecto al mismo periodo del año pasado. En 2021, el beneficio se recortó un 70%, mientras que en el primer semestre de 2022 la reducción fue del 46%. La empresa achaca esta nueva reducción de las ganancias a los costes financieros de la adquisición de Biotest, anunciada en septiembre de 2021 y cerrada en abril de este año. Y remarca que, pese a que caen los beneficios, las ventas se recuperan con fuerza: en los nueve primeros meses del año, los ingresos alcanzaron los 4.351 millones de euros, un 9,5% más en moneda constante (excluyendo las fluctuaciones de los tipos de cambio intertrimestrales) o un 18,8% más si se tienen en cuenta estas variaciones. El crecimiento de los ingresos está impulsado sobre todo por la división Biopharma, dedicada a los productos plasmáticos.

Esto va en la línea de lo que la empresa lleva semanas defendiendo ante su caída en Bolsa: si bien la deuda sigue alta, su negocio se está recuperando después de la pandemia, cuando las restricciones minaron su capacidad de recolectar el plasma de sus donantes. Esto repercutió en su actividad y, por lo tanto, en la confianza de los inversores sobre la capacidad de Grifols de devolver su deuda gracias al flujo de caja que generaba su negocio. En este sentido, Grifols destaca que el volumen de plasma obtenido ha crecido un 25% en estos nueve primeros meses del año.

El beneficio bruto (Ebitda) reportado alcanzó hasta septiembre los 927 millones de euros, lo que deja un margen del 21,3% (si se excluye Biotest, llega al 22,2%). La compañía asegura que está “en vías de cumplir sus compromisos financieros” para este ejercicio, y que conseguirá unos ingresos récord de entre 5.800 millones y 6.000 millones y un margen Ebitda ajustado de entre el 20% y el 21%. La ratio de apalancamiento reportado disminuyó de las nueve veces los beneficios antes de impuestos en el primer semestre a 8,6 veces en septiembre. La previsión es que cierre el año en las 7,9 veces. La compañía destaca que no hay vencimientos significativos hasta 2025.

En el comunicado, los dos consejeros delegados del grupo, Víctor Grifols Deu y Raimon Grifols Roura, han asegurado que los resultados “son una prueba de los esfuerzos de Grifols por impulsar el crecimiento y la ejecución operativa, como demuestra la significativa mejora secuencial a pesar del difícil contexto macroeconómico”. La compañía, asegura la nota, está enfocada en “mejorar el flujo de caja y el perfil de los gastos, reducir la deuda, capturar oportunidades comerciales, desbloquear el valor sustancial de la adquisición de Biotest y racionalizar la organización”.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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