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Las empresas familiares empeoran su percepción sobre la situación económica

La mayoría de los consultados en la encuesta del Instituto de la Empresa Familiar ve un crecimiento frágil y sin creación de empleo. El Rey avisa: “Operáis en un entorno nada sencillo”

La Ministra de Educación, Pilar Alegría; el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; el Rey Felipe VI y el presidente del IEF, Andrés Sendagorta.
La Ministra de Educación, Pilar Alegría; el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; el Rey Felipe VI y el presidente del IEF, Andrés Sendagorta.Jorge Armestar (Europa Press)
Jesús Sérvulo González

Las empresas familiares se muestran menos optimistas respecto a la situación económica que el año pasado, según la encuesta realizada a cerca de 500 ejecutivos y accionistas reunidos en el congreso del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), que se celebra esta semana en Cáceres. La mayoría de los participantes, el 58%, cree que el crecimiento a corto y medio plazo de la economía española será frágil y sin creación de empleo. Sin embargo, casi la mitad (un 48%) piensa que podrá aumentar su facturación, aunque los de esta opinión son menos que los del año pasado (63%). La mitad de los consultados (56%) considera que podrá mantener la plantilla, frente a un 9% que supone que tendrá que reducirla.

El clima económico se está enturbiando por la escalada de precios y el recrudecimiento de la guerra en Ucrania. Las perspectivas económicas se están ensombreciendo y los principales organismos internacionales están revisando a la baja sus pronósticos económicos. Los empresarios reconocen la gran incertidumbre del momento, pero prevén aumentar ingresos. “Los que se dedican al comercio son más pesimistas”, advierte uno, que como casi todos prefiere hablar bajo el anonimato.

Los empresarios valoran el clima económico con un 4,59 en una nota en la que 0 es la peor puntuación y 9 la máxima. Aunque dan un aprobado raspado, empeoran su percepción sobre el sondeo del año pasado, cuando su valoración fue del 4,94. Dos de cada tres (63%) de los consultados considera que la labora de la empresa familiar está socialmente poco reconocida. El 81,9% de los encuestados opinan que son parte fundamental del tejido industrial y comercial.

La empresa familiar se ha reunido para celebrar en Cáceres su XXV Congreso en el 30 aniversario de la asociación empresarial, que está formada por más de un centenar de compañías familiares que dan empleo en su conjunto a más de 1,1 millones de trabajadores y agrupan una facturación de 172.000 millones de euros, cerca del 14% del PIB, una cifra que aumentaría hasta el 24% del PIB si se incluyen las 1.500 asociadas a través de las entidades territoriales.

Lamento de la empresa familiar por las ausencias

El rey Felipe VI ha intervenido este lunes en el Congreso de IEF, donde ha destacado la importancia del tejido empresarial y ha reconocido del complicado entorno en el que actúan las empresas. “Hemos pasado por momentos difíciles. Y tampoco van a ser fáciles los que tenemos por delante. Hemos sufrido una pandemia muy prolongada en el tiempo, con efectos que aún perduran a día de hoy, y en el plano internacional destaca fundamentalmente un aumento de la inflación, así como las tensiones geopolíticas como consecuencia de la invasión rusa en Ucrania, con notorios efectos en los precios de la energía y de los alimentos”, ha advertido. Al tiempo ha reconocido que los empresarios tendrán que hacer frente a decisiones difíciles. “En este entorno, en absoluto sencillo, es en el que operáis y también en el que tenéis que tomar importantes decisiones. Hay quienes condicionan esta toma de decisiones a las previsiones económicas sin más, de manera estricta. Y también quienes, como vosotros, os apoyáis en esas previsiones para marcar vuestros propios objetivos”. El Monarca ha expresado un decidido apoyo a la empresa ha estado en el congreso organizado por la confederación de directivos y ejecutivos (CEDE) celebrado la semana pasada en Bilbao. También estuvo presente en el Foro La Toja, donde también respaldó a la empresa.

Los empresarios familiares celebran su congreso bajo el lema “El latido de España”, con el que quieren visibilizar la contribución de las sociedades empresariales a la sociedad. En el vídeo de presentación del congreso, el IEF defendió que “no nos vamos a esconder, ni nos van a asustar”. Una frase que ha dado lugar a varias interpretaciones tras los últimos mensajes del Gobierno. “Ya hemos superado antes tormentas y tempestades sin soltar el timón”, han recalcado.

El presidente del lnstituto de la Empresa Familiar (IEF), Andrés Sendagorta, ha subrayado el papel de estas compañías en la economía. “Representamos una parte muy destacada de la realidad española, de esa realidad que hacen cada día los españoles con su esfuerzo y trabajo”. Y ha remarcado: “Nosotros estamos muy orgullosos de ese papel destacado que representamos en España”, ha manifestado Sendagorta, presidente del grupo de ingeniería y tecnología, Sener. Este ha lanzado un lamento con sordina al Gobierno: “Nos gustaría sentir que nuestras instituciones públicas también lo están”. A los empresarios no se les escapa que Pedro Sánchez lleva dos años sin acudir a este foro, a pesar de que habitualmente era frecuentado por los presidentes del Gobierno. Los empresarios tienen en mente que el Ejecutivo de Sánchez acaba de endurecer el Impuesto de Sociedades para grandes empresas y ha aprobado un impuesto de solidaridad para que los grandes patrimonios tributen con independencia del lugar donde residan. Sobre todo para los que vivan en Madrid, que tiene bonificado el impuesto al 100% y en Andalucía, gobernada también por el PP, que ha anunciado que seguirá la senda de la capital. El Gobierno socialista, además, ha emprendido una estrategia en la que ha señalado a los grandes empresarios mientras pone el foco en la defensa de la clase media trabajadora. “Si las administraciones públicas y las empresas sabemos coordinar nuestra acción, podremos ofrecer futuro y vocaciones a nuestros jóvenes”, ha proclamado Sendagorta, quien ha reivindicado: “Hay que defender en voz alta la importancia de tener empresas familiares españolas grandes”.

También ha intervenido el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha criticado a Sánchez por “volver otra vez a hablar de ricos y pobres”. Ha censurado que “señale a las empresas con nombre y apellidos en algún caso” en referencia a las palabras del jefe del Ejecutivo que hace unas semanas dice que tras escuchar a “algunos dirigentes de bancos, a la señora Botín, al señor Galán, en fin, creo que si protestan es que vamos en la buena dirección”. Feijoó ha criticado la subida de impuestos anunciada la semana pasada por el Gobierno: “No es una reforma fiscal, sino un incremento de impuestos de 3.000 millones de euros”. El jefe de la oposición ha mostrado su preocupación por la deuda pública, situada en el 117% del PIB, pese a que la mayor subida se produjo durante el mandato del popular Mariano Rajoy. “No es un problema de derechas o de izquierdas”, ha proclamado.

En el Congreso ha participado, en una mesa sobre educación, la ministra de Educación, Pilar Alegría, junto al consejero delegado del Santander España, Antonio Simões; la presidenta de la Empresa Familiar de Castilla y León, Rocío Hervella; y Alfonso Sesé, presidente del grupo Sesé. El presidente de KPMG en España, Juanjo Cano, ha participado en la discusión y ha abandonado el tono habitualmente florentino de los ejecutivos de las big four para reclamar ante la ministra socialista que no se demonice a los empresarios porque su vocación es la de crecer, crear empleo y generar valor. Cano, que cumple un año al frente de la consultora, ha reclamado más implicación de las administraciones para impulsar la educación mediante la colaboración con las instituciones públicas. “De nada sirve marcarnos objetivos a nivel social y económico de crecimiento, competitividad, transformación sostenible y digital si no contamos con personas preparadas, con capacidad de innovar, con pensamiento crítico, con valores y propósito. Hemos de ser conscientes de que sin una buena educación no vamos a poder avanzar”, añadió.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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