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La brecha salarial se redujo a la mitad en 2020 con respecto a 2011, aunque las mujeres siguen cobrando un 8,5% menos que los hombres

España se sitúa como uno de los países de la Unión Europea que más atenúa la diferencia en los sueldos por cuestión de género

Brecha salarial España
Concentración en Madrid con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer.Claudio Álvarez
Selina Bárcena

La brecha salarial entre hombres y mujeres se redujo a la mitad en 2020, según un informe basado en datos de Eurostat y publicado este viernes por el centro de análisis económico Funcas. Si en 2011 un hombre cobraba una retribución media (bruta) por hora trabajada de un 16,8% más que una mujer, en 2020 esa cifra se redujo hasta un 8,5%.

Si se contemplan los salarios base, la brecha se acorta. En cambio, la diferencia entre hombres y mujeres aumenta al descomponer los sueldos en sus diferentes complementos. Las disparidades en las pagas aumentan al revisar las compensaciones adicionales al salario base: suplementos de peligrosidad y nocturnidad, horas extra, productividad o pagas extraordinarias, que son más cuantiosas en el caso de los hombres. El informe también destaca que, en términos generales, los hombres suelen ocupar puestos de rango superior en las empresas con respecto a las mujeres.

La diferencia salarial es aún significativa, pero la evolución coloca a España en una posición mejor que la media de la Unión Europea. En Alemania las mujeres cobran un 17,3% menos que los hombres, en Francia un 15,3% y en Países Bajos 13,1%. Las cifras nacionales también mejoran a las de otros países considerados muy igualitarios en cuestión de género, como Dinamarca (13,4%) o Suecia (10,5%).

Los datos en España

En España es ilegal que hombres y mujeres cobren distintas cantidades si realizan el mismo trabajo. El 13 de octubre de 2020 el Gobierno aprobó un real decreto mediante el cual pretendía combatir más intensamente la brecha salarial. En la norma aprobada se establecen medidas específicas para hacer efectivo el derecho a la igualdad de trato y a la no discriminación entre mujeres y hombres en materia retributiva. Y para ello desarrolla distintos mecanismos para identificar y corregir la discriminación en este ámbito y luchar contra la misma. Entre ellos, obliga a las empresas a que en sus convenios colectivos integren y apliquen el principio de transparencia retributiva, y a que lleven a cabo una auditoría retributiva que derive en un diagnóstico de la situación de la compañía en esta materia.

Según el documento de Funcas, los sectores que más aproximan los salarios de las mujeres a los de los hombres son el de la información y las comunicaciones, que registra una brecha salarial del 8,6%, y el sector financiero y de seguros, que eleva la diferencia salarial hasta el 13,2%. Frente a estos, los ámbitos laborales en los que más se penaliza a las mujeres son la sanidad y servicios sociales, y el sector de actividades profesionales, científicas y técnicas.

Si tomamos los datos del INE del año 2020, en el sector de actividades sanitarias y servicios sociales la ganancia media anual de las mujeres fue de 25.957,39 euros. En el caso de los hombres, la cifra se dispara hasta los 36.248,27 euros de retribución. En el sector de la información y comunicaciones, más igualitario según el estudio, encontramos una fractura menos marcada: las mujeres tienen una ganancia media anual de 32.227,73 euros, mientras que los hombres alcanzan los 37.580,51 euros.

El contrapunto lo pone el sector de la construcción. Según el informe la brecha salarial en este sector es negativa y la retribución media por hora de las mujeres es superior a la de los hombres, un hecho que se explica porque aquí son ellas las que ocupan los puestos más cualificados.

Otro dato que destaca en el informe es la diferencia que se da en función del régimen al que estén afiliados los trabadores. Los empleados a tiempo completo y por cuenta ajena sufren menos, de media, la brecha salarial que los autónomos. En el ámbito del trabajo por cuenta propia, las diferencias salariales se triplican, según Funcas.

Además de la reducción de la brecha, el punto positivo lo aportan las franjas de edad más bajas. Pese a que los jóvenes cobran sueldos inferiores a la media nacional, la diferencia salarial se contrae: entre los menores de 25 la brecha salarial de género es negativa y si tomamos el corte de entre 25 y 34 años, la diferencia de salario apenas rebasa el 1%.

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