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Las bolsas siguen cayendo después de las advertencias de subidas de tipos de los bancos centrales

El Ibex 35 ha perdido un 0,92% y Wall Street no consigue recuperarse del batacazo del viernes

Matteo Allievi
La Bolsa
Vista de la Bolsa española este lunes.Vega Alonso del Val (EFE)

El pesimismo se cierne de nuevo sobre los mercados financieros. Después de acusar un viernes negro, las Bolsas europeas siguen digiriendo las palabras que Jerome Powell entonó en el simposio de los bancos centrales de Jackson Hole. El presidente de la Reserva Federal confirmó que en los próximos meses mantendrá la mano dura en la lucha contra la inflación, que aún se encuentra en su nivel más alto en los últimos 40 años. Ante una subida de tipos, lejos de relajarse, los parqués del Viejo Continente se han enfrentado a otra sesión en rojo: el Ibex 35 ha cedido este lunes un 0,92% y ha perdido los 8.000 puntos; el Cac francés, un 0,83%; el Dax alemán, un 0,61% y el Ftse mib italiano, un 0,24%. Londres ha permanecido cerrada por festivo, mientras que Wall Street tampoco consigue levantar cabeza tras el batacazo del viernes: al cierre de los mercados europeos, el Dow Jones y el S&P 500 perdían alrededor de un 0,5%.

Dentro del selectivo español, la mayoría de los valores ha perdido posiciones. Las eléctricas destacan entre las empresas más perjudicadas, con Solaria que ha bajado un 7%, Acciona Energía un 3% y Naturgy un 2%. Las turísticas —sensibles al deterioro económico— también han acusado un duro golpe: Amadeus y Meliá han retrocedido un 3%. En el lado de las subidas, ArcelorMittal ha avanzado un 3% y Acerinox un 1,4%.

En los últimos meses, muchos inversores confiaban en un posible aterrizaje suave de la economía y esperaban que la escalada de precios comenzara a apaciguarse y los bancos centrales a levantar el pie del acelerador en el endurecimiento de su política monetaria. Esa percepción, que ha acabado derrumbándose, ha permitido a los mercados occidentales recuperar una parte de las fuertes pérdidas que habían sufrido en el primer semestre. Entonces, el S&P 500 entró en una senda de mercado bajista —al desplomarse más del 20% desde su último pico— y algunos índices europeos encadenaron unas pérdidas anuales por encima del 15%.

El discurso de Powell devolvió a los operadores bursátiles a la realidad. El presidente de la Reserva Federal advirtió de que los tipos de interés seguirán subiendo hasta conseguir relajar la inflación y se mantendrán en unos niveles elevados —sobre todo en comparación con los últimos años— durante un tiempo, a pesar del daño que puedan provocar en el crecimiento económico y en el mercado laboral. La envergadura de las próximas subidas, de 50 o 75 puntos básicos, dependerá de los datos que se vayan conociendo en las próximas semanas.

La perspectiva de un alza de tipos estadounidenses hasta un 4%, según ha advertido la Reserva Federal, sacude los parqués americanos, pero también crea problemas a este lado del charco. La postura del banco central de EE UU es muy similar a la de algunos halcones del Banco Central Europeo, que consideran la inflación en la eurozona inaceptable y que abogan por una actuación determinante de la institución para lograr moderarla. Isabel Schnabel, miembro del Consejo Ejecutivo del BCE, ha hecho hincapié en la necesidad de actuar con contundencia para evitar que la inflación se enquiste, después del error de haber pensado que iba a ser transitoria. Y el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Philip Lane, ha abogado este lunes por subir los tipos de interés a “un ritmo constante”, es decir, “ni demasiado lento ni demasiado rápido”, porque permite “hacer correcciones a mitad de camino” en caso de que sea necesario. “Aunque Fráncfort todavía no lo haya anunciado oficialmente, el mercado está descontando un incremento de tipos más fuerte. Esa fase bajista durará tanto tiempo como dure la recesión y cuanto más fuerte sea la recesión, más profunda será la caída de los mercados”, asegura el economista Luis Francisco Ruiz Noguero.

La debilidad de la economía europea se hace patente en el mercado de divisas. Tras volver a caer por debajo del dólar la semana pasada por el miedo a una recesión, la moneda europea no consigue recuperar la paridad y acumula unas pérdidas de casi un 13% en lo que va de año. Los inversores no dejan de percibir el mercado de la UE como más frágil por su fuerte dependencia energética de Rusia, con el mercado de las materias primas muy volátil. El precio del gas natural TTF en Holanda desciende más de un 15% y se coloca por debajo de los 300 euros al megavatio, mientras que el petróleo Brent, de referencia para Europa, se acerca a los 100 dólares. “El mercado de los insumos es la correa de transmisión de los movimientos en las acciones financieras y hasta que no se decrete un alto al fuego entre Rusia y Ucrania no se estabilizará”, agrega Ruiz.

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