La poderosa Sheryl Sandberg abandona Facebook y el español Javier Oliván asume sus responsabilidades
El ejecutivo oscense será el ‘número dos’ de Meta tras la salida de una de las mujeres más relevantes de Silicon Valley, quien se centrará en su vida familiar y la filantropía tras 14 años en la empresa
Sheryl Sandberg dice adiós a Facebook. Una de las mujeres más poderosas de Silicon Valley se despidió el miércoles de forma sorpresiva de la tecnológica de Mark Zuckerberg. “Cuando acepté ocupar este puesto en 2008, pensé que iba a estar aquí durante cinco años. Catorce años después, es tiempo para el próximo gran capítulo de mi vida”, publicó en la red social la directora de operaciones, considerada por muchos como la mano derecha del fundador de la red social. El español Javier Oliván (Sabiñánigo, Huesca, 1977) será quien asuma sus responsabilidades en Meta, la empresa matriz, como nuevo director de operaciones.
En su larga publicación, Sandberg, de 52 años, dice no saber qué le deparará el futuro. Después de su salida dedicará más tiempo a la filantropía y a su fundación, enfocada a becar a mujeres y facilitar la creación de ambientes que promuevan la igualdad dentro de las empresas. “Es lo más importante para mí por el momento crítico que viven las mujeres”, añadió la ejecutiva. Su libro, Lean in (”vayamos adelante”), se convirtió desde 2013 en uno de los manifiestos más importantes del feminismo corporativo. Esta visión fue una guía para cientos de mujeres en la industria de la tecnología, un sector donde hay una subrepresentación. La industria solo cuenta con un 33% de trabajadoras, calcula la firma Deloitte.
Alumna en Harvard del influyente economista Larry Summers, Sandberg siguió los pasos de su maestro al Banco Mundial y después al Departamento del Tesoro, donde fue su jefa de Gabinete durante la Administración de Bill Clinton. En 2001, Sandberg inició su aventura en el sector tecnológico, fichando por Google. Allí ayudó a desarrollar el sistema de publicidad que aparecía junto a las búsquedas que arrojaba el servicio. Siete años después, se convirtió en la primera directora de operaciones de Facebook, un cargo desde donde desarrolló la forma de monetizar el tiempo que gastaban los 2.800 millones de usuarios en la plataforma. Meta tuvo el año pasado unos ingresos publicitarios de 115.000 millones de dólares (unos 107.000 millones de euros). Su negocio se ha enfocado en incrementar el tiempo de consumo de vídeo y en contrarrestar el crecimiento de TikTok en Estados Unidos.
En este tiempo, la ejecutiva amasó un gran poder. En 2014, 4 de cada 10 empleados de Facebook le reportaban a ella. Debajo de su paraguas quedaban las áreas jurídica, política y de comunicación. Su influencia fue menguando en los últimos años, de acuerdo a The Wall Street Journal, un periódico que revisó miles de documentos internos en 2021. Los trabajadores a su cargo se redujeron al 30%, según informó el periódico en octubre. Ejecutivos como el jefe de Tecnología, Mike Schroepfer, el jefe de Producto, Chris Cox, o el vicepresidente Javier Oliván fueron ganando posiciones.
“Trabajar junto a Mark estos 14 años ha sido el honor de mi vida y un privilegio”, aseguró Sandberg en su texto. La ejecutiva llamó a quien hasta hoy ha sido su jefe (quien la contrató cuando este tenía 23 años) un “visionario y un cuidadoso líder”. El dúo que formaron por más de una década hizo época en Silicon Valley. “En los momentos críticos, en lo más alto y en lo más bajo, nunca tuve que acudir ante Mark porque él siempre estuvo ahí a mi lado”, declaró el miércoles la ejecutiva, quien figura en la lista de Forbes con una fortuna de 1.700 millones de dólares. Sandberg permanecerá en el consejo de administración de la empresa.
La prensa dedicada al sector, no obstante, reveló hace algunos años el distanciamiento entre ambos. En el libro An Ugly Truth (traducido en español como Manipulados), las periodistas de The New York Times Sheera Frankel y Cecilia Kang aseguran que Sandberg quedó aislada de las decisiones más importantes dentro de la compañía durante la Administración de Donald Trump. “Su papel como segunda al mando fue más incierto después de que Zuckerberg elevara a otros ejecutivos y con su influencia disminuyendo en Washington”, escribieron las reporteras.
Tras la salida de Sandberg, la cúpula de Facebook queda nuevamente en manos de ejecutivos. Oliván era el vicepresidente de crecimiento de la firma y tenía a su cargo la supervisión de las principales aplicaciones del grupo: Facebook, Messenger, Instagram y WhatsApp. Aunque Mark Zuckerberg ha afirmado en el anuncio en su cuenta de Facebook que “no planea reemplazar el papel de Sheryl Sandberg en su presente estructura”, el español se encargará del mercado de anuncios y productos para empresas, además del papel que ya tenía antes.
“Este trabajo será diferente del que hacía Sheryl”, ha afirmado Zuckerberg en la red social. “Será un papel de director de operaciones más tradicional, en el que Javi se enfocará interna y operativamente, basado en su gran experiencia a la hora de hacer que la ejecución sea más eficiente y rigurosa”. Licenciado en Ingeniería Eléctrica e Industrial por la Universidad de Navarra y MBA por la Universidad de Stanford, antes de entrar en Facebook, Oliván fue director de producto en Siemens Mobile (vendida a la taiwanesa BenQ en 2005), donde dirigió un equipo de desarrollo de dispositivos móviles.
“Es el fin de una era”, ha afirmado el consejero delegado de Meta, Mark Zuckerberg, en un comentario a la publicación. “En los 14 años que hemos trabajado juntos, has construido nuestro negocio de publicidad, contratado a gente buenísima, forjado nuestra cultura de gestión, y me has enseñado a gestionar una compañía (...). Eres una superestrella”, le dijo a Sandberg a modo de despedida el fundador de la red social.
