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El paro de los transportistas pierde fuerza tras el acuerdo alcanzado con el Gobierno

La plataforma convocante mantiene el paro indefinido y anima a los conductores a seguir hasta el final, a la espera de una nueva reunión con la ministra de Transportes

Un grupo de transportistas autónomos ha cortado este lunes la Ronda Litoral de Barcelona. Foto: EFE/Quique García
Matteo Allievi

Las aguas se calman. El acuerdo cerrado el pasado viernes entre el Gobierno y el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) ha abierto la puerta a una progresiva vuelta a la normalidad en el tráfico de camiones por las carreteras españolas. Sin embargo, la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte por Carretera, mantiene el paro —que entra en su tercera semana—, y ha animado a los conductores a través de un comunicado a seguir hasta el final, a la espera de una nueva reunión con el Ministerio de Transportes. “Ahora mismo es muy importante que sigamos haciéndonos visibles. La administración sí o sí tiene que darnos una solución, porque tampoco pueden aguantar mucho más este panorama. Es menos malo seguir parados hasta encontrar una solución que trabajar en las condiciones actuales”, ha comunicado la plataforma.

La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ha asegurado que el volumen de camiones que circulan por las carreteras ha aumentado este lunes en comparación con la semana pasada. Aun así, se mantienen algunos piquetes que obstaculizan el tráfico por carretera y la entrada en los puertos, sobre todo en País Vasco, Asturias y Galicia. “Son las únicas bazas que les quedan a los pocos que están parados para conseguir que la mayoría que quiere trabajar no pueda hacerlo con normalidad”, ha advertido un portavoz de la patronal. Un grupo de transportistas autónomos que rechazan el acuerdo ha cortado la Ronda Litoral de Barcelona y mantiene la huelga indefinida.

Según la CETM, ya no hay ningún motivo para parar, puesto que las medidas cerradas la semana pasada complementan las que se firmaron en diciembre y suponen un paso más para solucionar los problemas estructurales del sector. Además, la patronal ha instado al Gobierno a poner todos los medios necesarios para garantizar la seguridad de los transportistas que quieren continuar con su actividad.

El reparto de mercancías que llegan por vía marítima sigue realizándose a medio gas. Los piquetes informativos de la plataforma convocante han obstaculizado esta mañana el acceso de algunos camioneros al puerto de Bilbao. Desde el embarcadero de la capital vasca informan que, aunque se ha pretendido arrancar en el transporte de contenedores a primera hora, este intento ha sido infructuoso. “Los transportistas que están dispuestos a trabajar se ven amenazados por piquetes y desisten”, añaden. Por otra parte, los barcos salen con normalidad y el resto de las actividades que se desarrollan en el muelle tampoco están afectadas.

En el puerto de Málaga el escenario es parecido. Las autoridades han señalado esta mañana la presencia de un grupo de piquetes en la entrada del puerto, aunque no han obstaculizado el paso y no se ha registrado ningún incidente. Sin embargo, tampoco se ha observado mucho movimiento de camiones y desde anoche un buque fondeado está a la espera para descargar trigo.

La vuelta a la normalidad parece tardar más en vislumbrarse en el puerto de Valencia. Las fuertes lluvias y ráfagas de viento obligaron a los embarcaderos de la región a cierres intermitentes por motivos de seguridad, lo que ayudó a evitar una situación de colapso. Según las autoridades portuarias, el nivel de congestión sigue muy alto. Este lunes, son 19 los buques de portacontenedores atracados haciendo operaciones de carga y descarga, mientras que fuera del muelle 21 barcos esperan un atraque libre para realizar sus actividades. “Si no salen contenedores, se van acumulando. Hemos tomado la medida de cortar la entrada de contenedores de exportación hasta que saquemos los de importación que tenemos en nuestros terminales y crear espacio suficiente para recuperar la normalidad”, ha aseverado Néstor Martínez, subdirector general de la autoridad portuaria de Valencia.

Actualmente, está entrando un 30% de los camiones que habitualmente trabajan en el puerto de Valencia y, hasta que el tráfico no alcance un 80%, se presenta complicado abrir nuevos huecos. Sin embargo, Martínez descarta un atasco de los productos en los depósitos del puerto. “Todas las mercancías llegarán a su destino, aunque quizá más tarde de lo previsto. Y con respecto a los productos perecederos que se descarguen, tenemos las infraestructuras suficientes para que mantengan su calidad”, ha concluido.

El acuerdo permite “respirar”, según UGT

Para paliar la escalada de precios del combustible, el Gobierno se ha comprometido a subvencionar con 20 céntimos de euros cada litro de combustible, un descuento que se aplicará desde el 1 de abril hasta el 30 de junio, aunque con carácter prorrogable según la evolución de las tarifas del carburante. Junto a esa medida, que permitirá un ahorro estimado de unos 700 euros por camión al mes, el Ejecutivo pretende apoyar a las empresas con 450 millones de euros de ayudas directas en función del tipo de vehículo. Además, antes del 31 de julio asegura presentar al CNTC un texto de proyecto de ley para aplicar al sector del transporte de mercancías por carretera los principios de la Ley de la Cadena Alimentaria y asegurar la rentabilidad de trabajo de los transportistas.

Aun así, la plataforma convocante ha declarado que continuará con los camiones parados hasta que la Administración dé una respuesta a sus demandas. “No estamos pidiendo subvenciones. Si quieren dar un alivio a los costes, bienvenido sea, pero esa no es la solución. Queremos medidas certeras a largo plazo”, ha afirmado el presidente Manuel Hernández en redes sociales.

Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, considera que las ayudas puestas sobre la mesa por el Ejecutivo permiten respirar, aunque no son suficientes. Tras recordar que se trata de un paro patronal y no de una huelga —quienes paran son los propietarios de los camiones, no los trabajadores del sector—, Álvarez ha matizado que el detonante de este conflicto es el precio del carburante, pero detrás queda una situación insostenible desde hace tiempo. “Hay un fondo que hay que abordar que no puede mejorar en 24 horas ni con un intento de paralización del país. Las grandes compañías se llevan los mayores beneficios, mientras que los autónomos tienen serias dificultades”, ha valorado durante un acto en Granada. Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras, también pone el foco en la atomización del sector, en el que muchos trabajadores reciben remuneraciones muy bajas. Ante esta precariedad, hace hincapié en la necesidad de una reestructuración para asegurarse de que ningún conductor trabaje a pérdidas y de que las ayudas del Gobierno lleguen también al bolsillo de los autónomos.

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