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Ocho detenidos por estafar a miles de jóvenes con la promesa de hacerles millonarios con criptomonedas

La Policía Nacional desarticula una trama que ofertaba a estudiantes cursos virtuales en inversión bursátil con tácticas propias de la sectas

Óscar López-Fonseca
Operacion Carcoma
Representación de un bitcoin, una de las criptomonedas más conocidas.

Agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional detuvieron la semana pasada a ocho personas como presuntos integrantes de una trama que supuestamente estafó con cursos virtuales sobre criptomonedas y transacciones financieras de alto riesgo a miles de jóvenes, incluidos algunos menores de 15 años, según ha informado este miércoles el Ministerio del Interior. El reclamo para atraer a las víctimas era la promesa de obtener grandes ingresos en un corto espacio de tiempo si seguían la formación que impartía IM Mastery Academy, la empresa señalada como epicentro del engaño y sobre la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya había lanzado en noviembre de 2020 una advertencia de que no tenía autorización para prestar servicios de naturaleza financiera.

Los arrestados captaban a las víctimas sobre todo en redes sociales, como Instagram, pero también abordándolos en lugares públicos, como parques, y mediante eventos multitudinarios en hoteles y grandes recintos ―tenían previsto uno para primeros de abril en Barcelona― en los que se las invitaba a sumarse a un movimiento que les permitiría olvidarse de la vida laboral y alcanzar la “libertad financiera” si se inscribían en la plataforma formativa. Para ello, utilizaban “técnicas de persuasión propias de organizaciones sectarias”, destaca la policía en su nota.

De hecho, la bautizada como Operación Carcoma se inició en marzo del año pasado tras recibir la Policía una denuncia de la asociación Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad (RedUNE) en la que se aseguraba que las actividades presuntamente irregulares de IM Mastery Academy, iniciadas en 2019, se habían extendido desde Barcelona a toda España. “La primera denuncia nos llegó en noviembre de 2020 de un colegio de Granada, que aseguraba que varios alumnos habían dejado sorpresivamente de ir a clase tras contactar con esta falsa academia”, detalla en conversación telefónica Juantxo Domínguez, presidente de RedUNE.

A partir de esa llamada, esta asociación comenzó a recopilar información en otros lugares de España hasta presentar, cuatro meses después, una denuncia ante la Policía. En aquel momento, esta organización cuantificaba en 450 el número de familias afectadas, según detalla la denuncia presentada por el abogado Carlos Bardavío Antón en representación de un grupo de víctimas y a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

Las pesquisas policiales ha revelado que IM Mastery Academy ofertaba cursos virtuales para aprender a invertir en criptomonedas y otros productos financieros de alto riesgo, algunos de ellos no permitidos en España y en la UE, con la promesa de poder conseguir cuantiosas ganancias sin trabajar. Para reforzar su mensaje, los principales integrantes de la trama utilizaban de manera intensa las redes sociales, en cuyos perfiles mostraban una vida repleta de lujo con coches de alta gama o vacaciones en lugares paradisiacos que presumían haber conseguido pagar gracias a los beneficios obtenidos por las enseñanzas de los cursos.

La Policía destaca que el presunto líder de la trama, I. B. L., presumía de ser el responsable de la captación directa o indirecta de más de 2.500 personas, aunque los investigadores no han podido concretar hasta ahora la cifra de afectados. “Hay muchos que finalmente no dan el paso de denunciar”, señalan fuentes policiales. De hecho, los denunciantes son en buena parte de los casos los padres de los afectados. “Los menores no son conscientes de que son víctimas de un engaño y aún creen que pueden ganar mucho dinero”, añaden estas fuentes.

Los cursos eran, en realidad, clases virtuales grabadas con un contenido de escasa calidad en los que se fomentaba, entre otras prácticas financiaras de alto riesgo, la compraventa de opciones binarias (productos que permiten invertir en la subida o bajada de divisas, materias o índices bursátiles) y operaciones con apalancamiento (endeudamiento) con criptomonedas. Para reforzar la credibilidad de la rentabilidad, uno de los principales integrantes de la trama mostraba en su cuenta, supuestamente auditada por una conocida web de auditoría financiera, un histórico de sus inversiones en la que se podía observar un supuesto porcentaje de acierto de entre el 75 y el 80%.

Estafa piramidal

Sin embargo, una vez los jóvenes abonaban los 200 euros de matrícula y se comprometían a pagar mensualmente otros 150 euros, la enseñanza ofertada pasaba a un segundo plano y la red comenzaba a presionar a las víctimas para que convencieran a las personas de su entorno familiar y escolar para que también se apuntaran a los cursos. Para hacerlo, la organización les proporcionaba instrucciones y guiones con los que abordarlas y así captarlas. Se iniciaba así una estaba piramidal, ya que los que captaran a otras dos personas dejaban de pagar la cuota mensual. Y si eran tres y estas conseguían a su vez captar a otras personas, comenzaban a cobrar de la red.

La Policía ha detectado entre las víctimas menores de edad de 15 años, muchos con un nivel de estudios básico, junto a otros estudiantes con formación superior pero sin ninguna relación previa con los mercados financieros. A algunos de ellos, la trama les presionaba con técnicas propias de las sectas para que se volcaran totalmente en la actividad de captación de nuevas víctimas. Para ello, les instaban a abandonar sus estudios e, incluso, cortar sus relaciones familiares.

“En la fase de embaucamiento, intentaban convencerles para que no contaran nada de los que estaban haciendo a personas más maduras, como sus padres, para evitar que estas detectasen el engaño”, señalan fuentes policiales, que añaden que en numerosas ocasiones les invitaban a trasladarse a otras ciudades. Dos adolescentes captadas cuando tenían 17 años llegaron a abandonar sus domicilios familiares para irse a vivir con miembros de la organización. En la denuncia que puso en marcha la investigación, dos padres señalaban que su hijo había llegado a dejar de comer y que dormía en un coche por falta de dinero, “pero la academia siempre se pagaba”.

Las pesquisas de los agentes ha permitido saber también que IM Mastery Academy era, en realidad, la sucesora de otra empresa, Imarketslive, sobre la que recaía una advertencia de la CNMV y sobre cuyas actividades ya habían alertado en 2018 las autoridades bursátiles de Reino Unido, Francia y Bélgica. Con el cambio de denominación, la red supuestamente pretendía evitar que las potenciales víctimas pudieran vincular el nombre de la plataforma de formación con una estafa mediante una sencilla búsqueda en internet.

El líder de la trama tenía contactos con los creadores de Awaken Dreamers (Soñadores Despiertos), un autodenominado “movimiento social de emprendedores” surgido en EE UU en la que supuestamente se inspiró para su estafa. Los ocho presuntos implicados, todos ellos de nacionalidad española y sin antecedentes, fueron detenidos en Barcelona (2), Santa Cruz de Tenerife (2), Alicante, Madrid, Málaga y Tarragona (uno en cada una de estas provincias). Están acusados de los delitos de estafa, publicidad engañosa y pertenencia a organización criminal. La causa se instruye en el Juzgado de Instrucción 1 de Madrid.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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