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Tarjetas ‘revolving’ más caras esta Navidad: la banca sube el coste de financiar las compras

Las entidades elevan los tipos de interés y, sobre todo, las comisiones del dinero de plástico con la llegada de una de las épocas más comerciales del año

Tarjeta revolving
Una usuaria consulta la página web del BBVA para informarse sobre las condiciones de la tarjeta Después Oro.ALEX ONCIU
Íñigo de Barrón

Los informes, que proliferan en estas fechas, afirman que los españoles serán los europeos más generosos esta Navidad con una media de gasto de 684 euros por hogar en regalos. Con este dato se sitúan por delante de los franceses (una media de 664 euros) y los italianos, que llegarán a abonar 632 euros, según la firma Clearpay, una plataforma de pago aplazado en los comercios. Otra empresa, Arbor Fintech, sitúa el gasto de los españoles en 631 euros, al tiempo que añade que un 30% de los nacionales reconoce que organizar sus finanzas personales es uno de los principales motivos de estrés.

El panorama de las tarjetas revolving no les va a restar ansiedad. Los bancos han subido los tipos de interés medios en 1,29 puntos desde julio pasado, pasando del 18,88% al 20,17%, según el V Barómetro de las Tarjetas Revolving, realizado por Asufin, la asociación de defensa del consumidor financiero. Esta evolución no ha seguido la línea descendente del euríbor, que en ese periodo ha bajado ligeramente desde -0,48% a -0,50%.

Estos plásticos (cuyo nombre procede del inglés to revolve, es decir, girar, rotar), tienen la característica de que el crédito vuelve a concederse a medida que se salda la deuda. El pago de las compras queda aplazado automáticamente, incluso la obtención de efectivo, por lo que se puede usar aunque no haya dinero en la cuenta. De esta forma, lo gastado se devuelve en cómodos y costosos plazos.

Primera subida desde 2019

Según Asufin, la TAE (que incluye los tipos de interés y las comisiones) “vuelve a subir tras el fuerte descenso del anterior barómetro debido al efecto de las comisiones”, sobre todo las de emisión y las de renovación, afirma la asociación en su informe al que ha tenido acceso EL PAÍS. Las comisiones se mueven entre los 43 y los 80 euros en 4 de las 13 tarjetas analizadas. El barómetro concluye que alguien que financie una compra de 1.000 euros con cuotas de 25 euros al mes acabaría abonando unos intereses de 464,7 euros de media.

Asufin, que representa a los consumidores en el Consejo Consultivo de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), considera preocupante esta situación “porque el uso de las revolving se dispara tradicionalmente para financiar las compras navideñas”.

Con el incremento de las comisiones, algunas entidades sortean la limitación impuesta por el Tribunal Supremo en marzo de 2020. Entonces, el alto tribunal anuló un préstamo concedido mediante tarjeta revolving de WiZink que tenía unos intereses del 27% TAE. Lo consideró usurario y nulo por aplicar un tipo de interés superior al precio normal del dinero y manifiestamente desproporcionado. La sentencia sentó jurisprudencia y afectó a millones de clientes potenciales.

Entre las tarjetas con más comisiones destacan las dos del BBVA, Después y Después Oro; la de Unicaja, Mastercard Uniduo, y la de Openbank, que tiene el sugerente nombre de Visa Diamond Infinite Credit.

Lo más caro, disponer de efectivo a crédito

El coste medio por disposición de efectivo, que es como pedir un crédito en el cajero automático, se eleva de forma más importante: 1,50 puntos más en la TAE, tras pasar sus intereses del 23,13% en el barómetro anterior al 24,63% en el actual, “en un momento en el que muchas emisoras de tarjetas lanzan promociones para que dispongan del dinero disponible”, dicen en Asufin.

La asociación recuerda que los seguros de protección de pagos, que se contratan de forma opcional, “disparan el coste de estas tarjetas. Las tarifas van desde el 0,62% de Bankinter Platinum, el 0,76% de WiZink Oro y el 0,80% de Visa Pass Carrefour. Estos porcentajes se cobran sobre la cantidad que se debe, por lo que genera un sobrecoste más elevado cuando la deuda es más grande y la cuota que se paga más pequeña”. Asufin explica que cubren primero los intereses, por lo que la deuda apenas se va reduciendo de manera que, con el tiempo, “se multiplican ambos costes: cuotas de seguro e intereses. Esto produce un sobrecoste más que importante. En la tarjeta que cobra el seguro más caro, la Visa Pass Carrefour, el tipo de interés pasa del 18,97% al 29,06%, 10,09 puntos más” por incorporar esa protección.

Estos plásticos son utilizados sobre todo por clientes acuciados por otras deudas, por lo que los bancos no les ofrecen créditos al consumo. Estos préstamos están al 7% de media, es decir, tres veces menos que las tarjetas revolving, por lo que la compra de tecnología y moda con esta modalidad de pago aplazado puede resultar muy costoso. En algunos casos, las tarjetas llegan a manos de los clientes sin que estos tengan muy claras sus condiciones, denuncia Asufin, que pide transparencia a los emisores y mucha responsabilidad con el gasto a los clientes para evitar verse atrapados por deudas elevadas.

El uso de la tarjeta sube un 60%

Aunque los datos de empleo de tarjetas del Banco de España solo muestren las operaciones hasta el 30 de junio, el aumento con respecto a 2020 “está siendo espectacular. Así, ya se acumulan 2.755 millones de operaciones, un 60,3% más interanual con respecto al segundo trimestre de 2020, y los importes se han disparado hasta los 85.987 millones de euros, un 41,2% más que hace un año”,dicen en Asufin, aunque las cifras deben matizarse porque el año pasado fue el del confinamiento. No obstante, en los seis primeros meses del año se han realizado más operaciones que en todo 2015, cuando sumaron 2.683 millones.

El incremento en el uso de este producto se da en un contexto de situación económica marcada por la subida de precios, “que puede hacer más tentador el uso de la tarjeta revolving para financiar una cesta de la compra al alza”, indican desde la asociación de defensa de los usuarios.

Por otro lado, el citado informe destaca la disminución del parque de plásticos. Cita que, en el caso de CaixaBank, fruto de su absorción de Bankia, “ha concentrado sus tarjetas para quedarse únicamente con la tarjeta Visa & Go, y otra entidad, Banco Sabadell, ha dejado de comercializar su Visa Shopping”.

No es el único banco que está dejando de ofrecer este polémico producto. Fuentes del Santander apuntan que ya casi no se puede contratar la tarjeta revolving y que ha sido sustituida por otra, One Aplaza, que ofrece pagar hasta 1.000 euros en tres plazos, con una TAE máxima de 10,63%.

Desde el BBVA, que ocupa el primer lugar por carestía en el crédito, se aclara que la TAE sin comisiones, denominada TEDR, “se sitúa en todos los casos por debajo del 20%. La mayoría de los clientes no pagan comisión por la emisión de la tarjeta porque cumplen condiciones de vinculación”.

Desde CaixaBank se apunta que el 23% TAE es el tipo máximo, que disminuye según la vinculación del cliente. La entidad está en proceso de revisión del coste del servicio de reintegros por cajeros. Unicaja corrige la TAE de Asufin para el pago aplazado desde el 24,43% hasta el 20,74% y en la obtención de efectivo desde el 31,12% hasta el 25,92%. Bankinter asegura que la TAE que se aplica en el caso de obtener efectivo es de 19,99%, no de 24,8% como señala la asociación. Es el único banco en el que, según la entidad, cuesta lo mismo financiar una compra que sacar efectivo a crédito.

Son caras y poco transparentes, dice Asufin

Las asociaciones de defensa de los usuarios han pleiteado en muchas ocasiones por un producto como las tarjetas revolving o de pago aplazado, que llegaron a ser calificadas como propias de la usura hasta que el Supremo advirtió de sus límites.

Sin embargo, más allá de los altos tipos, Asufin destaca “que la falta de transparencia aplicada al revolving implica que un consumidor medio no puede conocer de forma clara cuál es el precio, ya que deliberadamente se oculta a través del sistema de amortización y cálculo del tipo de interés aplicable, como hemos defendido y han avalado muchos jueces”.

Esta organización reclama que la comercialización de estos productos responda a los principios de préstamo responsable, es decir, que se realicen con una correcta evaluación de la solvencia, facilitando al cliente algún tipo de simulación de cuotas y amortización. “El mecanismo de las revolving facilita una espiral de sobreendeudamiento para el consumidor medio que no interesa a nadie”, añade. Recuerdan que la sentencia del Supremo abrió la puerta a litigar por transparencia.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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