_
_
_
_
_
Finanzas
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El testamento epistolar de Roldán contra la banca en la sombra

El presidente de la patronal bancaria arremete contra un sistema de financiación que considera peligroso

Miguel Ángel Noceda
Pablo Hernández de Cos (Banco de España), Rodrigo Buenaventura (CNMV) y Cani Fernández (CNMC), en los cursos de verano de la UIMP
Pablo Hernández de Cos (Banco de España), Rodrigo Buenaventura (CNMV) y Cani Fernández (CNMC), en los cursos de verano de la UIMP

¿De qué sirve haber hecho a los bancos más seguros desde el punto de vista de la solvencia y la liquidez, mejor gestionados desde la óptica del riesgo, con mejores gobiernos corporativos y más intensamente supervisados, si estamos desplazando riesgos a una parte del sistema financiero menos conocida, peor regulada y supervisada, y con actores o productos con escaso track record?

Con esta provocativa pregunta, José María Roldán, presidente de la Asociación de Banca de España (AEB), quiso poner el acento en algo que le tiene a mal traer y, ahora que ya ha anunciado el abandono del cargo, no quiere dejar pasar. El ejecutivo turolense escogió su última intervención como jefe de la patronal bancaria en el curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander con el patrocinio del BBVA, un evento al que nunca ha fallado en los ocho años de mandato, para un testamento sobre la realidad bancaria y la competencia cada vez más activa que provocan los desarrollos de la digitalización y la sostenibilidad.

Se trata del desplazamiento de actividad desde los bancos al sistema financiero en la sombra, realizada por agentes no bancarios (aseguradoras, hedge funds, fondos inmobiliarios, fondos del mercado monetario...) que realizan operaciones como los bancos. Es decir, los denominados bigtech, fintech o family offices.

A su juicio, en la medida en que no capten depósitos, quedan al margen de la regulación bancaria, aunque muchos de sus riesgos son similares a los de los bancos. Esa situación, sostiene, puede estar aumentando los riesgos de inestabilidad financiera, incluso la probabilidad de que aparezca otra crisis sistémica debida a la presencia de pseudobancos fuera del perímetro regulatorio. “Lejos de reflejar un ordenado tráfico mercantil, el sistema financiero parece adentrarse, de la mano de la banca en sombra, en una etapa de peligrosa anarquía y desorden”, sentenció. Dada su complejidad y el conocimiento aun bastante primario, esos riesgos son difíciles de evaluar.

Ante eso, qué se puede hacer. En una intervención dirigida a periodistas que sabía que le iban a lanzar un aluvión de preguntas, Roldán incidió en que actividades similares y con riesgos parecidos deben estar sometidas a una regulación y una supervisión que garanticen resultados equivalentes para preservar la estabilidad financiera y minimizar el riesgo supervisor a largo plazo. “Si la medición es un desafío, el mapeado de las interrelaciones es simplemente una misión imposible. Con lo que se entra en el problema del equilibrio competitivo entre operadores en el que el sector bancario lleva las de perder”, predijo.

El mayor problema, a su entender, no es el de la injusticia en términos de equilibrio competitivo, sino el del impacto que tiene sobre la regulación y supervisión del sistema financiero. “Quizás los bancos hemos parecido molestos por este tipo de competencia desleal y hemos expresado nuestras quejas reiteradamente, y creo que con todo derecho. Es lógico que toda empresa que opera en el mercado espera de las Administraciones Públicas que garanticen un trato equilibrado con sus competidores, que garanticen que sea el mejor, y no el más protegido, quien gane”.

“Si la ventaja de precios de esos nuevos operadores no se basa en los menores costes derivados del uso de la tecnología, sino en una levedad de los costes de cumplimiento regulatorio, no solo será injusta, sino potencialmente peligrosa, pues en el momento en que los challengers digitales expulsen a los operadores tradicionales y dominen esos mercados, las condiciones de protección al consumidor se habrán degradado para siempre”, resaltó.

La emergencia de la revolución verde, por otra parte, amenaza con complicar aún más el ecosistema financiero por la irrupción de nuevos actores o nuevos instrumentos. Un tsunami sostenible que va a aumentar la complejidad del sistema financiero en la sombra. De ahí las llamadas de Roldán a que se sustituyan sin demora “los apóstoles del cambio climático por los fontaneros del cambio climático, que ordenen el tráfico financiero”.

Las tesis de Roldán no gustan mucho a algunos reguladores como la CNMV y la CNMC, pero recibieron la comprensión del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que en sus claves de política prudencial para la banca, dictadas en el mismo seminario, incluye que se debe dar respuesta a esos nuevos riesgos: el cambio climático y los derivados de los nuevos desarrollos tecnológicos (ciberataques y competencia con empresas tecnológicas).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_