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Luxemburgo, acusado de ser un paraíso fiscal para ricos, multinacionales y mafias

Shakira, la familia Hermès o Tiger Woods son algunos de los nombres que aparecen en la investigación periodística ‘OpenLux’, en la que participa ‘Le Monde’ y otros 16 medios

Viandantes en la capital luxemburguesa, el año pasado.
Viandantes en la capital luxemburguesa, el año pasado.© Delmi Alvarez

Luxemburgo sirve de paraíso fiscal a unas 55.000 sociedades fantasma creadas por multinacionales y millonarios, pero también por grupos mafiosos, según la primera parte de una investigación que publica este lunes un grupo de medios internacionales, entre ellos Le Monde. Entre los nombres que adelanta este lunes el diario francés, que publicará la investigación OpenLux por capítulos a lo largo de la semana, aparecen deportistas como Tiger Woods, artistas como la cantante Shakira, Angelina Jolie y Brad Pitt, la familia Hermès, el príncipe heredero de Arabia Saudí y tres cuartas partes de las empresas del CAC 40, el índice de referencia de la Bolsa de París.

“¿Qué esconde el centro financiero de Luxemburgo? ¿Qué encontraríamos si abriéramos la caja fuerte de este diminuto Estado ubicado en el corazón de la Unión Europea, señalado por muchos investigadores entre los cinco paraísos fiscales más importantes del mundo?”, se pregunta el periódico francés en su artículo. “Cientos de multinacionales (LVMH, Kering, KFC, Amazon) han abierto filiales financieras. Familias ricas hacen fructificar allí su patrimonio inmobiliario”, señala el vespertino francés en su edición digital. La investigación también revela la existencia de fondos de procedencia cuestionable, que podrían estar vinculados a actividades criminales, como la mafia rusa y la calabresa.

El partido de la extrema derecha italiana, la Liga, también dispondría allí de una cuenta buscada por las autoridades de su país, así como personas cercanas al régimen venezolano que habrían escondido allí fondos procedentes de contratos públicos corruptos. “Estas investigaciones confirman que el Gran Ducado es, en contra de lo que afirman las autoridades luxemburguesas, un auténtico centro offshore, a medio camino entre la City de Londres y las Islas Vírgenes Británicas. Cerca del 90% de estas sociedades están controladas por no luxemburgueses”, señala el artículo.

Hasta 157 nacionalidades están representadas en los millones de documentos analizados por Le Monde y otros 16 medios internacionales, entre ellos La Nación, Le Soir, Tempo o Süddeutsche Zeitung. Según Le Monde, Francia se sitúa en cabeza de la lista con más de 17.000 sociedades en Luxemburgo, dueñas por ejemplo de un castillo francés en manos del príncipe saudí, la villa de Jolie y Pitt en el sudeste francés o una infinidad de casas en la Costa Azul y apartamentos parisinos, igual que grandes emblemas de la economía francesa como Décathlon, JCDecaux o Yves Rocher.

De las 50 familias más ricas de Francia, 37 “estructuran sus compañías, patrimonio e inversiones a través de decenas de holdings luxemburgueses”, entre ellos los Hermès o Bernard Arnault, presidente de LVMH y uno de los hombres más ricos de Francia. “El caso de Francia no es único: a través de sociedades luxemburguesas, fondos de inversión anónimos compran secciones enteras de ciudades como Berlín y Londres, haciendo que se disparen los precios inmobiliarios sin ser identificables ni pagar impuestos”, apuntan.

En el Ducado están registrados desde lujosas propiedades hasta yates, helicópteros, jets privados, grandes aviones comerciales, catálogos musicales, derechos de imagen y obras de arte. En total, hasta 65.000 beneficiarios han sido identificados, entre ellos 279 de los millonarios incluidos en la clasificación de la revista Forbes.

El colectivo de medios asegura que esta investigación ha sido posible gracias a la directiva de la Unión Europea de 2018 que exigió la creación de registros públicos de propiedades reales y sociedades en todos los Estados miembro. Una medida que se aprobó tras la revelación de escándalos como los Papeles de Panamá.

Luxemburgo aplicó la directiva en el otoño de 2019, una forma de enarbolar la transparencia, aunque la investigación deja en evidencia numerosas fallas que cuestionan la capacidad de los Estados de “vigilar de manera eficaz sus ecosistemas financieros y de garantizar la fiabilidad de estos registros”.

Luxemburgo rechaza las acusaciones

Luxemburgo rechazó este lunes las acusaciones sobre supuestas deficiencias en su legislación contra el blanqueo de capitales reveladas en la investigación, y subrayó que respeta la normativa tanto europea como internacional. El ducado rechaza las afirmaciones realizadas en estos artículos, así como la descripción totalmente injustificada del país y su economía”, señala en un comunicado el Gobierno de Luxemburgo.

El Ejecutivo luxemburgués dijo que “toma nota” de los artículos aparecidos este lunes en los que “los autores también hacen varias afirmaciones sin fundamento sobre la economía y el centro financiero de Luxemburgo”. “Luxemburgo está totalmente en línea y cumple con todas las regulaciones y estándares de transparencia de la UE e internacionales, y aplica, sin excepción, el arsenal completo de medidas de la UE e internacionales para intercambiar información en asuntos fiscales y combatir el abuso y la elusión fiscales”, dice el comunicado.

Apunta además que ni la Unión Europea (UE) ni la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) “han identificado ningún régimen o práctica fiscal perjudicial en Luxemburgo”. Asimismo, subraya que este Estado “no ofrece un régimen fiscal favorable a las empresas multinacionales ni a las empresas digitales, que deben regirse por las mismas normas y legislación que cualquier otra empresa” del país.

Recuerda asimismo que Luxemburgo “es un país estable con calificación triple A” y que “alberga uno de los principales centros financieros internacionales de Europa”. “Las empresas multinacionales de todo el mundo aprovechan la experiencia del sector financiero del país para centralizar sus actividades financieras transfronterizas”, añade.

En ese contexto, el Gobierno luxemburgués subraya que el Estado “evalúa y actualiza continuamente su arquitectura de supervisión y las medidas para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo” y aplica todas las regulaciones de la UE e internacionales, así como las recomendaciones sobre blanqueo de capitales del GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional). Subraya también que el personal a cargo de la lucha contra el blanqueo de capitales en el país “aumenta constantemente, habiendo crecido un 46% solo en los últimos tres años”.

Luxemburgo fue uno de los primeros países de Europa en establecer un registro de beneficiarios finales (UBO) público y “es uno de los únicos países de la Unión Europea que ha optado por un registro completamente abierto y transparente, accesible, “online” y gratuito, sin ninguna restricción al público”, añade el comunicado.

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