La huelga general de funcionarios portugueses cierra escuelas y hospitales
Los sindicatos reivindican un aumento salarial del 2,9% y el Gobierno ofrece el 0,3%
Escuelas cerradas y hospitales sin consultas han sido los efectos más visibles de la huelga general de la función pública, convocada por medio centenar de sindicatos portugueses este viernes. La reivindicación común es un aumento salarial de 90 euros mensuales.
Enfermeros, profesores, técnicos sanitarios, policías, oficiales de justicia, bomberos, basureros... un sinfín de profesionales de trabajos públicos fueron convocados a seguir la primera huelga general de la nueva legislatura. El primer ministro, António Costa, ya vivió dos más en su anterior cuatrienio de gobierno.
La jornada de protesta se vivió con absoluta normalidad en la calle, pero con servicios públicos más o menos cerrados, según el sector de actividad y las reivindicaciones históricas que arrastran. En este sentido, profesores y profesionales de salud fueron los que más respaldaron la huelga. A primera hora de la mañana, el 80% de los colegios del país estaban cerrados; en los hospitales se mantenían los servicios mínimos y de urgencias, pero las consultas estaban canceladas y muchas cirugías aplazadas.
Frente Común de los Sindicatos de la Función Pública, principal convocante, reivindica un aumento salarial del 2,9%; sin embargo, el presupuesto del Estado, que será votado la próxima semana, mantiene un aumento del 0,3%, tras haber rectificado una décima al alza en los trámites en las negociaciones parlamentarias. "Es una provocación", señaló la presidenta del sindicato, Ana Avoila. "En diez años los funcionarios han perdido un 17% en poder adquisitivo. Este Gobierno socialista hace lo mismo que hizo el Gobierno de la troika (2011-14)".
Las reivindicaciones de los profesionales, principalmente profesores, enfermeros y policías, exigen también una revisión de las carreras y sus promociones, ya que en la actualidad prácticamente se cobra lo mismo en el primer año de trabajo que al final de la vida profesional.
El líder del sindicato de profesores Fenprof, Mário Nogueira, anunció que el seguimiento de la huelga entre los profesores fue del 75%, mientras que entre el personal no docente de las escuelas fue casi total, lo que provocó el cierre casi absoluto de las escuelas. "Es la respuesta a la prepotencia y arrogancia de un Gobierno que no respeta nada ni a nadie. El 0,3% ofrecido ni siquiera cubre la inflación, por lo que seguiremos perdiendo poder adquisitivo".
Al día de huelga se adhirió también el sindicato de repartidores de supermercados, un sector en donde el 70% de sus trabajadores cobra el salario mínimo (635 euros).
Por la tarde, miles de personas se han manifestado delante de la residencia del primer ministro. Allí, el secretario general de la CGTP, Arménio Carlos, ha declarado: "Ahora el Gobierno no tiene disculpa, hay dinero. El presupuesto incluso prevé un superávit; el tema es a qué decide dedicarlo". La secretaria de Estado del Ministerio de Trabajo ha anunciado que para el próximo año subirá un 1% los salarios de la función pública.
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