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El primer accionista de CaixaBank: un consejo de notables capitaneados por Isidro Fainé

La Fundación La Caixa ejerce el control sobre la sociedad bancaria a través de Criteria, que tiene cinco consejeros en la entidad

Isidro Fainé, presidente de La Fundación bancaria La Caixa, ante un retrato de Francesc Moragas.
Isidro Fainé, presidente de La Fundación bancaria La Caixa, ante un retrato de Francesc Moragas.

Difícilmente Francesc Moragas entendería hoy la transformación de La Caixa que él ideó en 1903. Poco queda de la falta de recursos que sufrió para constituir aquella Caja de Pensiones para la Vejez, entidad convertida hoy en una de las fundaciones de mayor dimensión del mundo y que está tras el proyecto de crear el mayor banco en España (por operativa) con su fusión con Bankia. Ni tan solo el patronato conformado hace un siglo con las siete entidades promotoras y un grupo de representantes de los impositores ha resistido los embates de los nuevos tiempos.

Isidro Fainé (Manresa, 78 años) es el arquitecto del diseño de la nueva era de la entidad y ejerce la presidencia con atribuciones muy relevantes desde 2014. Su cargo no tiene límite en el número de mandatos ni tope de edad para ejercerlo. Fainé transformó La Caixa en la Fundación Bancaria actual en 2014, según la ley de Cajas, y por lo tanto adscrita al control del Banco de España y del Ministerio de Asuntos Económicos, fuera de la influencia de la Generalitat.

Desde esta institución controla la obra social de la antigua caja de ahorros y posee el 100% de Criteria CaixaHolding, la sociedad que gestiona todas participaciones financieras e industriales, incluida CaixaBank, del que controla el 40% del capital. Fainé también preside Criteria, en donde tiene que renovar su cargo cada cuatro años. Precisamente ha sido reelegido presidente en febrero de 2020 y no tiene límite de mandatos.

Criteria tiene cinco representantes en CaixaBank: Jordi Gual (presidente), Tomás Muniesa (vicepresidente y un hombre de la confianza de Fainé) y María Teresa Bassons, Alejandro García Bragado y José Serna, como consejeros. Entre los demás consejeros del banco, otros tres están en la órbita del grupo: Gonzalo Gortázar, consejero delegado; Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña (socia del grupo Caixa), y Natalia Aznárez, de la Fundación CajaCanarias, absorbida por La Caixa. En total hay 14 consejeros.

Poca representación de las entidades fundadoras

La relación entre la Fundación La Caixa y Criteria es estrecha: hay seis consejeros comunes: Javier Godó, Isabel Estapé, Eugenio Gay, Francesc Homs, Juan José Lopez Burniol y Asunción Ortega, y además el propio Fainé. El consejo está formado por 15 personas. Desde la Fundación La Caixa destacan que “lo relevante en cuanto a la gobernanza es que no hay ningún cargo duplicado entre la Fundacion/Criteria y CaixaBank, en cumplimiento de las recomendaciones de buen gobierno corporativo”.

En cuanto al patronato que dirige la Fundación, las siete antiguas entidades fundadoras solo tienen uno de los 13 asientos reservados, que deben repartirse por turnos de dos años ese puesto y con un orden establecido en función de su antigüedad. Hasta hace meses el cargo lo ostentaba el Ateneo Barcelonés; ahora ocupa ese asiento Antoni Fitó en representación de la Cámara de Comercio Barcelona, una entidad que, presidida por el independentista Joan Canadell, ya ha afirmado que se opondrá a la fusión.

Los estatutos dejan claro la importancia que tiene el banco para la Fundación. “La Fundación Bancaria “la Caixa” orientará su actividad principal a la atención y desarrollo de la Obra Social y a la adecuada gestión de su participación en CaixaBank. La Fundación Bancaria podrá gestionar su participación en CaixaBank de forma directa o por medio de cualquier entidad participada”. Por esta razón, y por su enorme influencia histórica en el grupo, se atribuye a Fainé el protagonismo en la negociaciones para la fusión con Bankia.

El banquero decidió en 2014 dotar al patronato de la fundación de pedigrí empresarial, además de social. Desde las entidades fundadoras se critica este diseño porque consideran que ha permitido elaborar un consejo más a la medida del presidente. Entre los miembros del patronato se encuentran dos representantes de dos entidades especialistas en la atención social a las personas: Cruz Roja y Càritas Diocesana de Barcelona. A partir de ahí el patronato se nutre básicamente de personalidades del mundo económico entre quienes destacan algunos viejos conocidos de la órbita La Caixa: Salvador Alemany (presidente de Saba, participada de Criteria), César Alierta (expresidente de Telefónica, participada también), Jaume Lanaspa (exejecutivo de La Caixa) o Artur Santos (fundador del banco portugués BPI, otra de las participadas financieras de Criteria).

Javier Godó, máximo accionista de Grupo Godó y editor de La Vanguardia, es otra de las personalidades que se mantiene en el órgano de gobierno de La Caixa, en el que también figuran el exministro español y exsecretario general de la OTAN, Javier Solana; Francesc Homs Ferret (un exconsejero de la Generalitat de la época Pujol reconvertido en ejecutivo) y el exministro israelí de Asuntos Exteriores Shlomo Ben-Ami, que relevó en el cargo al empresario mexicano Carlos Slim, otro aliado empresarial de La Caixa a través de Inbursa. A todos ellos los acompaña la agente de Bolsa Isabel Estapé y el notario Juan José López Burniol, que ocupa la plaza de vicepresidente de la Fundación.

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