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Abanca gana 127 millones, un 13% menos, y apunta a las fusiones como vía de crecimiento

Juan Carlos Escotet, presidente del banco, afirma que la entidad está en una situación “privilegiada” en esta crisis por su nivel de capital

Íñigo de Barrón
Escotet, durante la presentación de los resultados.
Escotet, durante la presentación de los resultados.OSCAR CORRAL

El banco gallego Abanca obtuvo un beneficio neto de 127 millones de euros en el primer trimestre del año, un 13,2% menos que en el mismo periodo del año antes. Realizó una dotación por valor de 78 millones, de la que una parte se debe al impacto de la crisis del coronavirus, pero no la concretó, pese a las preguntas de los medios.

En rueda de prensa este martes por videoconferencia, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, hizo un aviso a los competidores al informar de que la entidad afronta el impacto de la covid-19 en una “situación francamente privilegiada” en niveles de capitalización y cobertura. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) es del 10,9%, la mejor del sector, con una ratio de capital de máxima calidad, CET 1 fully loaded, del 12,7%, lo que supone 1.221 millones por encima del requisito mínimo. La cobertura de la morosidad es del 61%, con una tasa de impagados del 2,7%.

“El mercado se acerca a un proceso de consolidación, y nosotros seguimos manteniendo nuestra apuesta: fusiones bien pensadas con complementariedad estratégica, con modelos de negocio exitosos, en donde prevalezca nuestro gobierno y nuestro modelo. El próximo año estaremos atentos a lo que pueda ocurrir”, afirmó el banquero.

Clara vocación de ser un banco portugués

Abanca ha sido hasta ahora muy activo en el mercado. Tras una intentona fallida por hacerse con Liberbank, opción que no ha desaparecido de su radar, la entidad presidida por Escotet culminó la integración del portugués Banco Caixa Geral en marzo y tiene avanzado el proceso de posible compra del también portugués Eurobic. En este proceso, está pendiente de concluir su análisis de las cuentas, due dilligence, en donde aplicarán un descuento por el efecto de la pandemia en la economía portuguesa. Escotet comentó que Portugal es clave en su estrategia: “Tenemos vocación ibérica, es indispensable para nosotros estar allí, e incrementar nuestra presencia, que ahora es de 70 oficinas”.

En cuanto al impacto de la pandemia, Escotet destacó el “esfuerzo” de Abanca ante la crisis para “tratar de mantener el empleo”, con el apoyo de financiación a familias y pymes. Considera que se incrementará de manera sensible el crédito “porque muchas empresas y particulares necesitan liquidez en estos momentos. Mantendremos nuestra vocación de ser un banco de pequeñas empresas, autónomos y particulares”.

En cuanto a Pescanova, empresa en la que tiene el control, Escotet dijo que está buscando un socio industrial, “preferentemente gallego” para impulsar la compañía con visión de largo plazo. Posteriormente, Abanca reduciría su participación accionarial, “cuando llegue el socio adecuado, que todavía no hemos buscado”.

La entidad ha puesto en marcha un comité de seguimiento diario y se han implementado medidas como el teletrabajo para el 70% de la plantilla —más de 4.000 empleados— y se ha mantenido abierto el 80% de la red de oficinas.

Pide al Gobierno que escuche al sector privado

El presidente de Abanca dejo echar “de menos” que el Gobierno tenga “en cuenta” la opinión del sector privado para las medidas a tomar de cara a la recuperación económica ante la crisis del coronavirus. “Sí echamos de menos la necesaria concertación para que se puedan tomar decisiones con la mayor celeridad, dado que el tiempo es oro, y cada día que tengamos que permanecer en confinamiento supondrá un deterioro económico mayor”, avisó Escotet a preguntas de los medios.

Consideró “fundamental” e “indispensable” que en el conjunto de medidas para la recuperación económica y el control de daños por los efectos de la covid-19 haya una “absoluta concertación con el sector privado”, “tomando en cuenta opiniones de especialistas”, puesto que cada sector tiene “sus propias realidades”.

Escotet comentó que el Gobierno tendrá “mejor capacidad de discernir” y las decisiones “serán más ajustadas y más cercanas a tener éxito en la medida que se tome en cuenta la opinión de todo el sector privado”. Con todo, admitió que “es una situación absolutamente inédita”, que “no tiene precedentes recientes que permitiesen tener un manual de actuación muchísimo más acabado y con mejores resultados”.

“No creo que sea responsabilidad exclusiva del Gobierno el que todo vaya por mejor camino”, reflexionó el responsable de Abanca, sino que cree que hay “una responsabilidad individual en la aceptación y cumplimiento de todas las recomendaciones en el proceso de levantamiento del confinamiento”, “teniendo siempre en cuenta al prójimo”.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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