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General Cable planea cerrar dos plantas en Cataluña y despedir a 500 empleados

La multinacional comunicará oficialmente la presentación de un ERE la semana que viene, según CC OO

Josep Catà
Concentración de trabajadores de General Cable en Vitoria, en una imagen de archivo.
Concentración de trabajadores de General Cable en Vitoria, en una imagen de archivo.L. RICO

El Grupo General Cable, la multinacional líder en la fabricación de cables de telecomunicación para la industria, ha planteado este viernes a los sindicatos cerrar dos de las cinco fábricas que tiene en Cataluña, concretamente las de Manlleu y en Montcada i Reixac, según ha informado el sindicato CC OO, aunque fuentes de la empresa indican que se trata solo de una reestructuración. El cierre de las dos fábricas supondría un impacto importante en la región, y según los sindicatos implicaría despedir a cerca de 600 trabajadores. La empresa rebaja la cifra a 487 empleados (334 en Manlleu y 153 en Montcada). Según los sindicatos, que rechazan los expedientes de regulación de empleo (ERE) planteados por la empresa, la operación responde a una estrategia de consolidación del negocio.

En un comunicado, CC OO ha explicado que la compañía ha anunciado al comité de empresa y a los sindicatos los planes del cierre de las dos plantas catalanas. El ERE se comunicará oficialmente la semana que viene, en una reunión prevista para el miércoles 2 de octubre, y será entonces cuando los sindicatos estudien emprender medidas de protesta para rechazar la operación. 

General Cable tiene en España seis fábricas, cinco en Cataluña y una en Cantabria. La reorganización del negocio tiene su origen en la fusión, en 2018, entre General Cable (entonces en el podio de las empresas líderes del sector) y la multinacional italiana Prysmian, que ya era líder. La fusión dio lugar a una gran multinacional que, según ha explicado el secretario general de CC OO de industria de Cataluña, José Antonio Hernández, tiene duplicidad de fábricas en algunos países, especialmente en el sur de Europa, donde ambas empresas estaban ya muy presentes. Hace unos meses ya cerró una oficina en Barcelona. 

"Los despidos y el cierre de las fábricas no están justificados por el producto, porque es un producto que no ha tenido una rebaja de la demanda. Solo se explica por la reorganización del negocio, y esto no justifica cerrar dos plantas", ha lamentado Hernández. En la reunión de este viernes, los sindicatos han reclamado a la dirección de la compañía que plantee alternativas a los despidos y al cierre de los dos fábricas, tras señalar que estas medidas no están respaldadas por un argumento económico.

"El impacto socioeconómico que tendrá el cierre será muy grande, especialmente en Manlleu, una zona rural y poco poblada", señala Hernández. Manlleu, antiguamente una ciudad industrial, tiene poco más de 20.000 habitantes. Montcada i Reixac, por su parte, está en plena afectación de otro ERE, en este caso de la empresa TE Connectivity. 

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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