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Ana Botín nombra ‘número dos’ del Santander a Andrea Orcel, un banquero de UBS

El actual consejero delegado, José Antonio Álvarez, pasará a ser vicepresidente del grupo y presidente de la filial española

Íñigo de Barrón
Andrea Orcel, nuevo número dos del Santander, Ana Botín, presidenta, y José Antonio Álvarez, vicepresidente del grupo y presidente de Santander España.
Andrea Orcel, nuevo número dos del Santander, Ana Botín, presidenta, y José Antonio Álvarez, vicepresidente del grupo y presidente de Santander España.

Renovación sorpresa en la cúpula del Banco Santander. El consejo de administración de la entidad que preside Ana Botín, en una reunión celebrada esta mañana, ha dado un giro de timón en la cúpula del grupo y ha nombrado consejero delegado a un banquero de inversión, Andrea Orcel, nacido en 1963 y con nacionalidad italiana, que tomará las riendas en enero próximo. Este ejecutivo es co-consejero delegado de UBS Investment Bank. Orcel sustituye a José Antonio Álvarez Álvarez, que pasa a ser presidente ejecutivo del Santander España y único vicepresidente ejecutivo del consejo. Rodrigo Echenique deja su cargo ejecutivo en el Santander España y sigue como consejero. José Miguel Villar Mir abandona el consejo del banco.

Tras el cambio, José Antonio Álvarez Álvarez quedará como número tres del grupo, aunque será el segundo con más mando en el consejo, un gesto claro de la presidenta para dejar claro que no quiere arrinconarle.

Álvarez sustituirá a Rodrigo Echenique, que tal y como estaba previsto (anunció en junio su intención de dejar las funciones ejecutivas), cesará como vicepresidente del consejo y como presidente del Santander España, aunque mantendrá su cargo como consejero no ejecutivo. Ana Botín elogió la figura del que fue consejero delegado del grupo con el anterior presidente, Emilio Botín, y mantuvo responsabilidades con su hija. "Rodrigo Echenique ha sido mi mayor apoyo en estos años y ha jugado un papel determinante en el consejo. Hemos de agradecer su compromiso y gran aportación durante los últimos 30 años y me alegro de poder seguir contando con su apoyo como consejero".

Guillermo de la Dehesa, otro personaje histórico en el Santander, también deja su cargo de vicepresidente y pasa a ser consejero. Bruce Carnegie-Brown seguirá como vicepresidente no ejecutivo. Juan Miguel Villar Mir, histórico consejero del banco, muy próximo al fallecido Emilio Botín, cesa como consejero y su puesto lo ocupará el nuevo fichaje, Andrea Orcel.

Un banquero de otro negocio

Actualmente, Orcel es miembro del comité ejecutivo de UBS Group AG, y antes ocupó puestos ejecutivos de responsabilidad en Merrill Lynch hasta que quebró con la crisis de Lehman Brothers y quedó en manos de Bank of America. En el mercado ha llamado la atención la llegada un ejecutivo de la banca de inversión para este cargo, en principio, poco familiarizado con la banca de pequeños clientes y más volcado en las compras, ventas y salidas a Bolsa. Sobre todo ha resultado extraño porque el Santander siempre ha destacado que su gran valor es la recurrencia que proporciona la banca minorista en los diez países en donde trabaja. Tampoco es un personaje especialmente volcado en el ámbito digital, gran reto del sector. No obstante, fuentes de la entidad recordaron que es Orcel es asesor del Santander desde 2000, que ha estado detrás de todas las operaciones significativas y que ha llevado las áreas de banca privada, grandes empresas y financiación corporativa en su trayectoria profesional.

Botín destacó que "la experiencia internacional de Andre Orcel y su conocimiento estratégico del negocio de banca comercial fortalecen al equipo del banco". También apuntó que será una ayuda para "continuar ejecutando nuestra estrategia, cuyo objetivo es ser el mejor banco comercial. Andrea Orcel conoce a fondo el negocio de banca comercial y tiene amplia experiencia en gestión de equipos en organizaciones más horizontales y colaborativas en Europa y América".

El nuevo fichaje también "tendrá un papel importante en la construcción de plataformas digitales integradas para el grupo, al tiempo que preservamos nuestro modelo de filiales", añadió Botín, que recordó que ha colaborado "en las decisiones estratégicas desde hace casi dos décadas, y entiende y comparte nuestros valores y cultura".

Nuevo plan estratégico

La llegada de Orcel coincide con el final del actual plan estratégico de 2016 a 2018. Ahora se prepara otro que dará ese salto definitivo al entorno digital, la configuración de las nuevas oficinas bancarias, la búsqueda de la rentabilidad, la adaptación a la creciente regulación y sus exigencias de capital, y la atención a los problemas de ciberseguridad.

Según la nota, Orcel manifestó estar "muy orgulloso y contento de ir al Santander como consejero delegado y trabajar con Ana, José Antonio y todo el equipo para que el Santander siga siendo una referencia de la banca mundial. Mi prioridad inmediata es reunirme con tanto colegas como sea posible y conocer su visión sobre el banco".

Orcel no oculta que llega en un momento difícil para la entidad y el sector. "La transformación cultural y de negocio del sector financiero se está acelerando y tiene cada vez más viento en contra y disrupción. En lugar de luchar contra estos desafíos, las empresas ganadoras los aceptan, motivan a sus equipos y los aprovechas para convertirlos en una oportunidad que les ayude a crecer y obtener ventajas", apuntó en nuevo número dos.

Álvarez se enfrenta al reto de integrar las oficinas del Popular deja cumplidos los objetivos su etapa, que llegará a los cuatro años en el cargo en noviembre próximo. En 2015 sustituyó a Javier Marín, el hombre al que recurrió el anterior presidente, Emilio Botín, en abril de 2013, cuando se marchó Alfredo Sáenz del banco. Aquel año, en 2015, el BBVA también cambió su cúpula, al sustituir Carlos Torres a Ángel Cano; al año siguiente, sucedió lo mismo en el Popular, cuando Pedro Larena ocupó el cargo de Francisco Gómez.  

Según el Santander, a final de 2018 "el banco habrá doblado casi el número de clientes digitales, desde 16 millones a 30 millones, e incrementado el número de clientes vinculados en un 40%, hasta 19,1 millones", afirma el banco. En este periodo Santander ha fortalecido su solvencia incrementando en 16.000 millones de euros su capital CET1, hasta el 10,8% en el segundo trimestre de 2018, y ha aumentado el dividendo en efectivo por acción un 132%.

A principios de 2019, el Santander presentará su nuevo plan a medio plazo, con el objetivo de "ser el mejor banco comercial en todos los países en los que opera, con foco en vinculación de clientes y, al tiempo, construir una plataforma digital integrada en todo el grupo", según la entidad. Esta tarea ya le tocará liderarla a Orcel, al que le estará vigilando todo el mercado.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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